
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Ningún rincón del país escapa al problema del acceso a la vivienda. Tampoco Cartagena. La ciudad está experimentado una subida de las rentas al ... alza, según reflejan los prinicipales portales inmobiliarios y ratifican profesionales locales del sector consultados por LA VERDAD. Esta pasada semana, el portal Fotocasa emitía una nota de prensa indicando que el precio de los arrendamientos subió a un 15% interanual en enero en la Región de Murcia.
El mismo comunicado no dejaba Cartagena especialmente lejos de esa cifra. Según la misma web de referencia, ese mismo dato para la ciudad era de un 14,4%; todavía bastante por debajo de los municipios de la provincia que más acusaban la subida de precios: Águilas (30,5%) y Molina de Segura (28,8%)
Fotocasa, además, discrimina La Manga del Mar Menor, que, a caballo entre los municipios de Cartagena y San Javier, es uno de los principales destinos turísticos residenciales. Sin embargo, el incremento de los arrendamientos en la lengua de arena que separa el Mar Menor del 'Mar Mayor' no ha sido tan acusado y se queda en un 9,6% interanual.
Otro portal, Idealista, arroja datos menos elevados, pero igualmente alarmantes. Según el banco de datos de este otro servidor inmobiliario, en los últimos doce meses, el precio del alquiler en el municipio se elevó desde una media de 7,4 euros el metro cuadrado a los 8 euros el metro cuadrado de este pasado enero, es decir, una subida del 7,2%.
Idealista, además, discrimina también dos áreas: el casco urbano de Cartagena, donde el precio medio ronda los 8,2 euros el metro cuadrado, y Mar de Cristal-Cabo de Palos, donde ese mismo registro es una décima inferior: 8,1 euros el metro cuadrado.
Si se consulta el histórico de datos del mismo portal, es especialmente significativo cómo la subida de los precios del alquiler inició su línea ascendente a inicios de 2018 –el precio entonces era de solo 4,8 euros el metro cuadrado– y pisó el acelerador especialmente a partir de 2021.
Como muestra de que ese ascenso sigue una línea pronunciada que tira al alza los precios de los arrendamientos basta consultar los últimos años. Para pasar de la barrera de los 6 euros el metro cuadrado a los 7 euros, se necesitaron 23 meses, desde junio de 2021 hasta mayo de 2023. Por contra, para subir de los 7 euros el metro cuadrado a los 8 actuales solo hicieron falta que transcurrieran 14 meses.
Si bien los datos de Idealista muestran que el ascenso en los precios de los alquileres se ha frenado levemente desde el pasado verano, los profesionales del sector no lo ven nada claro. Uno de ellos es José Liarte, de inmobiliaria Santa Florentina. El agente inmobiliario achaca la subida a un efecto contagio. Los dueños de vivienda del casco antiguo y ensanche, analiza, subieron los precios, en algunos casos por encima del 10%, y eso, asegura, ha hecho que se extienda a otras zonas de la ciudad situadas más lejos del centro.
«Ya no hay casas ni de 300, ni de 400 euros. Eso es muy difícil encontrarlo a no ser que sean barrios marginales o viviendas sin ascensor», ilustra el agente. «Si antiguamente tu vivienda valía 400 euros, pues el propietario ya empieza por 500 que es lo que se puede pagar por una vivienda que esté apta para vivir», abunda Liarte.
Cuándo frenará la subida, señala el profesional, es una incógnita. «Esto sigue subiendo día tras días». No obstante, señala que de momento no está suponiendo un impedimento para seguir firmando contratos. «Es verdad que cuesta un poco más alquilar. Ya no es tan fácil como hace un año y medio, pero al final se sigue alquilando». Lo que sí aprecia que está afectado es la duración de la estancia de los inquilinos. «En las viviendas que han incrementado su alquiler sustancialmente, sus inquilinos duran poco. Cuando alguien alquila tan caro, no termina su proceso de búsqueda, sino que lo mantiene activo de modo que, si aparece una vivienda más barata, automáticamente se muda», concluye Liarte.
Para otro agente, Carlos, de Inversa Gestión, también es una cuestión de «seguridad jurídica». Asegura que se ha extendido un «miedo» entre los propietarios al alquiler convencional y a que sus pisos acaben okupados.
Asimismo, reseña que han surgido nuevas fórmulas de arrendamiento «más rentables y seguras jurídicamente» como el alquiler turístico o el alquiler por habitaciones, especialmente extendido este último entre estudiantes y trabajadores. «Si antes el estudiante pagaba por un renta convencional de 500 euros, ahora el propietario saca al piso el doble de dinero por habitaciones».
No obstante, el agente llama a no demonizar a los propietarios. «No son grandes empresas como se dice, sino personas mayores que han decidido alquilar como complemento a su pensión o como inversión».
Para bajar el precio de los alquileres, concluye, «hay que dejar que el mercado se regule y un marco normativo que dé tranquilidad a inquilinos y propietarios. De esa forma todo será más fluido y habrá más vivienda en el mercado».
La subida en el precio de los alquileres coincide con una testimonial actividad constructiva en el casco urbano. Para darle la vuelta, el Ayuntamiento trata con diferentes iniciativas de movilizar la promoción de suelo libre. La alcaldesa, Noelia Arroyo, pretende la construcción de 1.760 nuevas viviendas a través de tres vías. Una de ellas es la puesta en marcha de un proceso de venta forzosa de terrenos que la Sareb tiene en la diputación de Molinos Marfagones y donde los servicios técnicos de la Concejalía de Urbanismo calculan que sería posible levantar la mayor parte de ese nuevo parque de viviendas.
La intención del ejecutivo municipal es que Urbanismo notifique a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, controlada por el Ministerio de Economía a través del FROB, para que dé inicio al procedimiento de venta forzosa de los terrenos que tiene inmovilizados en la finca Buenos Aires. Localizados a la salida de Molinos Marfagones en dirección a Cuesta Blanca junto a la N-332, pueden albergar más de 1.400 viviendas de protección oficial.
El Ayuntamiento, además, cuenta con poner en marcha otras dos iniciativas ya conocidas para llegar a esas 1.760 nuevas viviendas en esta década. Una de ellas se centra en la promoción de 300 pisos de protección oficial en parcelas municipales situadas precisamente en la Finca Buenos Aires, en Los Mateos y en la barriada San Ginés.
El segundo eje de actuación es la aplicación de las normas de edificación forzosa en el casco histórico. Como avanzó LA VERDAD, el Ayuntamiento ha recibido hasta comienzos de febrero solicitudes de licencia para la construcción de 60 pisos en ocho solares de los 41 a los que ha empezado a aplicar las normas de edificación forzosa. Urbanismo notificará el inicio del procedimiento a los propietarios que no han realizado la solicitud, primer paso hacia la subasta de las parcelas.
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