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Las fiestas de Carthagineses y Romanos dejaron diferente sabor de boca en los empresarios de la ciudad. Mientras los hoteleros registraron una buena ocupación, los ... hosteleros se resintieron, sobre todo los del casco antiguo. Por su parte, los taxistas se mostraron contentos, igual que los feriantes, y la Federación de Tropas y Legiones, quien junto al Ayuntamiento, creen que fueron unos festejos que serán recordados. La presencia de turistas y visitantes también se dejó notar en las calles de Cartagena. En cruceros llegaron durante los días de fiestas 12.000.
Según los cálculos de la Agrupación de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Cartagena y su Comarca, los establecimientos de este colectivo llegaron al 80% de ocupación los primeros días, aunque del último jueves al pasado domingo ese porcentaje subió al 90%, según explicó el presidente de ese colectivo, Alejandro Paredes. De ese dato, aclaró este empresario, no todos se alojaron atraídos por los festejos, sino que muchos lo hicieron por negocios.
Para la hostelería los resultados fueron dispares. Según los datos recabados por la asociación de empresarios del sector, Hostecar, a través de una encuesta entre sus asociados, pese a que ocho de cada diez vieron incrementadas sus ventas, los locales de ocio del casco antiguo se vieron resentidos. Eso sí, el día más fuerte para la mayoría de ellos fue el pasado sábado, que coincidió con el desfile general de tropas y legiones, que congregó en el centro histórico a miles de personas entre las siete de la tarde y las once de la noche.
Otro sector beneficiado por las actividades festeras es el de los taxistas. Este gremio mantuvo sus ganancias respecto al año pasado a nivel general. «Cuando más trabajo tuvimos fue por la noche y, sobre todo, los fines de semana», explicó el presidente de Radio Taxi Cartagena, Antonio Cabrera. Los dos sábados de fiestas, para poder hacer frente a la alta demanda de clientes, tuvieron que trabajar casi todas las licencias del municipio que quisieron hacerlo sin importar que no les correspondiera por su calendario de libranzas.
Por su parte, los feriantes que finalmente se instalaron en terrenos junto al parking del centro comercial La Rambla sostuvieron las ventas de la edición pasada. El balance del presidente de la federación de fiestas, José Antonio Meca, es «positivo», porque la afluencia de personas a los actos, al campamento y a los conciertos fue masiva. «Lo mejor de todo es que no hubo incidentes de ningún tipo a lo largo de los diez días», indicó. Calculó que el reporte económico que han tenido las fiestas para la ciudad podría rondar los 13 millones de euros, una cantidad similar a la ofrecida por el Ayuntamiento hace una semana y media. Para la concejal del Área de Participación Ciudadana y Festejos, Francisca Martínez, todo fue positivo: «Cartagena estaba impregnada de ese sentimiento festero que tanto nos gusta».
Las principales quejas y críticas fueron por los retrasos en el inicio de algunos actos, los problemas a la hora de ocupar los asientos en las gradas del Circo y de la Batalla, así como por la falta de control en los botellones en los márgenes de Benipila.
El Ayuntamiento de Cartagena tiene más adeptos a favor de que el campamento festero se quede en su emplazamiento actual que de trasladarlo a la zona de Mandarache. A las declaraciones realizadas hace unos días por el presidente de la Federación de Tropas y Legiones, José Antonio Meca, en las que anunció que la mayoría de los festeros prefieren dejarlo en la zona del Parque Rambla, se le unieron ayer los directivos de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Cartagena (Hostecar). A raíz de una encuesta, esos profesionales abogan por que los festeros se queden junto al Cartagonova.
El traslado podría traer consecuencias nefastas para sus negocios, al menos los de esa zona de la ciudad si finalmente se lo llevan a Mandarache, como era la intención hace tres años.
Lo que de momento está claro es que el Ayuntamiento de Cartagena mantendrá el campamento de Carthagineses y Romanos en su ubicación actual de la rambla de Benipila y desarrollará un nuevo proyecto destinado a los vecinos y actividades feriales en caso de que las tropas y legiones consideren que es la mejor opción para el futuro de las fiestas. Así lo anunció a finales de agosto la alcaldesa Noelia Arroyo. Para tomar una decisión, los festeros mantendrán dentro de tres semanas una asamblea general en la que los asistentes votarán por una opción u otra.
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