![Política y carnaval: la satírica letanía constitucional en la Cartagena de 1821](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/01/20/187559251--1200x840.jpg)
![Política y carnaval: la satírica letanía constitucional en la Cartagena de 1821](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/multimedia/2024/01/20/187559251--1200x840.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Los tiempos de carnaval se aproximan y Cartagena se prepara a vivirlos intensamente. Es por ello que parece oportuno recordar el pasado de sus celebraciones en nuestra ciudad cuando el carnaval no era solo una celebración de alegría y color, sino también un espacio donde ... la política podía ser expresada de maneras diversas.
En 1821, en las calles de Cartagena, hombres y mujeres valientes alzaron su voz y sus disfraces, llevando consigo la hermosa carga de la libertad, la Constitución y el sueño de un mundo mejor. En medio del carnaval hicieron de la sátira y la creatividad su arma contra la opresión, desafiando a los serviles y proclamando sus ideales con una letanía audaz y gozos llenos de fervor.
En el apogeo del sistema constitucional en Cartagena, en 1821, la ciudad disfrutaba de un ambiente liberal y progresista. Sin embargo, este clima de libertad no era del agrado de los sectores serviles, quienes esperaban ansiosos la oportunidad de restaurar el absolutismo y reprimir las ideas liberales.
En este contexto, surge una curiosa tradición durante el carnaval de 1821, donde un grupo de liberales exaltados, miembros de la sociedad Los Virtuosos Descamisados, decide burlarse y ridiculizar a los serviles, es decir a los absolutistas monárquicos.
Estos descamisados serán los principales promotores del alzamiento de 1821 en Cartagena, se trata de un movimiento de desobediencia civil, que en el caso de nuestra ciudad será capitaneado por el propio Concejo municipal al cual habían llegado los liberales de primera hornada: Benito Sáez, Andrés Albacete, Pedro Molla Sartorio, Francisco Mateos, Félix Mir, José Martínez León, Fulgencio Rivera, Manuel Zagales, Juan Peñafiel, Diego Sastre, Francisco Catalá y Blas Cassola, son algunos de ellos, los vengadores de la aristocracia.
Esta sociedad cartagenera aparece como una asamblea multitudinaria de apostadores por la libertad que utilizan los discursos y la prensa como vehículos de su radicalidad frente al absolutismo del Rey Fernando, contando en nuestra ciudad con la aquiescencia de marineros y operarios de la Maestranza y el Arsenal que, empobrecidos, ven como alternativa este movimiento revolucionario.
Intentaron en Cartagena mejorar la forma de vida del pueblo y promover su amor por la libertad, se reunían en un local en la calle Mayor en donde se planificaban todas estas acciones incluidas las celebraciones del carnaval de aquel año.
Se decidió que, vestidos con disfraces extravagantes, recorrer las calles cantando una satírica letanía constitucional al tiempo se imprimía en cuartillas para distribuirla ampliamente por toda la ciudad.
La famosa letanía, compuesta en verso, se burlaba de los serviles y exaltaba la Constitución, la religión y los héroes liberales. Con un toque sarcástico, los versos ridiculizaban a aquellos que se oponen al sistema constitucional. La actividad alcanzó su punto culminante cuando, a medianoche, los días de Carnaval, este grupo de liberales disfrazados se dirigían cantando a las puertas de aquellos considerados serviles, generando alboroto y un gran escándalo.
La irreverente letanía refleja la polarización política y la efervescencia social en Cartagena durante ese tiempo. La ciudad, conocida por sus ideas políticas avanzadas, experimenta una explosión de creatividad popular en forma de composiciones satíricas que critican abiertamente a los opositores políticos. En algunas de ellas se podían escuchar algunos de estos versos, en un punto de reunión localizado a las puertas del desaparecido convento de San Leandro (calle Mayor): «La Nación que mil héroes abrigaba en sus manos inicuas espiraba. Pero se unieron fieles y gritaron la muerte o libertad que al fin lograron. Para el bien de nuestra Patria los serviles ya murieron».
Este fenómeno cultural no solo se limita a la letanía, sino que se extiende a otras manifestaciones artísticas como los gozos, composiciones poéticas que exaltan los logros de la Constitución y glorifican a los héroes liberales. Estas canciones, que se volvieron populares en la ciudad, reflejan el entusiasmo y la pasión de los liberales por sus ideales políticos.
«Nuestra España ya respira, y con júbilo se admira, cuando el servilismo espira. Ya murieron los bribones, ya no habrá más chicharrones, perecieron los ladrones. Los bravos se levantaron la libertad proclamaron, de esclavitud nos sacaron. La España en tan feliz día respiró con alegría, y acabo la tiranía».
Las composiciones anteriores se hicieron muy populares en Cartagena, grandes y chicos las cantaban por las calles y era el coro obligado en cafés y botillerías, pero abolido el sistema constitucional en 1823 y ocupada la ciudad por las tropas francesas de los Cien Mil Hijos de San Luis, el huracanado viento de la reacción arrastró todas estas canciones con tal ímpetu y tan radicalmente, que todo el mundo las olvidó sin dejar el más ligero rastro en la memoria de los ciudadanos y, nadie, absolutamente nadie recordaba el haberlas cantado, la cárcel o el destierro fue el bálsamo más eficaz para producir la amnesia general.
Menos mal que, conservadas en nuestro Archivo Municipal, hoy podemos recordarlas y preservarlas como testimonio de otros tiempos.
Que su legado nos recuerde la importancia de la valentía, la creatividad y la resistencia ante la adversidad. Sigamos luchando por un mundo donde la libertad sea un derecho innegociable, la Constitución sea respetada y el anhelo de un futuro mejor siga guiando nuestros pasos. La herencia de aquellos héroes de 1821 vive en cada uno de nosotros, recordándonos que la lucha por un mundo más justo es una responsabilidad compartida y eterna.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.