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La planta regasificadora que la multinacional Enagás tiene en el Valle de Escombreras, en Cartagena, se ha convertido en el último año en una ... infraestructura estratégica para España. Lo es por su posicionamiento en el Mediterráneo y por su capacidad de recibir gas natural licuado (GNL), para su posterior regasificación, almacenaje y distribución a través de sus gasoductos al resto de España y a países de la Unión Europea por el conducto que cruza los Pirineos. Las instalaciones cartageneras tienen un peso cada vez más importante en el sistema gasista español, mucho más desde que Rusia comenzó a reducir el suministro a sus clientes europeos. Tanto es así que por el puerto ya entra el 14% del total de GNL que llega a España en barcos y por gasoducto, el doble que el pasado año, según los datos aportados por Enagás a LA VERDAD.
Esto está ayudando a que los almacenamientos de gas españoles estén ya casi al 80% de su capacidad, el mínimo que exige la Comisión Europea a cada uno de sus miembros de cara al próximo noviembre. El objetivo es lograr una mayor protección ante un posible corte de suministro ruso. El 46,9% de este producto que llega a España es importado a través de gasoducto y el restante llega licuado.
Hasta el mes de julio, a Cartagena llegaron 43 megabuques cargados de GNL, mientras que durante el mismo periodo del año pasado, 23. El proceso para acelerar la llegada de esta materia prima para su almacenamiento estratégico a nivel nacional es lo que ha llevado al puerto a conseguir estas cifras. Entre los barcos arribados en los últimos meses está uno de los más grandes del mundo, el 'Al Khattiya', con bandera de Islas Marshall.
En los primeros siete meses del año llegaron 2,4 millones de toneladas, mientras que en 2021, lo hicieron 1,2. Proceden, principalmente de Estados Unidos y de Nigeria, pero también de Egipto, Argelia y Catar. La planta que Enagás tiene en el Puerto de Cartagena está conectada con la red de gasoductos de la Península, por lo que «desde aquí se podría descargar el gas que fuese necesario», explicaron fuentes de la Autoridad Portuaria de Cartagena.
El GNL es transportado hasta la ciudad portuaria en buques metaneros a 160 grados centígrados bajo cero en estado líquido y se descarga en las plantas de regasificación. Mediante un proceso físico, para el que se utilizan vaporizadores con agua de mar, se aumenta su temperatura y, de este modo, se transforma en estado gaseoso para poder inyectarlo y transportarlo por la red de gasoductos. En estas plantas también se lleva a cabo la carga de camiones cisterna y de buques con gas natural licuado para su reexportación o utilización como combustible marítimo.
«La dependencia que tiene Europa del gas ruso no puede paralizarnos, tenemos que seguir buscando alternativas. Por eso, es importante destacar el carácter estratégico que puede tener el envío de Gas Natural Licuado a Europa (principalmente, desde Estados Unidos), a través del Puerto de Cartagena», explicó la presidenta portuaria, Yolanda Muñoz.
El sistema de suministros está estructurado para que cuente con flexibilidad a la hora de recibir el gas. Es decir, en el caso de que descienda el flujo del gas a través de los gasoductos, que se refuerce su llegada por vía marítima en barcos, que es lo que está ocurriendo ahora tras el conflicto diplomática entre Argelia y España.
A lo largo de la geografía española hay seis plantas regasificadoras que están activas : Mugardos, en La Coruña; Sagunto, en Valencia; Bilbao; Barcelona, Huelva y Cartagena. Hay una más, en El Musel (Gijón) y aunque ahora está inactiva ya ha recibido la autorización administrativa del Ministerio para la Transición Ecológica para producir. Enagás prevé que entre en funcionamiento el próximo año. La importancia de las instalaciones cartageneras entre todas estas es también alta, ya que su producción supone el 20% del total del gas que sale de las regasificadoras.
El gas argelino llega a España por medio de dos vías. El Medgaz, que desemboca en Almería, trae el gas directamente desde Argelia a través de un tubo de 200 kilómetros y 2.160 metros de profundidad máxima que cruza el Mediterráneo. En otra vía, el gas argelino tiene que atravesar Marruecos a través del gasoducto Magreb-Europa hasta llegar a Tarifa. Antes de la guerra en Ucrania por la invasión rusa también entraba por el gasoducto de Francia, pero este su usa ahora para enviar este producto a los países europeos que lo demandan.
La multinacional Enagás tiene previsto invertir en su zona de carga y descarga del puerto de Escombreras, en Cartagena, 5,2 millones de euros en los próximos meses, para renovar dos de los cuatro brazos que son utilizados para sacar de los barcos el gas natural licuado (GNL). Actualmente, el proyecto está en un periodo de solicitud de autorización administrativa y aprobación. Fuente de la empresa explicaron a LA VERDAD que se trata de trabajos de mantenimiento y modernización de su maquinaria. El objetivo es adaptar su servicio a las nuevas instalaciones que la Autoridad Portuaria de Cartagena ha construido en el muelle Príncipe Felipe para la recepción de GNL. Es una obra que ha costado cerca de diez millones de euros. Está acabada y el Puerto prevé que entre en funcionamiento en los próximos meses.
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