Secciones
Servicios
Destacamos
En 1789, España sufrió una sequía extrema que devastó la agricultura y ganadería del país, llevando a una grave escasez de alimentos y al aumento de los precios, especialmente del pan. Este desastre natural provocó un gran descontento social, con revueltas y malestar generalizado. El ... gobierno de Carlos IV intentó mitigar la crisis importando grano y distribuyendo alimentos, pero las medidas fueron insuficientes.
Estas mismas adversas condiciones climáticas tuvieron un impacto considerable en los cambios políticos y sociales en todo el mundo, especialmente en Francia, algo que se ha recalcado poco pero que fue fundamental para la generación de la Revolución Francesa.
¿Cómo afectó esta crisis climática global a nuestra querida Cartagena? Para ello tenemos las referencias documentales existentes en el Archivo Municipal. En los años anteriores a esa fecha, Cartagena y su campo sufrían una sequía persistente y devastadora. Comenzó después de la última lluvia significativa que ocurrió el 17 de junio de 1788, que duró, aproximadamente, dos horas. Desde aquel momento, no volvió a caer una gota de agua, sumiendo al campo en una situación desesperada.
Ante la creciente alarma por la inminente miseria que la sequía traía consigo, el Ayuntamiento de Cartagena, en la sesión del cabildo del 16 de febrero de 1789, tomó varias decisiones cruciales. Entre estas, se destacó la resolución de recurrir a la intervención divina para aliviar la grave situación. El acuerdo estipulaba que, dada la falta de lluvias y el angustioso clamor de los agricultores, era imperativo implorar la ayuda de la Divina Providencia mediante la veneración de la poderosa imagen del Santo Cristo Moreno, que residía en la Iglesia Parroquial y la Capilla del Santo Cristo Moreno.
Esta venerada imagen, que fue destruida en 1936, era objeto de gran devoción en Cartagena desde tiempos inmemoriales. Se decía que había realizado un famoso milagro que motivó la fundación de la capilla y la Cofradía del Cristo Moreno. La introducción de las 'Capitulaciones de la Ilustre Cofradía Hermandad de Caballeros del Santo Cristo del Socorro de la ciudad de Cartagena', impresas en 1691, relatan la historia de la erigida capilla por Don Pedro Manuel Colón de Portugal en honor a esta imagen.
La Corporación designó a dos caballeros capitulares para que se encargaran de este asunto. Su trabajo fue tan eficiente que al día siguiente se celebró un cabildo extraordinario para abordar la solicitud del Ayuntamiento de sacar en procesión la soberana efigie del Santo Cristo Moreno, con el objetivo de pedir lluvia. La Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo Moreno, tras recibir la solicitud, accedió bajo las condiciones expresadas en sus constituciones, que regían tales actos.
Pero surgieron contratiempos. El Ayuntamiento solicitaba dicha imagen para llevarla en procesión por las calles de la ciudad, a lo que la Cofradía se opuso, porque según su propia regulación, en el capítulo VIII de las Constituciones de la Cofradía, prohibía sacar la imagen de su capilla, salvo en casos muy particulares. Esta normativa reflejaba la importancia y el respeto hacia la imagen, permitiendo su salida únicamente en situaciones de devoción extrema o necesidad urgente, siempre con la aprobación del Rey y la obtención de bulas necesarias. Consideraron que esas circunstancias no se daban.
El Ayuntamiento, después de deliberar, decidió suspender la posibilidad de implorar el fin de la sequía al Cristo Moreno. En su lugar, optó por poner en rogativa a María Santísima de la Caridad en su camarín y celebrar una misa rezada, reservándose el derecho a tomar medidas adicionales si la lluvia no llegaba. Esta decisión se comunicó públicamente mediante un edicto fijado en la puerta del Real Hospital y se notificó al Gobernador, presidente del cabildo, por los comisarios de fiestas.
Finalmente, el Ayuntamiento acordó organizar una procesión general de rogativa con la participación de todas las cofradías, gremios, niños de escuelas y comunidades religiosas, cada una llevando su Santo Patriarca. El Cabildo Eclesiástico aportaría los cuatro Santos Patricios, Nuestra Señora del Rosell y el Santo Cristo de la Agonía del convento de San Agustín. Las imágenes se conducirían al convento de San Francisco, donde se celebraría una misa solemne. Al día siguiente, por la tarde, se realizarían las rogativas y se cantaría el miserere y las letanías. En todos los conventos y en el de las Monjas se harían rogativas y se exhortaría a la penitencia mediante un sermón para implorar el beneficio del agua.
El alcalde Mayor, don Luis Gorrón de Contreras, nombró comisarios para estos actos y les facultó para adquirir la cera necesaria para la procesión y las funciones religiosas. Finalmente, las solemnes fiestas se celebraron, y el día 9 de marzo llovió copiosamente durante veinticinco horas seguidas como nunca antes había pasado, las cosechas se aseguraron, ya que también llovió muchísimo en los meses siguientes.
En Cartagena nadie dudó de que la lluvia acabó con esta sequía gracias a la intervención divina y a esa gran procesión, en donde la Virgen de La Caridad y del Rosell, los Cuatro Santos y el Cristo de la Agonía se unieron para ello. Al día siguiente, se repitió la procesión en acción de gracias, durante la cual se gastaron 700 reales de vellón. El Ayuntamiento, molesto con la Hermandad del Cristo Moreno por no haber participado en la procesión con su titular, decidió no invitarla a los actos religiosos celebrados posteriormente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.