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Más de dos años. Ese es el tiempo que lleva esperando el presidente de la Asociación de Vecinos de Playa Paraíso, José Antonio Moreno, para ... tener el certificado que acredite que los cambios realizados en su junta directiva en el año 2022 son oficiales y así poder pedir las ayudas municipales sin dificultades. Este es uno de los muchos colectivos vecinales de Cartagena que debido a los retrasos que acumula el Registro Regional de Asociaciones, un organismo dependiente de la Comunidad Autónoma, entorpece, en la mayoría de los casos, que estas agrupaciones puedan funcionar con normalidad.
«Cómo es posible que desde que lo pasé por registro hace más de dos años aún no haya tenido respuesta alguna. Entiendo que tengan mucho trabajo, pero así no podemos trabajar», dijo Moreno.
Las afectadas se cuentan por decenas, de entre las más de un centenar que ya hay registradas en la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena. Hasta este colectivo llegan cada día quejas en este sentido, en mayor o menor grado. «Lo peor de todo es que sin estar dados de alta, tenemos asociaciones que no pueden acceder a las ayudas municipales y eso les va a suponer todo un mundo, como el no poder celebrar actividades durante todo el año», indicó el presidente de la Federación, Tomás Sánchez.
Desde esta agrupación han enviado al Registro Regional de Asociaciones varios requerimientos en los últimos meses mostrando su malestar por las demoras acumuladas. «Nos dicen que se trata de un problema de falta de personal, porque al día les pueden llegar entre treinta y cuarenta solicitudes de asociaciones de toda la Región de Murcia», explicaron fuentes de la Federación.
Cualquier cambio en la junta directiva, de domicilio, en los estatutos y de cualquier otra índole debe ser notificado a ese registro, que debe contestar de forma oficial antes de tres meses, según consta en su página web. Pero los retrasos se traducen ya en años, según denuncian desde la Federación vecinal.
En los últimos dos, la mayoría han tenido que pasar por ese organismo regional para conseguir el certificado digital, con el que hacer todas las tramitaciones ante las administraciones. Al no tenerlo, la mayoría las hacen a través de los servicios de la Federación. «Desde el Ayuntamiento no ponen ningún problema y aceptan hacerlo de esta forma para que ninguna asociación se quede sin su subvención. Las más perjudicadas son las de nueva creación. Estas sí que necesitan estar dadas de alta y registradas para poder optar a ellas», añadió Tomás Sánchez.
En la asociación vecinal intercultural Las Seiscientas sufren esta problemática desde que se constituyeron de forma, al menos hasta el momento, extraoficial. Hace más de tres meses que realizaron toda la tramitación para darse de alta en el registro. «Esto nos impide poder acceder a las subvenciones que saca el Ayuntamiento destinadas a actividades y proyectos», aseguró la presidenta de este colectivo, Noelia Colmena. Confía en que se solucione pronto esta situación, porque quiere conseguir las ayudas que el Ayuntamiento concede anualmente a este tipo de asociaciones para su funcionamiento.
La Asociación Parque de Los Juncos también es otra de las damnificadas. «Somos conscientes de la carencia de medios humanos para gestionar tal cantidad de documentación, entre 30 y 40 solicitudes al día, pero por desgracia, como siempre pasa en estos casos, somos las asociaciones los que pagamos los platos rotos», recriminó su presidente José Luis Cerrolaza. En este caso, están esperando oficializar los cambios en su junta directiva para tener todos los permisos necesarios «para poder trabajar desde la asociación sin tener que pasar por un banco cada vez que queramos hacer alguna gestión».
Según fuentes del Registro de Asociaciones de la Comunidad Autónoma, este organismo «se encuentra inmerso en un proceso de modernización con el objetivo de agilizar el servicio, que ha supuesto, entre otras cosas reforzar la plantilla de personal con tres empleados más».
Por otra parte, la misma fuente indicó que el proceso de simplificación administrativa en el que está trabajando la Administración regional también alcanzará a este servicio, donde la finalidad que se persigue es reducir en lo posible los trámites y facilitar el procedimiento. No obstante, recordaron, la inscripción en el registro de asociaciones no siempre es una condición indispensable para que una asociación pueda optar a subvenciones. Eso depende, añadió, de la normativa de la entidad que concede esa ayuda. Por ejemplo, los ayuntamientos tienen capacidad para flexibilizar los requisitos para evitar la burocracia que supone pedir certificados en vez de declaraciones responsables.
La apertura al resto de municipios de la comarca por parte de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena ha provocado un aumento en el número de colectivos vecinales desde que tomó las riendas el actual presidente, Tomás Sánchez. Desde entonces, casi una docena de agrupaciones han entrado a formar parte de la Federación, y está previsto que lo hagan más en los próximos meses. En total son ya 101, según esta entidad. Entre ellas hay cuatro de La Unión, pero también las hay de Los Alcázares, San Javier y San Pedro del Pinatar.
«Cuántos más seamos más fuerza tendremos a la hora de solicitar a los ayuntamientos mejoras para nuestros municipios y por ende para los vecinos. La unión hace la fuerza», dijo Sánchez. Desde que acabó el verano, el representante de los vecinos ya ha mantenido reuniones con varios alcaldes de los municipios colindantes, entre ellos con el de Los Alcázares. «Mi intención es solo que nos conozcan, que llegamos con talante y con las ganas de hacer cosas, no de enfrentarnos con nadie», indicó.
Otras de las políticas llevadas a cabo por Sánchez es que exista más de una asociación vecinal federada por territorio. Además, sustituyó el término «vecinos» por «vecinal» para «cumplir con el lenguaje inclusivo». Gracias a ello, nació la nueva asociación vecinal intercultural Las Seiscientas, presidida por Noelia Colmena, creada recientemente en la barriada Virgen de la Caridad, donde está ya la presidida por Juan Gómez.
Se trata de una forma, según Tomás Sánchez, de poner coto a las desavenencias que dividen el movimiento vecinal e impiden seguir velando por los intereses y el bienestar de los ciudadanos.
Este aumento del número de asociaciones federadas se notará en las próximas elecciones que celebrará esta Federación, para elegir presidente. Sánchez entró en el año 2022, una vez que la anterior presidenta, Sonia Montoya, dejó el cargo un año después de que fuera elegida. Él está decidido a presentarse para continuar su labor de ayuda a los vecinos y de mejora de las condiciones de las asociaciones, tanto de las de Cartagena, como las del resto de municipios de la comarca.
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