Una cabra irrumpe en la calle Mayor de Cartagena y revienta el cristal de una joyería

Los vecinos y turistas que paseaban por la peatonal calle Mayor de Cartagena poco antes de las nueve de la noche de este miércoles se llevaron un gran susto al ver aparecer desde la zona del Palacio Consistorial una cabra. El animal corría a gran velocidad entre los paseantes y los clientes de una terraza, perseguido por varias dotaciones de la Policía Nacional.

Abriéndose paso con las sirenas puestas, los agentes venían persiguiéndola con motos y coches por la ciudad, para intentar atraparla. En su huida, la cabra (que incluso fue seguida por algunos conductores de patinetes eléctricos) acabó entrando en una joyería. Allí reventó un cristal y accedió al aseo del establecimiento Io soy joy, situado cerca del conocido Bar Columbus y que abrió hace solo dos semanas. Rápidos, los agentes aprovecharon para cerrar el baño.

Entonces, avisaron a unos pastores que colaboran con la Policía, para que se hicieran cargo del ejemplar. Hacia las nueve y diez de la noche, los efectivos policiales esperaban la llegada de estos ganaderos, mientras en la calle crecía la expectación. Numerosas personas, entre ellas testigos de la irrupción del animal, se arremolinaban en torno a la tienda. Impasible, una joven seguía tocando el arpa a pocos metros. Frente a ella, había pasado a toda velocidad el animal.

Fuentes policiales indicaron que recibieron un aviso de que una cabra andaba suelta por la autovía de Murcia y de que había entrado a la ciudad por el paseo Alfonso XIII. La persecución del animal, que abarcó varios kilómetros, empezó allí, a la altura del Instituto Isaac Peral.

La responsable de la joyería, Laura Nicolau, explicó que en el local había siete clientes cuando la cabra llegó a la carrera. Y agradeció que nadie salió herido. «Casi ni la hemos visto entrar, porque ha entrado muy rápida. Tiene unos cuernos muy grandes y menos mal que no se ha llevado por delante a nadie, en especial a ningún niño, porque se ha dado un golpe muy fuerte contre un cristal y se lo ha cargado. Después, se ha metido en la zona donde está el almacén, un patio y el aseo», comentó con el ejemplar aún en las instalaciones.

Cuatro agentes custodiaron al animal, pertrechados incluso con escudos antidisturbios. También establecieron un perímetro de seguridad en torno al establecimiento. La alocada huida de la cabra en una, hasta su entrada en escena, tranquila tarde de agosto acabó sobre las nueve y media. Dos pastores se hicieron cargo de ella, tras atarle las patas con una cuerda. Mientras, en las redes sociales algunos usuarios compartieron vídeos de la cabra desorientada entre los coches por Cartagena, en calles como Pintor Portela.

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