Arroyo exige «consenso» y «transparencia» en el proyecto del restaurante de Cabo de Palos

El equipo de gobierno municipal de Cartagena «no se cierra» a que la Comunidad Autónoma materialice una concesión de suelo portuario en Cabo de Palos para la construcción y explotación de un restaurante por parte de un particular. Pero «siempre que tenga el consenso social y sea estrictamente respetuoso con los valores ambientales y paisajísticos» del pueblo.

A preguntas de LA VERDAD, el ejecutivo de coalición que preside como alcaldesa Noelia Arroyo destacó ayer que el suelo solicitado por la empresa con sede en Madrid, Inmobilari Business Development SLU, pero dirigida por el empresario cartagenero Aurelio Solana Ayala, «ahora se utiliza como aparcamiento desordenado y zona para contenedores de basura». Está situada frente a la oficina técnica de la reserva de las Islas Hormigas, al borde de las rocas de la playa del Salero. Su intención es que cualquier iniciativa en ese lugar disponga de consenso y garantice el respeto a los valores paisajísticos y ambientales de Cabo de Palos, dijo un portavoz de alcaldía.

«Por eso, aunque sea una responsabilidad de la Consejería [de Fomento], el Ayuntamiento va a exigir información sobre el procedimiento y diálogo y transparencia con vecinos y empresarios», añadió.

El Boletín Oficial de la Región de Murcia publicó el pasado jueves un anuncio de la Dirección General de Movilidad y Litoral de información pública sobre la concesión administrativa para la construcción y explotación de un edificio destinado a restaurante en dominio público portuario de Cabo de Palos. Con dicha publicación, la Comunidad inició el trámite de competencia de proyectos, por el cual cualquier interesado en ese negocio tiene un mes para la presentación de solicitudes con el mismo objetivo.

Colectivos conservacionistas como la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) analizan con detenimiento y mucho recelo los planes de la empresa promotora y de la Administración regional. También lo hacen colectivos vecinales y conservacionistas de Cabo de Palos. En la localidad llama la atención que mientras Costas del Estado tiene en marcha procedimientos para recuperar suelo público invadido desde hace años por viviendas, la Comunidad pretenda autorizar la ocupación de una franja de terreno público, en primera línea de costa, que se corresponde ahora con una calle, para facilitar la construcción y explotación de un restaurante.

En 2017, Solana inició trámites con otra sociedad para que la Autoridad Portuaria de Cartagena le permitiera instalar un hotel con restaurante en la planta baja del faro de Cabo de Palos. La oposición vecinal fue tremenda y no logró su objetivo.

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