La rotonda de Capitanes Ripoll ya tiene su submarino

Casi un año ha sido necesario para armar la maniobra a cuatro bandas que ayer permitió trasladar apenas cien metros la maqueta exacta a escala del submarino de Isaac Peral. La réplica, que ocupaba una esquina del campus de la Universidad Politécnica (UPCT) en Alfonso XIII, recibe desde ayer en la glorieta de Capitanes Ripoll a los automovilistas que llegan a la ciudad.

Una grúa trasladó la nave a primera hora de la mañana para que fuera fijada en el pedestal central de la plaza. A su alrededor, los operarios de la empresa María García Martínez remataron la faena. La obra ha consistido en rellenar la circunferencia con diez hileras de adoquín que forman una pequeña acera y colmatar el resto hasta la peana con grava de mediano tamaño, que ha sido traída desde Lorca.

La obra solo ha supuesto un gasto de seis mil euros y ha sido ejecutada en una semana. Lo que ha costado más esfuerzo y mucho más tiempo (casi un año) han sido las gestiones previas.

El desencuentro radical entre el Ayuntamiento, que ha hecho la instalación, y la Administración regional, que finalmente ha cedido la maqueta sin las contraprestaciones que pedía, ha obligado al uso de dos intermediarios. La petición de la Asociación de Vecinos del Sector Estación permitió a la UPCT solicitar a la Comunidad el traslado del submarino, que le había entregado hace años para que adornara el campus de Alfonso XIII.

El permiso fue concedido y la institución académica accedió a la petición vecinal de colocarlo en la glorieta. Así se ha conseguido que las discrepancias no empañaran el resultado final.