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LUIS MIGUEL PÉREZ ADÁN HISTORIADOR Y DOCUMENTALISTA
Sábado, 16 de julio 2016, 00:58
Tocaba a su término el último día del año 1866 y el sol lanzaba en el horizonte sus tibios resplandores, cuando el vigía del castillo de Galeras, anunció hallarse a la vista con dirección a este puerto, una fragata de guerra a vela, que no podía reconocerse por la distancia...»
Se cumplen 150 años de la llegada a nuestro puerto de la fragata de la Armada Española 'Resolución' y lo hacía después de cuatro años y medio de campaña. Esta comenzó con el traslado de varios científicos españoles, entre ellos nuestro conciudadano Marcos Jiménez de la Espada (ahora de plena actualidad al ser identificado un busto de mármol con su efigie que llevaba 81 años en el almacén municipal), con la expedición científica de la Comisión del Pacífico.
Continuarían con los sucesos de las islas Chincha, el bloqueo a las costas chilenas, la campaña de Chile, el bombardeo de Valparaíso y el combate naval de El Callao en la denominada Guerra del Pacífico (1863-1867).
Más de 1.600 días fuera de la patria. Como se decía entonces, una de las más interesantes y desconocidas páginas de nuestra historia naval y que hoy recordamos en nuestra sección.
Pero volvamos a diciembre de 1866. La 'Resolución' volvía a casa, y no en las mejores condiciones, un regreso lleno de adversidades con la pérdida del timón en el Cabo de Hornos y la dotación diezmada por el escorbuto. En situación crítica se lograría llegar a las Malvinas y desde allí a Río de Janeiro, para cruzar como un barco fantasma el Atlántico y tocar al puerto de destino que no era otro que el de Cartagena.
Desde hacía días se esperaba la arribada de este buque. El Ayuntamiento solicitó a los cartageneros que ofrecieran un recibimiento con honores a estos bravos marinos españoles por su intervención y heroísmo en la campaña del Pacífico.
Cuando finalmente la proa de la 'Resolución' asomó por la bocana, la noticia corrió por todos los rincones de la ciudad. Se anunció su llegada con bengalas y cohetes al mismo tiempo que todas las campanas repicaron y el entusiasmo de los cartageneros se puso de manifiesto congregándose en el puerto.
Pero quizás sea necesario seguir el relato de un libro que se imprimió en Cartagena al año siguiente, bajo el título 'El regreso a la Patria', de Manuel Martínez Alcaraz. Publicado en los talleres de Montells, es un impreso donde se relata la crónica de los festejos que la ciudad de Cartagena dispensó a la fragata 'Resolución' por la llegada a su puerto.
Se trata de una de las obras más bellas impresas en nuestra localidad, 84 páginas con cuatro espléndidas láminas a plena página, litografiadas en color y con un gran mapa desplegable, con una encuadernación en holandesa que para los especialistas del arte tipográfico es considerada la mejor obra impresa realizada jamás en Cartagena.
En esa crónica impresa se resalta las características técnicas de esta fragata de hélice, su historial y su campaña en el Pacífico, incluyendo su accidentado viaje de regreso. También una breve biografía de su capitán, Carlos Valcárcel Wssel de Guimbarda, al que se le considera hijo de esta ciudad, en donde tiene numerosos amigos y familiares.
A continuación, el relato pormenorizado de los actos de recibimiento preparados por Cartagena a la llegada de este barco: vítores, música, iluminación, la ciudad totalmente engalanada con colgaduras, multitud de embarcaciones que rodearon a la 'Resolución', discurso de las autoridades, recibimiento a la dotación en el Ayuntamiento, en donde se les ofrecieron refrescos dulces, pastas y grandes cantidades de chamán. Todo era poco para los héroes del Callao.
Por la noche y honor de los heroicos marinos, se escenifico una función dramática en el Teatro Principal, poniéndose en escena 'La rueda de la fortuna'. Terminada la obra y entre aplausos y ruidosas aclamaciones, se leyeron por los actores, varias poesías dedicadas a estos marinos en un tono muy patriótico.
En los días siguientes continuaron los homenajes por parte de la ciudad, un tedeum y un funeral y más recitales de poesía; también se realizó un baile en el Casino en honor a estos valientes hijos a los que asistió la más selecta sociedad cartagenera.
No falto un banquete en el Círculo Ateneo para los tripulantes de la fragata: «Ocupada la mesa por los marinos, en número de trescientos cincuenta, se principió a servirles la comida, consistente en varios guisos de ternera, aves y otros frescos, sazonados con abundancia de vinos, que se renovaban a cada instante». Se sirvió de todo lo que carecieron en la travesía de regreso.
Además, se repartieron obsequios a la tripulación por parte de los comerciantes de la ciudad.
Durante seis días, Cartagena se volcó con estos marinos al grito de «¡Vivan los valientes de la Escuadra Española del Pacífico!», «¡Vivan los de la fragata 'Resolución'!»
Fue el regreso a la Patria y después, el olvido.
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