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Eduardo Ribelles
Viernes, 11 de septiembre 2015, 12:23
Tras el aluvión de negocios de hostelería que inunda el casco antiguo desde 2011, sus principales calles afrontan ahora una segunda oleada comercial para recuperar su actividad, en la que el reciclaje de ese tipo de establecimientos se une a la apertura de más negocios de otros sectores. El supermercado 'exprés' que inaugura hoy sus instalaciones en la Puerta de Murcia, la tienda de ropa que lleva una semana en funcionamiento junto a la Cámara de Comercio, en la Plaza Castellini; el establecimiento de productos elaborados a partir de aceites de la calle del Carmen y el local que se reforma en los bajos del Gran Hotel para acoger una oficina de trabajo temporal son solo la punta de lanza de esta vuelta de tuerca en la revitalización de la zona más céntrica de la ciudad.
Juan Martínez
Carrefour Express
«Era necesario un supermercado bien provisto en esta zona. Abriremos una sección especial a deshoras de comida para llevar».
Esther Mateo
Propietarios Gestión Inmobiliaria
«Somos la única inmobiliaria que va a abrir oficina en el centro. Trabajar en red con otras 21 de la Región permite mejorar el servicio».
Lucía Audije
Lucía en Turquesa
«Ofrezco algo distinto a las franquicias. Género de algodón para niños y jóvenes, con diseño diferente, y ropa variada para mayores».
Jesús Serrano
Q'edamos
«El centro está saturado de mesones. Era el momento de evolucionar. Nos centraremos en desayunos, bocadillos y helados».
Juan Galera
Panaria
«Se ha llenado todo de sitios de caña y tapa. Aquí puedes desde comprar solo el pan, hasta hacer una comida completa».
«Fui testigo de la época en la que había mucho y buen pequeño comercio en el casco antiguo, hace décadas, porque trabajé en la tienda de ropa Jovelca, de la Puerta de Murcia, que cerró hace algunos años. Ahora regreso porque creo que de nuevo hay espacio para comercios de calidad», explicó ayer Juan Martínez, entre operarios que entraban y salían del local que ocupa su negocio de alimentación, franquiciado de Carrefour. El supermercado abre sus puertas en el que anteriormente estaba la tienda Benetton y tendrá ocho empleados. Sus promotores ya tienen experiencia, puesto que gestionan un centro similar en Los Alcázares desde 2013
Otro de los elementos que caracterizaban al tejido comercial del casco antiguo hasta ahora era la proliferación de franquicias de moda. El cierre de Mango y el mencionado de Benetton, aunque se mantenga el establecimiento para ropa de niños, ha hecho pensar a personas como Lucía Audije que puede haber sitio para otro tipo de prendas de un estilo más personal. Su establecimiento lleva nueve días abierto en la Plaza Castellini y ha engrosado, junto con PDF y D'Cler, que funcionan desde hace poco, el grupo de negocios dedicados a los tejidos en esta travesía. «Creo firmemente en que las calles transversales del eje principal pueden desarrollar un encanto y un interés importante. Pero tendremos que trabajar para que sea así y que vengan muchos clientes», aseveró. En el caso de Martínez, la apertura del supermercado es una especie de vuelta al principio de su carrera comercial; en el de esta mujer se trata del inicio de una aventura por su cuenta, tras cinco años en el paro. «Soy ingeniero de montes y licenciada en Ciencias Ambientales. Pero en esos sectores no hay trabajo. Así que he decidido comenzar con algo que siempre me ha llamado la atención y espero tener éxito», dijo.
Otra tienda que ha inaugurado este verano es la de La Chinata, que ofrece en la calle del Carmen todo tipo de artículos en los que el aceite interviene como materia prima, desde los gastronómicos hasta los cosméticos.
Junto a establecimientos como estos, que ya están en funcionamiento, hay otros en proyecto en locales que afrontan actualmente una profunda reforma. Así ocurre con el bajo del edificio del Gran Hotel, de grandes dimensiones y en el que, según fuentes de la obra, se proyecta la instalación de una oficina de una empresa de trabajo temporal. Otro en la misma situación es el de la antigua farmacia de la calle Mayor, esquina a Medieras. El edificio fue derribado conservando la fachada histórica hace muchos años y ahora tiene lugar la obra de reconstrucción interior. Varias fuentes del sector comercial indicaron que allí prevé instalarse una tienda de moda de una cadena nacional.
También hay un proyecto de instalación de una agencia inmobiliaria en la Plaza Juan XXIII. «Vamos a ser el primer negocio inmobiliario que abre una oficina en muchos años, en el centro de la ciudad. Es un síntoma de que el sector se recupera», explicó Antonio León, de Propietarios Gestión Inmobiliaria, que ya tiene una oficina en Castellini.
Relajación de los alquileres
Su testimonio no solo sirve para acreditar que hay espacio para que abran negocios de todo tipo en el casco antiguo; también confirma cómo crece la demanda de bajos comerciales en el centro y cómo han descendido los precios de los arrendamientos desde los últimos meses del año pasado, más o menos. «Las peticiones han subido un 40% y, aunque la mayoría son para instalar negocios de hostelería, la tendencia es que hay más sectores implicados. Para eso será muy importante lo que pase con la apuesta del supermercado Carrefour Express. La expectación por ver si funciona es muy grande, por lo que puede suponer», aseveró su compañera Esther Mateo.
Otras fuentes del ámbito comercial coincidieron con Mateo en que es ahora, siete años después del inicio de la crisis económica y cuando la recuperación comienza a ser tímidamente visible, cuando ha habido una rebaja efectiva en el precio que los propietarios piden por el alquiler de los bajos.
Hasta ahora estos precios se habían mantenido muy por encima de los valores reales de mercado. Eso había echado para atrás a quienes podían optar a alquilarlos. Los pocos que se atrevieron a hacerlo, no pudieron aguantar los gastos fijos y, en su mayoría, tuvieron que cerrar poco después. Las ofertas tampoco abundaban, cosa que no pasa ahora. Por eso muchos dueños prefieren el dinero en mano a la expectativa de lograr un alquiler mayor que no llega.
Plan Renove en hostelería
«Había que renovarse o cerrar el bar y dedicarse a otra cosa», explicó ayer Jesús Serrano, que colabora con su mujer Sara Hernández, propietaria de lo que hasta hace pocas semanas era el Mesón Pacuco y que en quince días abrirá como 'Q'damos', una nueva bocatería y heladería, que abandonará el concepto de tapa y caña. «Existen ya demasiados negocios de ese tipo. Era el momento de dar un giro. Se acabó el mobiliario en madera. Retranquearemos la fachada para tener una terraza como la de la cafetería del Teatro Circo. Y queremos aprovechar la próxima apertura del campus de Isen para servir bien a sus alumnos», explicó.
También los gestores del ultramarinos y multiprecio que abre las 24 horas en la Alameda de San Antón LSD han decidido abrir un negocio hostelero diferente en la calle del Carmen, en el enorme local que hay junto a la entrada del aparcamiento Huertas. Allí está prevista la inauguración, en un mes como máximo, de una cafetería con salón de té a la que se quiere dar un aire refinado de los que no abundan en esta parte de la ciudad.
Otro local que renueva su oferta es el de la Taberna Maricastaña. En este caso se trata de un giro hacia lo temático, con la ubicación de un establecimiento de la cadena Lizarrán, dedicada a los pinchos vascos.
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