La alcaldesa acabará su quinto mandato sin cumplir su promesa de bajar el agua

La promesa de bajar las tarifas del agua, realizada por la alcaldesa, Pilar Barreiro, el último verano, no será materializada a tiempo para que los ciudadanos noten antes de las elecciones del 24 de mayo la reducción del 7,1%, concretada a finales del año pasado. El motivo es la premura de tiempo para completar «un procedimiento que no se va a acelerar por motivos externos», según explicó una portavoz de Alcaldía. Así, actualmente son las reformas de Capitanes Ripoll, de Alfonso X y de la travesía de Los Dolores, financiadas por Hidrogea, las que dan testimonio de los beneficios millonarios del contrato del agua durante los últimos tres años.

La revisión del precio del agua va ligada al superávit de más de 2,5 millones que se presume que arrojará el balance de explotación del contrato en 2014. El expediente está actualmente en manos del interventor municipal. Cuando le dé el visto bueno, quedarán todavía varios trámites más para que pueda entrar en vigor esa rebaja. Además, uno de ellos depende de la Administración regional y, por tanto, escapa al control del Ayuntamiento.

«El exceso de ingresos (en la gestión del servicio) irá destinado a la rebaja de tarifas», aseveró Barreiro, el 18 de julio del año pasado. Su plan era asegurarle la reducción a las empresas, para estimular la actividad económica, y a las familias numerosas, como bonificación de tipo social. En virtud de la disponibilidad económica, esa reducción podría llegar, dijo, a más contribuyentes.

La primera edil no concretó un porcentaje de bajada en su propuesta estival. En diciembre, el concejal de Infraestructuras, Francisco Espejo, encargado de la tutela del contrato, aventuró que la rebaja sería general y de alrededor del 7,1%. El objetivo era contrarrestar la presumible subida de costes de comprarle el agua a la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que tampoco ha tenido lugar. Sin embargo, a día de hoy, las tarifas siguen como estaban en 2014.

El procedimiento obliga a un cambio en las ordenanzas fiscales y necesita de un mínimo de un mes para ser efectivo, según indicaron en enero fuentes de Alcaldía. Hay que reunir a la comisión municipal del agua, para dar el visto bueno a las cuentas de Hidrogea, previo informe del interventor. Allí se informará de su contenido a la oposición: PSOE, IU-V y Movimiento Ciudadano. La Junta de Gobierno local debe aprobar el cambio y el Pleno municipal, debatirlo. Por último, es necesario un dictamen de la Comisión Regional de Precios. Solo entonces se podrán imprimir y girar los primeros recibos del bimestre que corresponda. Aunque la decisión formal tenga lugar antes de los comicios del 24 de mayo, su aplicación dependerá de un nuevo Gobierno local y los ciudadano no la notarán hasta el recibo de junio, ni beneficiarse de ella con carácter retroactivo. Todo pese a que Hidrogea remitió los datos hace más de un mes.

Diez millones en tres años

Si se confirma el superávit previsto de 2,58 millones de euros de 2014, el contrato de Hidrogea acumulará alrededor de diez millones de beneficio industrial en la explotación del servicio del agua en los últimos tres años. Los primeros 4,2 se generaron en 2012, en un balance que no fue hecho público hasta enero de 2014, en la primera reunión con verdadero contenido de la comisión del agua. El Gobierno local lo consideró una ganancia extraordinaria derivada de la puesta en funcionamiento de la nueva refinería de Repsol y previó un plan de inversiones para gastarlo, pese a que la oposición ya le exigió que bajara las tarifas.

Las reformas de Capitanes Ripoll y de Alfonso X, actualmente en ejecución, están incluidas en ése programa. Hidrogea también realiza la transformación de las calles Floridablanca y Alfonso XIII de Los Dolores. En todas estas obras se está haciendo una renovación de las canalizaciones de agua potable y alcantarillado. Las de la Plaza de la Merced y las calles Beatas, San Cristóbal la Larga y aledañas han sido aplazadas.

En junio de 2014, una nueva reunión de la comisión del agua permitió conocer la existencia de un superávit de 2,6 millones, correspondiente a 2013. Fue entonces cuando el interventor dio la razón al PSOE, a IU y a Movimiento Ciudadano e indicó en un informe que el beneficio era estructural y, por tanto, era obligatorio destinarlo a bajar el recibo.

Las dudas de la oposición

Tras aquella reunión se llegó al acuerdo -también incumplido- de organizar un encuentro de la comisión del agua cada seis meses. Desde la oposición, tanto Julio Nieto (PSOE) como José López (MC) han puesto esta semana en duda que pueda haber una reunión que resuelva la rebaja antes de las elecciones. «Nos vamos a ir a mediados de 2015 sin que hayan cumplido su promesa. Y eso con más de dos millones y medio de euros disponibles», subrayó Nieto. «Esto demuestra que el control del contrato de Hidrogea no existe realmente. Yo ya advertí en 2012 y 2013 que algo fallaba en las cuentas y que las tarifas están hinchadas», aseveró López.

El precio aumentó un 3,2% aquel año, y un 4,7%, en 2013, pese al superávit de 4,2 millones del ejercicio anterior. En 2014 y 2015 se congeló.

El retraso en la subida prevista en el precio al que la Mancomunidad de Canales del Taibilla le vende el agua al Ayuntamiento ha evitado que el incumplimiento de la promesa soliviante a los ciudadanos. La presión ejercida por todos los municipios afectados ha surtido efecto y ese recargo no se ha aprobado aún.