Apuntes como abanicos en la UNED

«Me voy a estudiar a la biblioteca de Antiguones de la Politécnica, porque aquí no se puede estar. Hace un calor insoportable. Esto parece el desierto». Alfonso Pozo, estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en Cartagena, es uno de los muchos alumnos que estos días ha denunciado ante la dirección del centro la falta de aire acondicionado en las clases y las salas de repaso.

Esta semana los estudiantes de este centro regional, en el que están matriculados cerca de 6.000 personas, se enfrentan a los exámenes de recuperación de septiembre y son muchos los que optan por estudiar en las instalaciones de la calle Ingeniero de la Cierva. «Es inaguantable. Mientras reflexiono lo estudiado cojo el libro de Derecho Civil 1 y me abanico», admite Enrique Guixot.

Desde la delegación de alumnos solicitaron sin éxito el martes una reunión con el director del centro, Manuel Domínguez. «Hemos puesto reclamaciones y estamos recogiendo firmas. Solo queremos una explicación sobre lo que está pasando. Si es por los recortes, nos parece una barbaridad. Nos va a dar una lipotimia», explica José Madrid.

Y es que los universitarios achacan la situación a una de las medidas de ahorro que ha puesto en marcha la junta rectora para reducir sus gastos al mínimo, ante los problemas de financiación que tiene el centro regional de Cartagena. Este diario se puso en contacto ayer con la dirección de la UNED de Cartagena para conocer su versión de lo que sucede. Nadie contestó.

En la calle, mejor

Los exámenes de las 27 titulaciones que se imparten en Cartagena los hacen en la segunda planta del edificio. Cuando sus aulas están completas, el resto de alumnos suben a las de la tercera. «Para las pruebas sí que lo ponen, pero apenas se nota. Tienes que estar con el abanico en la mano si no quieres sudar. Sé que los que suben arriba no tienen aire. Allí sí que se pasa mal», según la estudiante de Psicología Silvia Hernández.

Las quejas son generalizadas. Incluso algunos trabajadores, que prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a posibles reprimendas, criticaron que el aire acondicionado esté parado estos días solo para ahorrar. Tampoco hay climatización en la cantina, por lo que los alumnos se ven obligados a salir a la calle para intentar tomar el fresco en las sombras.

«He pagado 1.200 euros de matrícula y ahora resulta que, además de no tener profesores ahora tampoco tengo aire acondicionado. Cuando me decidí por la UNED lo hice porque es más barato, pero al final te das cuenta de que apenas tenemos servicios», denuncia Jorge Milton, del grado de Psicología.

Los estudiantes esperan que cuando se reanuden las clases, la dirección cambie de actitud y todo vuelva a la normalidad. «No podemos pasar más tiempo en esta situación, es insostenible. Están haciendo que muchos alumnos que pagan religiosamente su matrícula se vaya a otras bibliotecas a estudiar», advierte la alumna Isabel Conesa.