Tráfico de hora punta en carretera de tercera

Con el tráfico de una carretera principal, pero con las prestaciones de un camino de servicio. La Avenida de los Cojos de Molino Derribao se ha convertido, desde el inicio de las obras de arreglo del Camino del Sifón, en una especie de válvula de escape y de atajo para los vecinos de Santa Ana y los alrededores. El volumen de coches se ha multiplicado tanto que los residentes han dado la voz de alarma ante la peligrosidad que supone circular por esta vía municipal y exenta de señalización, con curvas muy cerradas y sin apenas visibilidad, sin arcén, con un ancho en el que apenas cabe un coche y con un asfalto muy deteriorado.

Se trata de un camino, de aproximadamente kilómetro y medio, que une Molino Derribao con la calle del colegio de Santa Ana (RM-F37), que a la vez entronca con la rotonda de la Venta Valero. Ahora lo usan decenas de coches al día, sobre todo procedentes del residencial Santa Ana y del propio pueblo, para llegar a Cartagena y evitar tener que pasar por Los Dolores.

«Hasta ahora apenas pasaban coches, solo los dueños de los campos. Pero ahora, con el Camino del Sifón cortado, todos cogen este atajo para ir a Cartagena. Esta carretera no está para circular», admitió ayer Alfonso Conesa, dueño de una de las casas contigua a la senda. Los vecinos temen que pueda haber un accidente, porque se trata de una vía muy estrecha, con caídas a los lados en algunos tramos de casi un metro, y con los arcenes llenos de matorrales y piedras de los campos contiguos. Creen que el alto tráfico que soporta se debe a una falta de previsión por parte del Ayuntamiento a la hora de planificar la obra del Sifón.

«Para los vecinos no hay más salida hacia Cartagena que usar este camino, si no se quiere pasar por los semáforos de Los Dolores. Creemos que se podría haber previsto y haber arreglado de alguna forma el vial para que los coches circularan sin peligro alguno», comentó a este diario el presidente de la Asociación de Vecinos de Molino Derribao, Pedro Emilio Conesa.

Las obras del camino del Sifón no van al ritmo deseado. Tanto es así que el propio concejal de Infraestructuras del Ayuntamiento, Francisco Espejo, ha admitido que el cambio de canalizaciones de riego por unas más resistentes demorará «un mes» los trabajos.

«Viendo al ritmo que trabajan, creemos que se demorarán más. Mientras, los coches seguirán pasando por aquí. Lo que queremos es que pongan medidas de seguridad para evitar un accidente. Pero ya se sabe. Aquí, hasta que no pasan las cosas no se actúa», lamentó el presidente vecinal.

También teme que las obras del Sifón se solapen con las del arreglo de la travesía de Los Dolores. Pero el Ayuntamiento ya ha asegurado que no comenzarán hasta que no estén listas las del Camino del trasvase, antes de que acabe el año.