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Lunes, 22 de noviembre 2021, 11:40
Unas 200 personas de Granja de Rocamora, Abanilla y Ulea finalizaron ayer el recorrido, a pide, de los 120 kilómetros que separan la localidad alicantina de Caravaca de la Cruz. Los cuatro municipios comparten la devoción a sendos Lignum Crucis que se veneran en cada una de las localidades. Ayer recorrieron la última etapa, desde Bullas hasta basílica de la Vera Cruz en una ceremonia oficiada por el rector, Emilio Sánchez, y en la que estuvieron presentes los representantes de las instituciones religiosas que organizaban la peregrinación y una representación de los ocho Ayuntamientos que atraviesa este camino.
JUAN F. ROBLESUnas 200 personas de Granja de Rocamora, Abanilla y Ulea finalizaron ayer el recorrido, a pide, de los 120 kilómetros que separan la localidad alicantina de Caravaca de la Cruz. Los cuatro municipios comparten la devoción a sendos Lignum Crucis que se veneran en cada una de las localidades. Ayer recorrieron la última etapa, desde Bullas hasta basílica de la Vera Cruz en una ceremonia oficiada por el rector, Emilio Sánchez, y en la que estuvieron presentes los representantes de las instituciones religiosas que organizaban la peregrinación y una representación de los ocho Ayuntamientos que atraviesa este camino.
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JUAN F. ROBLESUnas 200 personas de Granja de Rocamora, Abanilla y Ulea finalizaron ayer el recorrido, a pide, de los 120 kilómetros que separan la localidad alicantina de Caravaca de la Cruz. Los cuatro municipios comparten la devoción a sendos Lignum Crucis que se veneran en cada una de las localidades. Ayer recorrieron la última etapa, desde Bullas hasta basílica de la Vera Cruz en una ceremonia oficiada por el rector, Emilio Sánchez, y en la que estuvieron presentes los representantes de las instituciones religiosas que organizaban la peregrinación y una representación de los ocho Ayuntamientos que atraviesa este camino.
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JUAN F. ROBLESUnas 200 personas de Granja de Rocamora, Abanilla y Ulea finalizaron ayer el recorrido, a pide, de los 120 kilómetros que separan la localidad alicantina de Caravaca de la Cruz. Los cuatro municipios comparten la devoción a sendos Lignum Crucis que se veneran en cada una de las localidades. Ayer recorrieron la última etapa, desde Bullas hasta basílica de la Vera Cruz en una ceremonia oficiada por el rector, Emilio Sánchez, y en la que estuvieron presentes los representantes de las instituciones religiosas que organizaban la peregrinación y una representación de los ocho Ayuntamientos que atraviesa este camino.
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JUAN F. ROBLESUnas 200 personas de Granja de Rocamora, Abanilla y Ulea finalizaron ayer el recorrido, a pide, de los 120 kilómetros que separan la localidad alicantina de Caravaca de la Cruz. Los cuatro municipios comparten la devoción a sendos Lignum Crucis que se veneran en cada una de las localidades. Ayer recorrieron la última etapa, desde Bullas hasta basílica de la Vera Cruz en una ceremonia oficiada por el rector, Emilio Sánchez, y en la que estuvieron presentes los representantes de las instituciones religiosas que organizaban la peregrinación y una representación de los ocho Ayuntamientos que atraviesa este camino.
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