Moros y cristianos recrean la historia en la Caravaca de la Cruz

Desde primeras horas de la mañana, la visita de la Vera Cruz a enfermos e impedidos llenó de emoción sus hogares. Unas horas después tuvo lugar el desfile de los pequeños caballistas por la Gran Vía y la carrera de los ponis junto a las murallas del Castillo. Por la tarde, la Gran Parada Desfile de Moros y Cristianos recreó el pasado medieval y la historia como tierra de frontera de la Ciudad de la Cruz.

Tras el pasacalles de la mañana, en el que participaron un total de 26 ponis, los pequeños también corrieron por la Cuesta del Castillo y cronometraron sus tiempos. La peña más rápida fue Mini Jabato, con una marca de 11 segundos y 13 milésimas, seguida de Mini Artesano, con 11 segundos y 50 milésimas, y Mayrena Junior, con 11 segundos y 88 milésimas.

Una representación del Bando de los Caballos del Vino con las dos Amazonas y una carroza con dos caballos enjaezados encabezaba el desfile de la tarde, que arrancó desde la avenida de la Constitución y recorrió la Gran Vía y la calle Puentecilla para finalizar en la plaza del Arco. La ciudad se sumergió en su pasado medieval inundando las calles de música, coreografías e historia. Unos 10.000 vecinos y visitantes abarrotaron las tribunas de la principal vía de la localidad.

Una explosión de colorido y belleza se fundió con las coreografías de los grupos y kábilas femeninas, y con caballeros y kabileños. Jóvenes y mayores dieron lo mejor de sí en este desfile. El Bando Cristiano estuvo presidido por sus reyes, Roberto Mateo, como Fernando III El Santo, y Patricia Fernández, como Beatriz de Suavia. También desfilaron los Infantes de Castilla, Sergio y Marta Marín. Bajo el pabellón cristiano, recorrieron las calles Los Cruzados de la Vera Cruz, el grupo de Maestres de Calatrava, las Mesnadas de Nobles Aragoneses, los Almogávares de Aragón, los Caballeros de Santiago, las Damas y Caballeros de San Jorge y Navarra y San Juan de Jerusalén.

Cerraron las filas cristianas las Damas Templarias y los Caballeros de la Soberana Orden del Temple. Al frente de las huestes agarenas iban los Sultanes, Francisco Martínez y Julia Martínez, que dieron vida a Ceyt Abuceyt y a la bella Aixa, cuyo desfile estuvo precedido de un gran boato. También recorrieron las calles los Sultanes Infantiles, Herminio Montiel y Nathalia Sáez. Abul Khatar abrió el desfile de las kábilas moras, que continuó con Abul Khatar, se exhibieron los Halcones Negros, las Esclavas Rifeñas y Rifeños; los Ceyt Abuceyt, Almorávides, las dos kábilas de Yusuf Ibn Abderramán Al- Fihiri, Anara Sweik Bedu y los Alhakem.

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