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Arturo García Agüera, de 33 años y con estudio en Cartagena especializado en el cliente extranjero, ha ocupado el cargo de secretario de la Junta ... de Gobierno con el actual mandato. Cuenta con ese bagaje, que le ha permitido «conocer de primera mano los retos y los problemas del colectivo». Uno de sus objetivos es atraer al Coamu a las nuevas generaciones de profesionales, reivindica la promoción de vivienda social y asequible, y plantea que el Colegio proporcione herramientas de valoración de costes por proyectos que permitan a los colegiados establecer «honorarios dignos», independientemente del tipo de encargo.
Por su parte, Antonio Ángel Clemente García (Murcia, 1952), que cuenta con más de cuatro décadas de profesión, confía en su experiencia para desde el Colegio dar respuesta «a las inquietudes y necesidades de todos los arquitectos, ejerzan su profesión como y donde la ejerzan». El candidato de Acción Coamu, exjefe de servicio de Ordenación del Territorio de la Comunidad, aboga por una institución profesional abierta que, en colaboración con las administraciones, aporte «ideas y soluciones» a los problemas y necesidades sociales. Ante la falta de vivienda, propone más suelo y ayudas públicas.
¿Qué medidas sugiere para hacer frente al problema de la vivienda?
Arturo García: Se trata de un problema complejo que debe abordarse desde múltiples frentes. Por un lado, está el componente económico de la inversión necesaria para construir viviendas en un contexto de alta demanda, escasez de suelo y encarecimiento de los materiales y la mano de obra. Al tratarse de una emergencia social de primer orden, deben adoptarse medidas que alivien el proceso edificatorio de cargas económicas, como la reducción de impuestos y tasas, que pueden incrementar los costes hasta en un 25%. Por otro lado, es imprescindible trasladar a las administraciones la necesidad de incentivar la rehabilitación del parque existente, poner suelo público a disposición para vivienda social que facilite el acceso a los más vulnerables, así como establecer un marco de colaboración público-privada que promueva la vivienda asequible en venta o alquiler.
Antonio Ángel Clemente: Se trata de un problema muy complejo y un derecho constitucional, por lo que las Administraciones Públicas deben abordarlo sin más dilación. No existe una única solución pero sí múltiples formas de abordar el problema. Una de ellas está recogida en el Título IX de la Loturm: «Cumplimiento de las obligaciones de urbanizar, edificar, conservar y rehabilitar», por el que se pueden expropiar aquellos solares urbanos que sus propietarios los tengan sin edificar en los plazos legalmente previstos y sacarlos a subasta pública. Otra forma es la de agilizar los procedimientos administrativos para urbanizar. No es de recibo que un plan urbanístico tarde de diez a quince años o más para su aprobación definitiva. Se necesitan suelo y ayudas públicas.
¿Cómo se plantea lograr que el Coamu sea un espacio atractivo para los profesionales más jóvenes?
A. G.: El Colegio de Arquitectos debe posicionarse como un centro de servicios de primer nivel para los colegiados. Consideramos que ya es el principal referente de formación continua especializada para profesionales de la arquitectura en la Región. Además de fomentar las distintas actividades culturales, formativas y comerciales, habilitaremos espacios específicos dentro de la sede para impulsar el emprendimiento y programas de mentoría y asesoramiento en los primeros pasos del ejercicio profesional. Creemos que una nueva forma de comunicarnos es esencial para mejorar el alcance de la información, lo cual resulta fundamental para que todos los interesados puedan beneficiarse de las actividades que se desarrollan en el Colegio.
A. Á. C.: El Colegio debe dar soluciones profesionales para todos en general y para los jóvenes en particular. Nuestra profesión ya no se ejerce de una misma forma; no todos los jóvenes arquitectos abren estudio propio, muchos trabajan para otros arquitectos o empresas. Desde el Colegio trabajaremos para que sus condiciones de trabajo sean justas. Por otra parte, los jóvenes terminan su carrera cargados de ilusiones y el Colegio debe poder encauzarlas, exponiendo su talento creativo, propiciando su participación en concursos de arquitectura para jóvenes arquitectos, como, por ejemplo, el concurso europeo Europan, que fue un éxito en la Región durante las convocatorias en las que participamos. Tampoco vamos a olvidar la formación continua y la especialización, que el Colegio debe propiciar.
¿Qué medidas son necesarias para mejorar las condiciones de los profesionales que ejercen la arquitectura en todas sus vertientes?
A. G.: El arquitecto es un profesional que, sin duda, aporta valor con su trabajo. La situación económica de los últimos años nos ha enseñado a ser resilientes y a adaptar nuestros estudios de arquitectura a los nuevos tiempos, incorporando conceptos innovadores como las redes de colaboración por proyectos o la especialización en determinados campos. Aun así, se trata de una profesión liberal, con una competencia significativa. Por ello, creemos fundamental que el Coamu proporcione herramientas de valoración de costes por proyectos, que permitan a los colegiados establecer honorarios dignos, independientemente del tipo de encargo. Además, debemos posicionarnos institucionalmente en favor de la mejora de las condiciones en las licitaciones públicas de servicios de arquitectura.
A. Á. C.: Es necesario hacer ver a la sociedad que la vida urbana se desenvuelve en espacios públicos y privados diseñados por arquitectos, y que no podemos renunciar a la calidad de esos espacios. La escala, la proporción, la relación entre los distintos elementos que lo configuran, el tratamiento del espacio y la luz, son los materiales de nuestro trabajo; saber cómo utilizarlos para producir espacios seguros, bellos y habitables requiere años de estudio y dedicación. La sociedad debe reconocer que ese esfuerzo, conocimiento y experiencia requiere que nuestros honorarios (palabra que proviene de honor) sean dignos y justos. Por otra parte, es preciso confiar en los profesionales que son capaces de encontrar soluciones a las necesidades que se les plantean.
¿De qué manera puede contribuir el órgano colegial a la construcción social? ¿Debe abrirse más a la sociedad?
A. G.: La dimensión social de la arquitectura y su enorme impacto en la ciudad son innegables. Nuestra sociedad, además, enfrenta grandes desafíos, como el cambio climático y el envejecimiento del parque inmobiliario, especialmente en los cascos históricos. Como colegio profesional, tenemos la función de representación, por lo que debemos estar presentes y participar en los foros y organizaciones donde podamos aportar la voz del colectivo, no solo como generadores de soluciones, sino también como defensores del valor que nuestra profesión aporta a la sociedad. De forma recíproca, estamos plenamente abiertos y receptivos a que la ciudadanía se acerque al Colegio: que nos consulte, nos informe, debata y participe con nosotros en la construcción de ciudad.
A. Á. C.: El Colegio de Arquitectos es una entidad de derecho público y, como tal, debe contribuir a la mejora del espacio público, al espacio de todos, colaborando con las administraciones, aportando ideas y soluciones a problemas urbanísticos, y siendo crítico también, por qué no, con la inacción ante problemas o necesidades sociales relacionadas con la arquitectura y el urbanismo. Por supuesto, nuestro Colegio debe estar abierto a toda la sociedad y constituirse en un cauce de participación y reivindicación urbanística y territorial de la sociedad, para ello vamos a crear en la sede colegial una oficina de iniciativas ciudadanas, donde recogeremos y canalizaremos todas aquellas iniciativas que partan de los ciudadanos y que puedan contribuir a la mejora de nuestras ciudades.
¿Qué nuevos servicios y prestaciones puede ofrecer el Colegio a los asociados de todos los municipios?
A. G.: El Coamu ya dispone de una amplia oferta de servicios en áreas como el asesoramiento tecnológico, biblioteca, formación, jornadas comerciales, actividades culturales, publicaciones, entre otros. Para garantizar el acceso a todos los colegiados, facilitaremos un repositorio en línea y transmisiones en directo. Queremos que nuestra sede en Murcia sea un lugar principal de encuentro e intercambio, dinamizando las relaciones entre los colegiados y la sociedad. Para evitar que se resienta el sentimiento de pertenencia en otros municipios, impulsaremos más eventos locales en otras ciudades principales de la Región, mediante convenios y colaboraciones con agentes municipales.
A. Á. C.: El Colegio debe velar, en primer término, porque nuestros colegiados puedan ejercer su profesión de la mejor forma posible, residan en donde residan y la ejerzan como la ejerzan, por ello el Colegio debe dar respuesta a sus necesidades y reivindicaciones. Vamos a potenciar el Centro de Asistencia Tecnológica CAT, como apoyo técnico activo a los arquitectos, vamos a crear talleres de formación continua, vamos a darle al Visado de Proyectos un carácter de ayuda a la redacción de los mismos, vamos a crear una Oficina de Asesoría Técnica para la organización de los estudios de arquitectura, trabajaremos con los ayuntamientos para unificar criterios legales y agilizar las licencias urbanísticas y canalizaremos las reivindicaciones profesionales de nuestros colegiados, entre otras.
¿Se ha planteado poner en marcha nuevas formas de participación de los asociados?
A. G.: Nuestros estatutos establecen claramente los medios oficiales de participación, como la Asamblea General, que se celebra dos veces al año. Además, existen canales de comunicación directa con todos los departamentos colegiales a través del registro de entrada y salida, desde el Centro de Asesoramiento Tecnológico hasta la Junta de Gobierno. También se realizan encuestas sobre temas relevantes, como las preferencias formativas o la situación laboral de los colegiados, de las que obtenemos información valiosa. Proponemos incorporar foros de debate semestrales sobre cuestiones clave de la profesión, con el objetivo de fomentar el diálogo entre compañeros y construir, entre todos, el Colegio que queramos.
A. Á. C.: Por supuesto, es necesario y fundamental que todos participen en lo que queramos que sea nuestro Colegio y el ejercicio de nuestra profesión. El Colegio no es la Junta de Gobierno, lo somos todos los colegiados. Por ello, vamos a darle mayor importancia en nuestras asambleas a las propuestas de los colegiados, vamos a fomentar las agrupaciones actuales de Urbanistas, Peritos y Funcionarios y a crear otras nuevas en función de las diversas formas de ejercicio profesional, queremos que los arquitectos tengan espacios adecuados de participación que nos enriquezcan. Además, ante cualquier necesidad que surja, crearemos comisiones de estudio, y pondremos en marcha todas aquellas iniciativas que los colegiados propongan. Que todos sientan el Colegio como propio, es nuestro objetivo.
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