Bernabé: «El PP ya contaba con una 'tarjeta parental' porque estaba en nuestro programa electoral»

El senador del PP, Francisco Bernabé, reconoció que Vox «tiene un 'pin parental'» pero recordó que el Partido Popular «tenía ya una tarjeta entera parental, porque entraba dentro de nuestro programa y no es algo de lo que tengamos que arrepentirnos ni avergonzarnos en ningún momento». Bernabé respondió así este lunes en una rueda de prensa al ser preguntado por las declaraciones del secretario general del PSRM-PSOE, Diego Conesa, que criticó la visita del líder del PP este domingo a Murcia diciendo que era «la imagen de la claudicación de un partido al 'Pin Abascal'».

En este sentido, Bernabé destacó que esta medida, de hecho, «está incorporada en el pacto de gobierno que se suscribió hace un año en Andalucía y está también en el acuerdo firmado en Murcia». «Nosotros vamos a defender siempre la libertad de los padres», según Bernabé, quien sostuvo que los hijos «son de los padres, no del Estado», práctica que atribuyó a «regímenes totalitarios, comunistas y bolcheviques, como el de Fidel Castro, que decía que los hijos son de la patria».

«No, los hijos son de los padres y los padres debemos tener la libertad de decidir cómo queremos educar a nuestros hijos», defendió Bernabé, quien aclaró que los contenidos sujetos a este 'pin parental' son «materias extracurriculares, no asignaturas regladas, que son iguales para educación pública, la concertada o la privada».

Así, puntualizó que «nadie va a decir a un profesor cómo tiene que dar matemáticas, lengua o historia», sino que «estamos halando de aquellas otras materias impartidas por personal ajeno a los centros educativos que no son los profesores de nuestros hijos y que acuden a poder hablar, por ejemplo, una charla sobre toros, tal y como decía este domingo el presidente del PP, Fernando López Miras».

Y es que, añade, la tauromaquia «es Bien de Interés Cultural (BIC) en la Región de Murcia». De hecho, Bernabé dice ser personalmente «partidario de los toros», pero entiende que «puede haber otros muchos padres a los que no les gustará que sus hijos acudan a una charla sobre toros».

«De ahí que se tenga que dar la autorización por parte de los padres», según el senador 'popular', quien insiste en que va a defender la libertad de los padres en «todo aquello que esté fuera de la enseñanza reglada, porque los hijos sí que son de sus padres, con independencia indudablemente de lo que es la potestad educativa y los contenidos que fijan las administraciones en cada lugar».

El senador del PP, Francisco Bernabé, lamentó que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «ha decidido convertir Portmán en el Auschwitz del medio ambiente y enterrar bajo millones de toneladas de residuos y estériles contaminantes el futuro de la comarca de la Sierra Minera, perpetuando, de este modo, a la bahía como el mayor museo de los horrores medioambientales, jamás visto en la Unión Europea».

«Con esta decisión, se condena a los 30.000 habitantes de La Unión y del resto de localidades de la Sierra Minera a quedarse sin futuro durante al menos los próximos diez años», según afirmó Bernabé en una rueda de prensa en la que compareció acompañado de la portavoz del Partido Popular de La Unión, Sofía Manrubia, y la concejala del PP en ese Ayuntamiento, María Hermógenes.

Bernabé lamentó que la regeneración de la bahía de Portmán es el proyecto estratégico más antiguo que queda por resolver en la Región de Murcia. Recordó que, «tras 25 años de espera, en 2011 fue el Gobierno de España del PP el que licitó las obras de regeneración, que comenzaron en 2016 con un presupuesto de 33 millones de euros».

Las obras se desarrollaron «con total normalidad» hasta abril de 2019, cuando el Gobierno de Pedro Sánchez «decidió pararlas de forma total e indefinida invocando, para ello, la supuesta inviabilidad del proyecto en ejecución y la necesidad de acometer uno nuevo», según Bernabé, quien añadió que, tras la paralización, hay que emprender de nuevo la redacción de un proyecto «sumamente complejo para conseguir la Declaración de Impacto Ambiental de las obras».

Así, lamentó que la redacción de un nuevo proyecto «va a conllevar, en el mejor de los casos, diez años más sin que allí se mueva una sola pala, porque el Ministerio tiene que volver a licitar la redacción del proyecto, adjudicarlo, que se redacte y que se tenga que someter a un largo y complejo proceso de declaración de impacto ambiental». En caso de que sea positivo, habría que abrir un proceso de licitación de las obras para reanudarlas.

Desde el PP no se entiende cómo Teresa Ribera, siendo secretaria de Estado de Medio Ambiente, «en 2011 decía que era un magnífico proyecto y, ahora que es ministra, el proyecto actual no cuenta para nada y hay que hacer uno nuevo». Así, se pregunta «cuándo nos ha mentido la ministra».