El autor de un homicidio usa su alegato final para pedir perdón

Christian Leonardo P. S., el autor confeso de la muerte a navajazos de un joven, aprovechó ayer su alegato final para pedir disculpas por el crimen a los allegados de la víctima, especialmente a sus padres, su viuda y su hijo, de 14 años.

El juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Alicante contra este ecuatoriano de 29 años quedó ayer visto para sentencia. En la primera sesión de la vista, Christian Leonardo confesó que, en julio de 2008, mató de un navajazo en el corazón a un compatriota en la localidad alicantina de Novelda. El homicida confeso también relató cómo se ocultó durante nueve años en la pedanía pachequera de Roldán bajo la identidad de su hermano.

Previsiblemente, a lo largo del día de hoy dicho jurado se pronunciará sobre la culpabilidad del enjuiciado. Posteriormente, el magistrado-presidente del tribunal, José Daniel Mira-Perceval, determinará la pena correspondiente. Con toda probabilidad, el jurado popular determinará que es culpable, sobre todo porque en las dos sesiones previas de la vista Christian Leonardo admitió que, con una navaja, acabó con la vida de Ricardo Vladimir M. U. Alegó, no obstante, que lo hizo mientras huía, para defenderse y sin intención de matar.

El acusado explicó que, en la medianoche del 7 de julio de 2008, había bebido durante horas. En una calle, se encontró con otro joven con el que su hermano había tenido problemas e iniciaron una discusión. Según su versión, el otro llamó a otro grupo cercano y estos se le «abalanzaron», por lo que se sintió «amedrentado» y con «miedo», ante lo cual emprendió la huida pero le alcanzaron.

En un momento dado, explicó que sacó el llavero, donde tenía una navaja de unos tres centímetros de hoja y, sin saber bien cómo, pero en todo caso tratando de apartarles, hirió mortalmente de una puñalada a la víctima, Ricardo Vladimir M. U. El acusado recalcó que «jamás» tuvo intención de causar la muerte, aunque emprendió la huida «sin mirar más atrás».

Tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares de los padres, la viuda y el hijo de la víctima mantuvieron su petición de una pena de 14 años de cárcel por un presunto delito de homicidio. Reclaman, además, hasta 150.000 euros de indemnización para la familia. La defensa, por su parte, sostuvo que los hechos constituyen un presunto delito de homicidio imprudente y reclamó una pena de un año de prisión.