La asignatura de Religión, en retroceso: los alumnos matriculados vuelven a bajar en la Región de Murcia

El desapego de los estudiantes murcianos por la materia de Religión Católica se arrastra desde hace unos años, pero ha sido en los tres últimos, con la aplicación de la reforma de la Lomloe, cuando ha comenzado a acelerarse. A pesar de la caída, los colegios e institutos de la Región mantienen censos de estudiantes matriculados en Religión más saneados que en el resto de España, donde la caída es mayor. El pasado curso, poco más del 55% de los estudiantes españoles optaron por la materia confesional, dos puntos menos que en el anterior año académico.

Con la reforma educativa, la progresiva secularización de la sociedad y el creciente multiculturalismo en las aulas han ido diezmando los censos de estudiantes de Religión.

En la Diócesis de Cartagena, donde trabajan de forma activa desde hace años para frenar el descenso de alumnos en la Región con campañas especiales, consideran que las causas del declive son multifactoriales. La primera, la secularización de la sociedad en uno de los países europeos donde más ha retrocedido el cristianismo en las últimas décadas. Lo refrendan los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas, publicados hace solo unos meses, que revelan que el 76,6% de los ciudadanos de la Región de Murcia aseguran no practicar ninguna religión, una cifra en la que son mayoría los católicos, ya que se definen como tales pero nunca acuden a un oficio religioso cerca del 38,3% de la población de la Comunidad.

El estudio destacaba además que los jóvenes son cada vez menos religiosos. El 13,6% de entre 18 y 29 años y el 12,9% de entre 30 y 39 años practican una religión, una cifra mucho menor que la que se da en rangos de edad superiores, que va en ascenso progresivo hasta alcanzar el 37,7% a partir de los 70 años. Además, la cifra de ateos se ha triplicado en las últimas décadas. Solo el 8% de los mayores de 70 años se consideran ateos, mientras que entre los jóvenes de 18 a 29 años esta cifra es del 25,6%. «La secularización de la sociedad está teniendo incidencia, y aunque en la Región en menor medida, también se percibe», asegura el delegado de Enseñanza de la Diócesis de Cartagena, José Ruiz, a quien le inquieta el hecho de que «no se percibe un rechazo, sino más bien indiferencia».

La progresiva secularización de la sociedad, argumenta en catedrático de Sociología de la Universidad de Murcia (UMU) Juan Ortín, es fruto de «la modernización iniciada desde la llegada de la democracia. Su desinstitucionalización en la sociedad es clave para el avance de la secularización», asegura.

El avance de la multiculturalidad en las aulas también incide, ya que la proporción de alumnos de otras religiones matriculados en las aulas ha ido en ascenso. De hecho, la Administración regional ofrece desde hace años clases de Religión Islámica. Según datos de la Consejería de Educación, unos 2.000 alumnos en Infantil y Primaria, y cerca de 1.000 en Secundaria Obligatoria y Bachillerato, reciben formación en Religión Islámica en municipios como Cartagena, Lorca, San Javier y Torre Pacheco. Según datos de la Comisión Islámica de España, basados en un estudio demográfico de Ucide, en la Región hay 28.236 alumnos musulmanes cuyas familias demandan la inclusión de esta asignatura en el horario escolar. En la Consejería de Educación solo tienen constancia de 6.000 estudiantes que lo hayan solicitado. Sea cual sea la cifra, el reparto de los estudiantes entre otras religiones -también se imparte Evangélica- reduce el número de matriculados en la Católica. El sociólogo Juan Ortín asegura que, en el caso de la Religión Islámica, la cultura musulmana «tiene mayor penetración social y cultural».

La reforma educativa de la Lomloe también ha contribuido a la sangría de estudiantes, que ya había comenzado, pero desde que comenzó a aplicarse ha cogido ritmo. La 'ley Celáa' relegó la asignatura de Religión, que dejó de ser obligatoria, la calificación no cuenta para las becas y medias, ni tiene una materia espejo obligatoria. La pérdida de estatus regulada por el Gobierno central, aunque ha sido minimizada en la Región, donde la asignatura de Religión mantiene su horario completo, con dos horas a la semana para los alumnos que la escojan, ha tenido incidencia entre los estudiantes, especialmente en Secundaria y Bachillerato.

La Consejería de Educación culpa de manera frontal al Ministerio de la rebaja de estudiantes: «La asignatura de Religión debería ser evaluable, con una asignatura espejo que del mismo modo debería ser evaluable. De esta forma todas las asignaturas, incluida la de Religión, mantendrían el mismo nivel de dignidad y consideración en el currículum», reivindican desde la Administración regional.

La valorización de la asignatura ha estado expuesta en los últimos años a la batalla y el rédito político, lo que ha ido propiciando cambios y polémicas en todas las leyes educativas aprobadas en las últimas décadas. Mientras el PSOE resta presencia a la asignatura en las aulas haciéndola no evaluable, como ha ocurrido con la última reforma educativa, el PP da marcha atrás a esad medidad en cuanto recupera las competencias estatales en materia educativa.

El descenso no ha ocasionado recortes entre la plantilla docente hasta ahora, ya que la aplicación de los nuevos horarios a los profesores, que han reducido su carga horaria en los últimos años, ha permitido mantener el cupo actual, aseguran desde la Diócesis de Cartagena.