La Arrixaca ya realiza la tercera parte de los trasplantes cardíacos en asistolia de España

La donación en asistolia nació como alternativa al descenso de órganos procedentes de pacientes en muerte cerebral. Estos nuevos donantes son personas que se encuentra en UCI por diferentes motivos y entran en una fase irreversible, de forma que la muerte pasa a ser inevitable. Cuando eso sucede, y si las familias acceden a la donación, se procede a retirar el soporte vital, de forma que cuando se produce la parada cardiorrespiratoria, los cirujanos pasan a extraer los diferentes órganos.

Los programas de donación en asistolia comenzaron en España en 2009, y La Arrixaca se sumó en 2014. Pero hasta 2020 se descartaba el corazón en estas donaciones, dado lo especialmente sensible que es este órgano. El Puerta de Hierro de Madrid se convirtió en el primer hospital en llevar a cabo un trasplante con un corazón donado en asistolia, y La Arrixaca realizó, en junio de 2020, la segunda de estas intervenciones en España. Desde entonces, la Región se ha colocado en cabeza de la decena de hospitales que en todo el país practican operaciones de este tipo.

Las dos intervenciones realizadas este verano en un plazo de apenas 24 horas dan fe de la buena marcha del programa en La Arrixaca. «Estos dos trasplantes seguidos han exigido mucha coordinación. Normalmente hay rotación del personal, pero en plenas vacaciones no hubo turnos», explica Sergio Cánovas, jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular. No solo fue un reto para los cirujanos, enfermeros o anestesistas. También, y muy especialmente, para la UCI, encargada del seguimiento a los dos pacientes. «En ambos casos la evolución ha sido muy buena. Uno de los pacientes estuvo tres días en Cuidados Intensivos, y el otro, cinco», detalla Carlos Albacete, jefe de sección de UCI.

La solidaridad de dos familias que decidieron donar los órganos de sus seres queridos ha permitido dar vida a una mujer de unos 50 años y a un hombre de 69, que se han recuperado sin complicaciones. Son dos ejemplos más de los buenos resultados que está dando el trasplante cardíaco de donante en asistolia. «Al principio, empezamos con mucha prudencia: con donantes muy jóvenes, con corazones en muy buen estado y con el menor tiempo de isquemia posible. Pero estas intervenciones están yendo tan bien que ya hemos aumentado la edad, y nos planteamos la posibilidad de utilizar corazones donados en otras regiones», explica Sergio Cánovas. Esto supondría un paso más en el programa.

De momento, en los trasplantes de corazón donados en asistolia, el órgano suele quedarse en el mismo hospital o al menos en la misma ciudad, salvo en Canarias, donde sí hay traslados entre islas. El pasado mes de noviembre se llevó a cabo en La Arrixaca un trasplante con un corazón procedente del Morales Meseguer. «Pero fue todo casi tan rápido como si la extracción se hubiera realizado aquí, en La Arrixaca. Nos trajimos el órgano en muy poco tiempo, con la colaboración de la Policía», recuerda Cánovas.

En el trasplante cardíaco infantil, sin embargo, sí hay ya traslados entre comunidades de órganos donados en asistolia. Hasta la fecha se han realizado seis intervenciones de este tipo en toda España, y uno de los donantes era de la Región de Murcia. En breve, el intercambio entre comunidades empezará a ser más habitual también en adultos, pronostica el jefe de Cirugía Cardiovascular.

En todos estos avances ha sido clave el papel de los equipos para la oxigenación de la sangre por membrana extracorpórea (ECMO). Tras el fallecimiento, se conecta al donante a uno de estos equipos, lo que permite mantener los diferentes órganos, incluido el corazón.

Gracias a estos ECMO, y a la coordinación de un equipo experimentado, los corazones donados en asistolia representan ya casi la mitad de todos los que se trasplantan en La Arrixaca. «Esto ha supuesto una reducción significativa de la lista de espera en Murcia», subraya la cardióloga Iris Garrido, coordinadora del programa de trasplante cardíaco. «En menos de tres meses, la mayoría de pacientes pueden someterse a esta intervención», detalla. Esto es importante porque se trata de enfermos que sufren habitualmente un rápido deterioro. Largas esperas se traducen en un peor estado cuando toca entrar al quirófano y, por tanto, en un peor pronóstico.

«Cada mes, cada semana que pasa, supone un deterioro para los pacientes: pierden masa muscular, están desnutridos, el riñón comienza a fallar. Gracias a la reducción de las esperas, los pacientes llegan en mejor estado, y hay mayor supervivencia», resume Garrido.

Los anestesistas cardíacos Antonio García Candel y Fernando Juesas son testigos de estos mejores resultados. «Lo que estamos comprobando es que el manejo de los pacientes que son trasplantados con estos corazones donados en asistolia es más sencillo. El órgano se encuentra en mejores condiciones y los tiempos de isquemia son muy cortos», explican.

Cuando comenzó el programa, había cierta incertidumbre. Pero «para nuestra sorpresa, vimos que después de la parada, el corazón se recuperaba inmediatamente; es espectacular», cuenta Sergio Cánovas. Asistir al momento en que un corazón empieza a latir de nuevo para dar vida a otra persona «es un privilegio», confiesa el jefe de Cirugía Cardiovascular.