La Arrixaca aplica la primera terapia CAR-T contra el cáncer en la Región

Las terapias CAR-T son consideradas el mayor avance en décadas en la lucha contra los cánceres hematológicos. Se basan en la 'reprogramación' de linfocitos T del propio paciente para que sean capaces de reconocer y destruir las células malignas. A mediados de 2018, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó dos primeras terapias celulares CAR-T, dirigidas al tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda y del linfoma difuso de células B grandes. En 2019, el Ministerio de Sanidad acreditó a ocho hospitales en toda España como centros de referencia para estas nuevas terapias. La Región se quedó fuera de esta primera selección, pero La Arrixaca cuenta con una larga trayectoria en investigación en terapia celular y siguió trabajando. Ahora ha llegado el fruto de tantos esfuerzos, con el primero de estos tratamientos en la Región.

Pero la trascendencia de este paso va más allá, porque la terapia está dirigida a un paciente con mieloma múltiple en el marco de un ensayo clínico que trata de demostrar si la inmunoterapia CAR-T es también eficaz contra esta enfermedad. El mieloma múltiple es un cáncer de células plasmáticas cuyo pronóstico ha mejorado notablemente en los últimos años. Sin embargo, en muchos pacientes los tratamientos terminan fracasando. Es el caso de Roque Vicente, quien el año pasado recibió un trasplante de médula que no consiguió frenar la enfermedad.

En el mieloma múltiple, las células tumorales tienen antígenos específicos en su membrana celular, como el BCMA (B Cell Maturation Antigen). El Clínic de Barcelona ha desarrollado la tecnología para sintetizar el primer CAR-T anti-BMCA de origen académico en Europa, y La Arrixaca ha sido el primer hospital en probar este tratamiento en un paciente.

«Se trata de una colaboración muy relevante. Esto para Murcia es importantísimo. Es fruto de un equipo multidisciplinar muy preparado, con participación de numerosos servicios de La Arrixaca», destaca José María Moraleda.

Al paciente le fueron extraídos los linfocitos T con un procesador celular, una máquina de aféresis que permite separar los componentes de la sangre. Después, las células se enviaron criopreservadas al Clínic, donde mediante una vector viral se les introdujo información genética para que ellos mismos fabriquen una molécula sintética, el CAR (del inglés 'chimeric antigen receptor'), que se deposita en la superficie de la membrana celular y actúa como un receptor específico contra un antígeno tumoral. En este caso concreto, contra el BCMA.

Una vez preparada la terapia, las células CAR-T fueron trasplantadas al paciente en La Arrixaca en tres inyecciones, la última de ella suministrada el pasado lunes. Los resultados son prometedores. El paciente ha tenido de momento efectos secundarios muy leves, sin que se haya desarrollado una reacción inflamatoria grave. Además, se ha detectado una reducción de los biomarcadores. La revolución de las CAR-T ha llegado a La Arrixaca, y lo ha hecho para quedarse. El equipo de Moraleda sigue trabajando en colaboración con el Clínic, principal referencia en España en este campo, y aspira a ser acreditado en breve como centro de referencia por el Ministerio.