Los análisis de la Comunidad aseguran que el Mar Menor se mantiene «estable» tras las lluvias

La laguna ha recibido desde el 1 de marzo a través de la rambla del Albujón 1,33 hectómetros cúbicos de agua cargada de lodo, lo que ha supuesto un 40% de todo el volumen que desembocó en el Mar Menor por este cauce el año pasado. "Los datos reflejan que el Mar Menor mantiene su equilibrio ecológico", afirman fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, quienes aseguran que la falta de precipitaciones intensas durante los últimos meses y las "continuas actuaciones por parte de la administración regional" han dotado al ecosistema de "una resiliencia suficiente para amortiguar dicho episodio".

La toma de muestras y monitorización del Mar Menor realizadas por la Comunidad reflejan que la salinidad ha caído menos de un punto, hasta ubicarse en 42,08 gramos por litro, mientras que la clorofila está dentro del umbral 'bueno/moderado' con 1,13 mg/m³. En cuanto al oxígeno, cabe destacar que se mantiene en 7,90 mg/litros, lo que supone que "se mantiene en valores altos pese a su ligero descenso (7,28%)". El oxígeno se mantiene un punto por encima respecto a la misma época en 2024.

La turbidez sí que se ha incrementado por la entrada de barro y las corrientes generadas por las lluvias, pero Medio Ambiente espera que este parámetro "se restablezca una vez finalizado el temporal y se reduzca la llegada de sedimentos desde la cuenca vertiente". Respecto al acuífero, se ha registrado un ascenso del nivel freático de hasta 34 centímetros en algunos puntos, "indicando una recarga del acuífero". Este incremento también ha influido en la entrada de nutrientes.

El Grupo de investigación en Ecología y Ordenación de Ecosistemas Marinos Costeros de la Universidad de Murcia también llevó a cabo muestreos en la laguna a finales de la pasada semana. El equipo de investigadores, coordinados por el catedrático Ángel Pérez Ruzafa, encontró una estratificación de la columna de agua en torno a la desembocadura del Albujón, entre Los Alcázares y Los Urrutias. Su evolución "dependerá del volumen de agua que siga entrando desde la rambla", comenta el experto a LA VERDAD, ya que se generan una capa de agua dulce y otra salada, una encima de la otra, y complica el intercambio de oxígeno entre ambas.

Ruzafa advierte de que la llegada de agua se mantendrá durante meses debido a la recarga de la cuenca y del acuífero por las lluvias. Esto podría suponer una bajada de la salinidad progresiva pero también la proliferación de más algas por la llegada de toneladas de nutrientes. "Todo estará condicionado por la subida de las temperaturas y cuánta extracción de biomasa se realice si la producción de esta es excesiva" en un momento donde la población de los municipios costeros crecerá por la Semana Santa y la llegada del verano, "lo que complicará el estado de la laguna por la mayor presencia de fósforo".

El impacto de estas precipitaciones, recuerda el catedrático, "se minimizaría si se autorizara la extracción de agua del acuífero antes de una dana o temporal", para aliviar la presión de la masa de agua subterránea sobre el Mar Menor. Ruzafa pide "anticiparse a los problemas" y "ver el potencial de los pozos y de la actividad agrícola que puede consumir ese agua". Opina el investigador que las administraciones "se obcecan en no tomar medidas" para evitar la entrada de nutrientes a la laguna.

Las medidas de control y limpieza establecidas por la Consejería continúan en marcha "para mitigar cualquier posible deterioro y garantizar la estabilidad del ecosistema lagunar". El Gobierno Regional ha desplegado entre el día 1 al 11 de marzo 560 efectivos, los cuales se han encargado del saneamiento del litoral del Mar Menor (retirada de biomasa). "Durante estos 10 días se han extraído 206 toneladas de algas, cañas y otros elementos acumulados por el temporal en distintas zonas de la línea de costa", explican desde la Comunidad.