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Casi dos de cada diez jóvenes murcianos de entre 18 y 24 años han colgado los libros sin una formación que les permita enfrentarse en condiciones al mundo laboral. Los últimos datos sobre abandono educativo temprano publicados este viernes por el Ministerio de Educación han vuelto a sacar los colores a la Región, con el peor registro de España, inferior incluso a los de Ceuta y Melilla.
Los jóvenes de la Región vuelven a liderar la tasa española de abandono educativo temprano, que se ha desbocado en la Comunidad en 2022 un punto y medio, hasta alcanzar el peor registro del país y agrandar en cinco puntos la brecha con la media nacional, que, aunque sube ligeramente, queda en el 13,9%, muy por debajo de la Región. La tasa de abandono educativo temprano hace referencia al porcentaje de chicos de 18 a 24 años que no han completado la Educación Secundaria de segunda etapa (Bachillerato o FP superior) y no siguen ningún tipo formación.
La Región empeora sus resultados por primera vez en una década, después de mejoras consecutivas que habían logrado alejar el fantasma de la baja cualificación de los jóvenes murcianos.
Los malos resultados pueden responder en parte al 'efecto pospandemia'. La crisis sanitaria logró retener a los estudiantes murcianos formándose en las aulas, ante la falta de expectativas laborales que no requieran formación. De hecho, los alumnos de la Región lograron en 2021 la tasa más baja de abandono educativo temprano desde que existen registros, un 17,3%, y aunque seguía lejos de la media española, se acortaron distancias. Un 'espejismo', una vez superada la pandemia, que rompe la buena tendencia de los últimos años de forma abrupta. En 2004 dejaban los estudios prematuramente casi la mitad de los murcianos, un 43% largo, y el 32,2% de los españoles. Desde entonces, la tasa de abandono fue cayendo (con ligeros repuntes algún año) hasta el 17,3% de 2021, que queda ya atrás con los malos resultados de 2022. El porcentaje de jóvenes que han tirado la toalla en la Región alcanza, según la última encuesta de la EPA, el 18,7%, un punto y medio más que el pasado año y cinco más que la media nacional, que queda en el 13,9%. En España, en 2022, el abandono educativo se ha incrementado en un 0,6%, también quebrando los progresos de los últimos cursos.
La tendencia a colgar los estudios de los murcianos es compartida por las regiones mediterráneas (Baleares, Cataluña y Comunidad Valenciana son las tres autonomías que siguen a la Región con peores registros). Una coincidencia que se explica por las oportunidades laborales que no requieren formación (en la hostelería, la agricultura y la construcción) que ofrecen esas autonomías. En la Consejería de Educación coinciden con esa tesis y resaltan que «las comunidades del arco mediterráneo presentan características similares tanto en la configuración de su población como en su estructura productiva». Educación puso este viernes en valor la unión de las competencias de Educación y Empleo, «que responde precisamente a la necesidad de incrementar la empleabilidad de nuestros jóvenes a partir de la formación y será, sin lugar a dudas, una línea prioritaria de actuación para el Gobierno regional a corto plazo».
La comparación de las tasas por comunidades dibuja de forma nítida dos áreas: el norte, con resultados muy positivos (el País Vasco y Navarra no llegan al 6%), y el sur, que presenta registros por encima del 15%.
Las diferencias por género también son significativas: frente al 16,5% de abandono entre los chicos, las mujeres quedan en el 11,2% de media en España. Las diferencias son incluso más acusadas en la Región, donde el 23% de los chicos han dejado de estudiar después de completar la ESO y no siguen cursos de Bachillerato ni FP. La tasa de chicas que abandonan es sensiblemente inferior, del 13%, diez puntos menos que sus compañeros varones.
En el año 2022 el abandono temprano de la educación y la formación en España se sitúa en el 13,9%, lo que supone respecto al año anterior (13,3% en 2021) un aumento de 0,6 puntos porcentuales. Comparando con el año 2012, hace una década, cuando el porcentaje de abandono era del 24,7%, se ha producido una bajada de 10,8 puntos, habiéndose reducido el peso del colectivo de abandono en un 43,7%.
En el año 2022 la diferencia entre el dato de los hombres (16,5%) y el de las mujeres (11,2%) sigue siendo muy significativo. Por comunidades, se sitúa también por debajo de la media de la UE 27 de 2021 (9,7%), Comunidad Foral de Navarra (5,7%) y Cantabria (8,9%), y muy próximas Galicia (9,9%) y Castilla y León (9,9%). Otras siete comunidades se sitúan por debajo del 15% y otras siete quedarían entre el 15%. El peor resultado es de la Región de Murcia.
Los alumnos de la Región lograron en 2021 la tasa más baja de abandono educativo temprano desde que existen registros, un 17,3%, y aunque seguían lejos de la media española se acortaron distancias y hubo una mejora.
La tasa de abandono educativo temprano en 2021 alcanzó su cifra más baja en España, un 13,3% de jóvenes de 18 a 24 años que no habían completado la segunda etapa de Educación Secundaria (FP de Grado Medio, Básica o Bachillerato) y no seguían ningún tipo de formación. Se trató de un descenso de 2,7 puntos respecto al año anterior, igualando la mayor caída desde el año 2000 en puntos porcentuales y la mayor como porcentaje de variación.
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