Alfonso XIII se va al exilio

Cartagena. Exactamente, su puerto, fue el último suelo español que pisó el rey Alfonso XIII, bisabuelo del actual monarca Felipe VI, antes de embarcarse en el crucero de la Armada que en la madrugada del 15 de abril de 1931 le llevaría rumbo al exilio tras proclamarse la República. Un acontecimiento histórico del que LA VERDAD informó ya en su edición de ese día, así como en la de la jornada posterior.

El soberano –relata la noticia del periódico en su portada, como «detalles interesantes»–, salió de Madrid rumbo a la ciudad portuaria «a las nueve menos veinte minutos de la noche», acompañado únicamente por el almirante José Ribera. Aunque «daban escolta también otros tres automóviles, con fuerzas de la Guardia Civil». Mientras que su familia, la Reina Victoria Eugenia y sus hijos, lo harían en tren al día siguiente en dirección a Francia.

Igualmente, se concretaba que «a las cuatro de la mañana llegó Don Alfonso» a Cartagena, donde lo esperaban «algunas personalidades y muchos curiosos», además de una compañía de soldados de Infantería de Marina.

No obstante, aunque las crónicas periodísticas de esos días apuntaban a que se iba a Inglaterra, la realidad es que el barco con Alfonso XIII a bordo se dirigió a Marsella, donde lo esperaba el embajador español en Francia, avanzando desde allí a París, donde se reencontraría con su familia.

Las páginas impresas también resaltan con minuciosidad el momento de convulsión política que se vivía, con protestas, manifiestos revolucionarios y 'campaneos'. Un ejemplo fue lo vivido al constituirse el ayuntamiento republicano en Murcia, donde se retiró el retrato del Rey para poner el del revolucionario Antonete Gálvez.