Desinformar sin rubor

Cualquier parecido del Mar Menor con esas aguas interiores de Florida, tres lagos interconectados en un estuario costero llamado Indian River Lagoon, es bastante remoto. Si uno ha estado allí, compartirá esta observación. Sus aguas ocupan una franja de 251 kilómetros de longitud, muy urbanizada en sus orillas y con una fuerte industria turística. Por su flanco interior, esta gigantesca masa de agua está rodeada por cinco parques estatales de Florida y cuatro refugios federales que cobijan miles de especies de vida silvestre.

Comparte, eso sí, con el Mar Menor que sus aguas también están eutrofizadas por la entrada de nutrientes. Uno de los mayores expertos sobre este problema en aguas costeras se llama Brian Lapointe e investiga en el Instituto Oceanográfico Harbor Branch de la Florida Atlantic University. Hace unos días participó en un seminario organizado por el grupo de investigación en la UMU del exalcalde Miguel Ángel Cámara, a donde fue invitado por quienes a la postre querían que apuntara que la eutrofización del Mar Menor está causada, como en el Indian River Lagoon, por las aguas residuales, lo que no llegó a decir, según testigos que asistieron a la mesa redonda.

Aun así, varios medios digitales publicaron la versión interesada de los promotores de esta nueva operación de desinformación, a la que contribuyó la UMU, para indignación de varios de sus profesores que han estudiado nuestra laguna. Lo que no recogían esos medios es que, a diferencia del Mar Menor, donde la falta de alcantarillado es puntual (Bahía Bella), más del 50% de las aguas residuales de ese estuario, donde viven un millón de personas, acaba en fosas sépticas, como señala Lapointe en uno de sus últimos estudios.