Las agresiones sexuales se dispararon un 144,5% en la Región en 2018

La foto fija de la delincuencia en la Región, tomada el 31 de diciembre pasado, ofrece en esta ocasión más zonas de sombra que de claros. El panorama, de hecho, resulta mucho más que sombrío si se atiende al espectacular aumento que experimentaron las diligencias penales a lo largo de 2018, con un 21,91% más que en 2017. Un tremendo salto que difícilmente se explica por el solo hecho de que se haya puesto en marcha un registro más exhaustivo y que exista una mayor concienciación ciudadana, como ayer apuntó el fiscal Superior de la Región, José Luis Díaz Manzanera, a la hora de buscar una justificación a esta circunstancia que no sea, simplemente, que se han disparado los delitos o, cuando menos, las denuncias de los afectados.

«No aprecio que ese aumento de las diligencias se corresponda con un agravamiento importante de la inseguridad ciudadana», vino a señalar el máximo representante del Ministerio Público en la Región.

Sea cual sea la razón, las diligencias penales abiertas en los juzgados murcianos el año pasado experimentaron un fortísimo incremento en prácticamente todas las tipologías delictivas, salvo la referida a la violencia ejercida contra las mujeres, que mostró un leve y esperanzador descenso, del 2,8%, por vez primera en años. Pese a ello, el problema de los malos tratos sigue estando muy lejos de quedar erradicado, en virtud de los 6.520 procedimientos incoados. Muchas de estas causas, hasta 2.291, se abrieron por delitos de quebrantamiento de condena por parte de los maltratadores, que de forma creciente incumplen las resoluciones que les imponen alejamiento de las víctimas o prohibición de comunicarse con ellas. En otros casos, la apertura de diligencias se debió a situaciones de maltrato familiar puntual y lesiones (2.550), maltrato habitual (681), amenazas (105), coacciones (14) y acoso (9).

También cayeron los popularmente denominados delitos de sangre, como los homicidios y asesinatos, que pasaron de los 15 de 2017 a los 12 del año siguiente (-20%), lo cual constituye otro de los escasos datos positivos de la Memoria del Ministerio Fiscal.

Particularmente preocupantes resultan las estadísticas sobre delitos sexuales, que se dispararon hasta un 79,4% el año pasado, alcanzando los 1.061 procedimientos en los juzgados frente a los 591 del año 2017. En concreto, fueron denunciadas 423 agresiones sexuales, un 144,5% más que el ejercicio precedente, y seis violaciones (un 100% más que en 2017), mientras que los abusos sexuales crecieron un 49,1% (hasta los 337 casos).

La utilización de menores de edad con fines sexuales también constituye un fenómeno al alza, según los datos oficiales de la Fiscalía. Hubo 15 casos denunciados de utilización de niños y niñas con fines pornográficos (por 4 casos en 2017, casi un 400% más); se registraron 15 denuncias de corrupción de menores (por ninguna el año anterior); se abrieron 87 diligencias por abusos sexuales y 38 por agresiones sexuales a menores y hubo 11 casos conocidos de acoso a través del teléfono o de internet, por solo dos en 2017.

Las oleadas de robos en viviendas y comercios, que los vecinos de un creciente número de localidades murcianas vienen denunciando de manera recurrente desde hace largos meses, han tenido también su reflejo en la estadística de la Fiscalía Superior. Así, los llamados delitos contra el patrimonio, como los hurtos, robos y atracos, se incrementaron un 32,8%, hasta provocar la apertura de 11.456 diligencias en los juzgados de instrucción.

Los delitos contra la libertad, como las detenciones ilegales y secuestros, las amenazas y coacciones, se incrementaron un 52,2%, hasta provocar la apertura de casi 2.000 diligencias.

Y por lo que respecta a los delitos contra la salud pública, especialmente los de tráfico de drogas, tuvieron una subida del 31,5%, con 743 causas abiertas en los juzgados de la Región.

Uno de los apartados más interesantes es el que se refiere a los delitos contra la seguridad vial, que motivaron el año pasado el encarcelamiento de 39 conductores por sus graves conductas. Los delitos relacionados con el volante también aumentaron un 36,67%, con 1.883 diligencias por conducción bajo los efectos del alcohol y 1.090 por ir al volante careciendo de permiso.

Desde la Fiscalía de Murcia se está impulsando una propuesta consistente en que los conductores de patinetes y de bicicletas eléctricas, que administrativamente no están considerados vehículos a motor, sean castigados como si llevaran un coche o una moto cuando su comportamiento ponga en grave riesgo la integridad o la vida de las personas. También cuando circulen ebrios o lo hagan tras consumir drogas.