Acuamed hace una revisión puntual de sus desaladoras para comprobar la seguridad

El presidente de Acuamed, Francisco Javier Baratech, manifestó ayer que espera el informe del operador de la instalación con las conclusiones del fabricante de los tubos. Esta mañana se reunirá en Madrid con responsables de Aqua Ambiente, la empresa del grupo Veolia encargada de gestionar la desaladora, con el fin de tomar una decisión. El criterio inicial de Acuamed es que «la desaladora no se puede parar», por lo que ha pedido a la empresa que haga todo lo posible para que siga funcionando. «Se pueden tomar muchas medidas sin poner en riesgo a los trabajadores, ya que la seguridad es una prioridad para todos», destacó Baratech. «Esperamos que esto pueda hacerse, salvo que exista una razón de peso que obligue a paralizar la planta», precisó.

El presidente de Acuamed detalló que hasta que sucedieron los hechos «no tenían noticias de que podía existir el riesgo de que reventara» un tubo de ósmosis. La desaladora de Valdelentisco quedó ayer prácticamente parada, a la espera de los informes técnicos.

Baratech indicó que está muy avanzado el proyecto para ampliar las instalaciones, que incluirá una sustitución y renovación de parte de los equipos. Dicho proyecto, que forma parte del plan de desalación del Ministerio, se licitará probablemente el próximo verano, por lo que las obras no comenzarían hasta final de 2024 o principios de 2025. No obstante, el incidente podría acelerar algunos trámites. Una de las cuestiones que deberá valorar Acuamed es si la actual instalación puede aguantar los dos próximos años, o debe acometer una renovación de emergencia de los equipos.