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Joaquín Robles, Pascual Salvador, Luis Gestoso, Iván Espinosa de los Monteros, Santiago Abascal, Javier Ortega Smith, Francisco José Carrera, María Isabel Campuzano y Juan José Liarte, ayer en Murcia.

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Joaquín Robles, Pascual Salvador, Luis Gestoso, Iván Espinosa de los Monteros, Santiago Abascal, Javier Ortega Smith, Francisco José Carrera, María Isabel Campuzano y Juan José Liarte, ayer en Murcia. NACHO GARCíA / AGM

Abascal emplaza a solucionar desde Madrid el bloqueo político en la Región

Pablo Casado acepta la oferta del presidente de Vox para cerrar hoy la investidura de López Miras, pero Albert Rivera le da calabazas

Martes, 9 de julio 2019, 03:52

El presidente nacional de Vox, Santiago Abascal, se puso ayer a los mandos de la negociación política en la Región y emplazó a los líderes nacionales de Partido Popular y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, a reunirse hoy en el Congreso de los Diputados para desbloquear entre los tres la investidura de Fernando López Miras como presidente de la Comunidad Autónoma. Pablo Casado recogió inmediatamente el guante y se mostró dispuesto a acudir a la cita, pero Albert Rivera, aunque abre ahora la puerta a que sus negociadores autonómicos se sienten en la misma mesa con representantes del partido ultraconservador, rechaza asistir.

Santiago Abascal desembarcó por sorpresa en la capital murciana en la mañana de ayer acompañado por sus hombres de confianza como el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, y el secretario general y concejal en Madrid, Javier Ortega Smith. La intención era mostrar un respaldo público a sus cuatro parlamentarios en la Asamblea y al negociador en la Región, Luis Gestoso, puestos en la picota tras impedir la pasada semana en la Asamblea Regional la reelección del candidato autonómico del PP.

El responsable de la formación ultraconservadora, que se enteraba en Murcia de que PP y Cs empleaban en la Comunidad de Madrid el mismo 'modus operandi' que en la Región (firmar un acuerdo para repartirse las consejerías y dejar fuera a Vox, pese a exigirle sus votos), lanzaba dos propuestas para superar la situación de parálisis política. La primera opción consiste en la firma de un documento programático entre PP, Ciudadanos y Vox, renunciando este último grupo a entrar en el gobierno para pasar «a la leal oposición». Pero si Cs persiste en su negativa a suscribir acuerdos con Vox -una actitud que Abascal define como «apartheid»-, lo que plantea el líder de la derecha radical es que, con la finalidad de evitar un ejecutivo «de la izquierda más extrema y radicalizada que hemos conocido en democracia», sea el Partido Popular el que gobierne en solitario, sacando adelante la investidura con el voto favorable de Vox (suman 20 diputados frente a los 19 de PSOE y Podemos) y la abstención de Ciudadanos (seis escaños).

El líder ultraconservador plantea que gobierne el PP en solitario si Cs insiste en vetarles

«Trágala, Vox»

Abascal denunció tanto el «chantaje» que considera que le hace Cs al exigirle sus votos gratis como «la equidistancia, trampas y mentiras» que, a su juicio, caracterizan la actuación del PP tanto en la Región como Madrid. «Lo que pretenden es un 'trágala, Vox'», criticó. Recordó que Cs preside los parlamentos de Andalucía, Madrid y Murcia gracias al apoyo de su partido y que el mismo Albert Rivera que ahora rechaza cualquier contacto con él era un asiduo de las conferencias organizadas por la Fundación en Defensa de la Unidad de la Nación Española (Denaes), que presidió el ahora líder del partido de derecha radical.

«He despejado mi agenda y desde las ocho de la mañana estaré en el Congreso con la mano tendida para conseguir que el Frente Popular no llegue al poder en la Región de Murcia y la Comunidad de Madrid, que es nuestro principal objetivo», subrayó Abascal.

El presidente nacional de Vox tuvo un gesto con la formación naranja al condenar el «acoso» que varios miembros de Cs, entre ellos Inés Arrimadas, sufrieron el sábado en Madrid por parte «del 'lobby' LGTBI». Tras tildar de «chavista» al ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, por sus declaraciones previas a la marcha del Orgullo (que en Cs consideran el detonante de los incidentes), recordó que su partido vivió una situación parecida en Murcia durante un mitin celebrado en otoño. Entonces, radicales se concentraron en la puerta del hotel Nelva «con la complicidad del delegado del Gobierno» (en aquel momento Diego Conesa) para lanzar improperios a los asistentes y frivolizar con el secuestro de José Antonio Ortega Lara, dirigente de Vox, por parte de ETA. «Entonces nadie se solidarizó con nosotros», reprochó ayer Santiago Abascal.

«Nos volveremos a reunir»

Al presidente de Vox le respondió la portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos en la Asamblea Regional, Isabel Franco, que siguió el argumentario marcado por Rivera desde Madrid. Franco exigió al partido de derecha radical que «deje de sobreactuar, se baje del caballo y abandone los vetos, los insultos y las pataletas», con el fin de facilitar «la aplicación de los acuerdos de centro, liberales y reformistas que Ciudadanos ha firmado con el PP tanto en Murcia como en Madrid». La portavoz considera que «Vox tiene una oportunidad de rectificar la peligrosa deriva en la que entró la pasada semana y salirse del tripartito 'contra natura' en el que había entrado de manera irresponsable».

La dirigente naranja rememoró que su formación «ya estuvo cinco horas con sus representantes, explicándoles las ventajas del acuerdo programático y de gobierno rubricado con el PP», por lo que «no tenemos ningún problema en volver a reunirnos con Vox si es para que rectifique, salga de su error, nos deje trabajar y facilite un gobierno de centro, liberal y reformista para la Región». «No podemos seguir perdiendo el tiempo» apremió Franco, que advierte de que el acuerdo programático con el PP, con diez áreas y 72 medidas, «no se va a cambiar».

La coordinadora de Cs en Lorca se une a la lista de bajas en el partido

«No me voy porque yo haya cambiado, sino porque Ciudadanos ha cambiado». Así concluye el comunicado con el que la coordinadora local en Lorca y miembro del comité autonómico de Cs, Irene María Ruiz Alcázar, anuncia su dimisión de todos sus cargos orgánicos y su baja como militante de la formación naranja. «Los motivos de renuncia no son personales, ni profesionales; simplemente, no puedo continuar en un proyecto político con el que ya no me siento identificada a causa de los últimos acontecimientos a nivel local, regional y nacional, así como por la estrategia política llevada a cabo tanto a nivel interno como externo en los últimos tiempos», señala el escrito de la que fuera número dos de la candidatura municipal en Lorca, donde Cs gobierna el Ayuntamiento tras llegar a un acuerdo con los socialistas. A juicio de Ruiz Alcázar, Cs «está dejando de lado los pilares fundamentales de la regeneración democrática o el primar los intereses de los ciudadanos frente a los personales o partidistas». «Deseo que en algún momento Ciudadanos retome el rumbo que no debió perder nunca», insiste la excoordinadora, que se suma así a la lista de bajas en la formación naranja debido a la decisión de Rivera de priorizar los acuerdos con el PP.

«Teodoro García Egea ya no es un interlocutor válido»

Las palabras que dedicó a Vox el jueves de la pasada semana, cuando les llamó «ultraderechita cobarde» y acusó a sus diputados regionales de saltarse las órdenes de la dirección nacional para abstenerse, van a pasar factura al secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, a quien Santiago Abascal ya no considera «interlocutor válido» para negociar. El ciezano fue el encargado de cerrar los acuerdos con Vox que permiten a los populares gobernar la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Madrid, pero ha perdido la confianza de estos tras lo ocurrido en la Región el pasado jueves, «cuando dijo muchísimas cosas», reprochó Abascal. El presidente de Vox negó que diera órdenes a sus representantes en la Región para que se abstuvieran en la segunda votación de la sesión de investidura de Fernando López Miras y desmintió también que siguiera en directo el debate junto a Pablo Casado, aunque sí admitió que estuvo reunido ese día con el presidente del PP. Fuentes del Partido Popular regional mostraron su descontento por el trato que el dirigente ultraconservador dispensó ayer a Teodoro García, destacando el trabajo que ha realizado este durante los últimos días para que sea posible un acuerdo en la Región.

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