La banda de 'El Karateca' almacenaba un arsenal dotado con fusiles de asalto

'El Karateca' estaba listo para ir a la guerra. En los registros de los dos pisos que poseía en el residencial Verona II de Puebla de Soto, la Policía Nacional intervino armamento militar, como dos fusiles de asalto (cetmes), además de cinco escopetas, dos rifles de caza, un fusil mauser, una 'recortada', una pistola de 9 milímetros, un arma de aire comprimido, una pistola eléctrica, munición a espuertas, miras telescópicas y un machete de 25 centímetros de hoja. En la comisaría de Alcantarilla sabían que en la 'Operación Pitón' iban a incautar mucha marihuana, pero les sorprendió el arsenal que poseía el supuesto cabecilla de esta banda, especializada en la producción y comercialización de 'maría'.

«Es una de las operaciones más importantes del año en la Región por la cantidad de armas incautadas y el dinero intervenido», resaltó el jefe superior, Cirilo Durán, mientras felicitaba al Grupo de Policía Judicial de Alcantarilla en el complejo policial de Sangonera la Verde, donde ayer se presentó la droga y el armamento intervenido. El delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís, explicó que la 'Operación Pitón' se ha saldado con la incautación de 281 kilos de marihuana, de los que 249 eran cogollos secos listos para su venta y cuyo valor oscila entre 350.000 y 400.000 euros.

La investigación se inició en octubre de 2015, después de que el presunto líder de la banda, Pedro S.G., 'El Karateca', inaugurase Gogotem Las Vegas en el Polígono Oeste, una discoteca equipada con barra americana para que las camareras protagonicen bailes sensuales.

«A partir de ahí le localizamos, fuimos recopilando datos y vimos que retomaba su actividad delictiva», detalló el jefe de la comisaría de Alcantarilla, Alberto Benavente. Tras dos años de seguimiento, el operativo se precipitó el pasado domingo al recibir un soplo: «El desmantelamiento de esta organización se ha producido a raíz de una llamada alertando de una transacción de droga».

El despliegue policial en el residencial Verona II de Puebla de Soto fue tan contundente y rápido que pillaron en el garaje a 'El Karateca', junto a otros cuatro hombres, manipulando supuestamente los bajos de una furgoneta. Dentro de este vehículo los agentes localizaron numerosos baúles con material para montar escenarios, pero en dos de ellos detectaron cuarenta bolsas con 17 kilos de cogollos de marihuana.

Fajos de billetes de 500 euros

El primer piso registrado de la 'Operación Pitón' fue el domicilio en el que Pedro S.G. reside con su pareja, de nacionalidad rumana. Los investigadores supieron que iban a sacar petróleo nada más comprobar que la vivienda tenía una doble puerta de acceso y que una de ellas era acorazada y tenía una mirilla electrónica, con cámara de grabación integrada, para controlar a quienes subían a la tercera planta y vigilar el piso de enfrente, «que funcionaba como laboratorio e invernadero». La vivienda incluso disponía de sensores de movimiento.

Tras horas de registro, la Policía Judicial dio con la tecla: un falso techo en el cuarto de baño. En su interior había fajos de billetes de 500 y de 200 euros, hasta sumar 330.000 euros en metálico. Entre el dinero también había más de 2.000 leus rumanos en billetes de 200. La supuesta venta de marihuana no solo le había permitido amasar esta pequeña fortuna: también disponía de una colección de 46 relojes (Michael Kors, Armani...) y su pareja tenía un joyero rebosante de pulseras de oro y plata, cadenas, anillos, pendientes...

La primera arma la encontraron en el pasillo de la entrada del domicilio conyugal, donde había un paragüero con un bastón aparentemente inofensivo, pero que en realidad ocultaba un afilado estoque con el que defenderse de alguna visita inoportuna. El piso de enfrente supuestamente estaba alquilado, pero en realidad hacía las veces de 'caleta' para ocultar la droga que allí mismo se producía a destajo: lámparas halógenas, equipos de ventilación, once garrafas de abono líquido... La droga obtenida la pesaban en una balanza digital y la envasaban al vacío en paquetes con selladoras térmicas. Fue en este segundo piso donde los agentes, según precisó Benavente, descubrieron el arsenal de 'El Karateca'. «Consideramos que este tipo de armamento pertenece a una organización de una cierta complejidad», señaló el comisario. Próximamente, la Policía Nacional someterá las armas a diversas pruebas para saber cuál es su procedencia y si las comercializaban.

¿Dónde está el Maserati?

Durante el registro del piso 'caleta' se intervinieron 15 teléfonos móviles para tratar de evitar pinchazos policiales, así como material de espionaje. Es el caso de una cámara que se podía colocar en el portal para vigilar el acceso al residencial o un bolígrafo y un reloj equipados con microcámara. Además, tenían elementos de contraespionaje para detectar micrófonos y tres balizas para colocarlas en los coches y controlar vía GPS los portes de 'maría'. «No sabemos aún las posibles ramificaciones que pueda haber», dijo el jefe de la Comisaría sobre la posibilidad de que vendiesen droga en autonomías limítrofes, incluso en el extranjero.

Lo que tienen claro los investigadores es que cada uno de los siete arrestados tenía un papel bien definido. 'El Karateca' es el supuesto cabecilla, y los otros presuntamente se ocupaban de las tareas de cultivo, recolecta, venta y distribución de la sustancia. Para los portes disponían de cinco turismos y una furgoneta, que también han sido intervenidos. No obstante, la Policía Nacional está tratando de localizar ahora un Maserati.

En el registro del tercer piso, propiedad de la mujer del encargado de mantenimiento del residencial, localizaron «algunos elementos de la logística». Los arrestados, cinco hombres y dos mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y 47 años, fueron puestos ayer a disposición judicial por los supuestos delitos de tráfico de drogas, depósito de armas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.