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Julián Mollejo
Domingo, 2 de abril 2017, 00:54
El presidente regional, Pedro Antonio Sánchez, ha decidido afrontar personalmente el debate de la moción de censura y no delegar en ningún miembro del Consejo de Gobierno el duro trance de responder al torrente de críticas que caerá sobre él desde el inicio de la sesión parlamentaria.
A tres días del comienzo del debate, varias incógnitas siguen sin despejarse, entre ellas la más relevante: si Ciudadanos respaldará finalmente la iniciativa del PSOE para echar a Sánchez de la presidencia de la Comunidad y poner en su lugar al líder socialista, Rafael González Tovar. Otra de las dudas que persisten, si el jefe del Ejecutivo dimitirá a última hora para que su partido pueda seguir al frente de la Comunidad con otro candidato, trató de despejarla ayer Sánchez centrándose en la preparación del debate.
Pedro Antonio Sánchez podría delegar en un consejero la primera intervención en la sesión del miércoles por la mañana, pero ha decido ser él el que suba a la tribuna de oradores de la Asamblea Regional. «Quiere asumir toda la responsabilidad y llevar el peso del debate desde el primer minuto», indicaron ayer fuentes próximas a San Esteban.
Dicha sesión se iniciará con la intervención de un representante del PSOE que deberá justificar la presentación de la moción de censura, papel que recaerá posiblemente en el diputado regional Emilio Ivars, según se comenta en las filas socialistas, si bien el propio Ivars aseguró ayer que aún no está decidido.
«Estafa a los murcianos»
Le responderá por el Consejo de Gobierno el presidente regional, que ya ha solicitado información a miembros del Ejecutivo para preparar su discurso. Este primer turno de Sánchez, para el que, al igual que el diputado socialista que le preceda, no tendrá límite de tiempo, se estructurará en tres ejes, indicaron las fuentes consultadas.
El presidente regional tratará en su discurso inicial de desacreditar el posible Gobierno tripartito a que daría lugar el triunfo de la moción de censura, basándose en las fuertes discrepancias políticas existentes entre sus integrantes, lo que, a juicio del Ejecutivo, sería «una estafa a los murcianos». Otro apartado lo dedicará a dirigirse a los votantes de Ciudadanos y advertirles sobre las consecuencias políticas que tendría un hipotético apoyo de sus diputados a la moción de censura.
La defensa de la justicia, el estado de derecho y la presunción de inocencia será otro de los capítulos del discurso de Sánchez, quien además no dejará pasar la ocasión de hacer balance de su gestión en los casi dos años de legislatura, con especial atención a la creación de empleo y las reformas emprendidas.
La sesión del miércoles concluirá con la intervención del candidato a la presidencia propuesto en la moción de censura, el socialista Rafael González Tovar, para exponer su programa de gobierno.
El jueves, en la segunda jornada, y tras la intervención de los portavoces de los cuatro grupos parlamentarios, el presidente tendrá la oportunidad de volver a intervenir y entrar de lleno en un debate cuerpo a cuerpo con Tovar, quien le sucederá en el turno de palabra.
Los populares siguen trabajando de cara al debate como si no hubiera 'plan B', convencidos de que al final Ciudadanos y el PSOE no llegarán a ponerse de acuerdo. González Tovar, en cambio, ve cada vez más cerca el entendimiento entre ambas fuerzas que le abriría las puertas del palacio de San Esteban.
Ayer asistió al Comité Federal de su partido que aprobó el calendario de las primarias y recibió el unánime y caluroso respaldo de todos sus compañeros. El presidente del Comité Federal, José Blanco, le cedió la palabra al final de la reunión, y Tovar intervino para agradecer las muestras de apoyo recibidas, lo que fue contestado con un fuerte aplauso de los asistentes.
El dirigente del PSOE murciano tuvo la oportunidad de informar personalmente al presidente de la gestora, Javier Fernández, del estado de las negociaciones sobre la moción de censura. Una vez sellado con Podemos el programa de gobierno, resta por concretar el apoyo con Ciudadanos, con el que el principal escollo son las elecciones que exige que se celebren en otoño.
A su llegada al Comité Federal, Tovar reiteró que las negociaciones con la formación naranja han avanzado «de forma importante», pero siguen sin cerrarse. «De Albert Rivera depende», recalcó. «Entre la continuidad y la corrupción y una nueva política de regeneración espero que opte por esto último», añadió.
PSOE y Ciudadanos tienen aún pendiente una última reunión antes del inicio del debate de la moción de censura para intentar sellar un acuerdo, aunque entre los socialistas empieza a asomar el escepticismo por la inflexible posición de la formación naranja sobre la convocatoria electoral, algo a lo que los primeros se oponen. «Llegar a la presidencia para no poder hacer nada no tiene ningún sentido», opina un dirigente del PSOE.
La portavoz naranja, Inés Arrimadas, subrayó ayer que «el único objetivo» de estas negociaciones es «dar voz a los ciudadanos murcianos» para que elijan a «un nuevo presidente», y expresó su rechazo a que «PSOE y Podemos aprovechen esta situación para repartirse el Gobierno de Murcia».
Sobre esta alianza también alertó ayer el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, quien en el congreso popular de La Rioja pidió «moderación» a Ciudadanos y calificó de «propuesta de gobierno radical» el acuerdo alcanzado entre el PSOE y Podemos en Murcia.
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