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La hermana del parricida: «La muerte de mi madre se podría haber evitado»

La familia del vecino de Santomera que decapitó a su progenitora cree que Sanidad no le prestó la atención adecuada dada su enfermedad mental

Alicia Negre

Viernes, 24 de marzo 2017, 01:10

«La muerte de mi madre se podría haber evitado». Esa es la versión que enarboló ayer Encarnación, la hermana de Ángelo Carotenuto, el joven que decapitó a su madre en 2008, en una vista ante la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región. Esta vecina de Santomera reclama al Servicio Murciano de Salud (SMS) una indemnización de 600.000 euros al entender que la Administración no atendió al parricida, que tenía una enfermedad mental reconocida, con la diligencia debida.

«Mi madre fue muy activa en su lucha para que atendiesen a su hijo, para que lo medicasen, pero no le hicieron caso», recalcó Encarna, en declaraciones a 'La Verdad'. «Se vio en una situación de desesperación porque ella sí sabía lo que iba a pasar». La hija de la víctima espera ahora que «se haga justicia» y que su muerte sirva «para que algo así no vuelva a ocurrir nunca». En este sentido, reivindica la necesidad de una mayor inversión en salud mental. «Al final es un problema de falta de dinero», recalcó.

En pleno brote psicótico

Ángelo Carotenuto, que lleva años interno en la unidad psiquiátrica de la prisión alicantina de Fontcalent, estaba diagnosticado de trastorno esquizoafectivo y politoxicomanía. La noche del 14 de abril de 2008, cuando se encontraba con su madre en el bar Mar de Galilea de Santomera, en pleno brote psicótico, le asestó 24 cuchilladas y, posteriormente, la decapitó. Su madre, Teresa Macanás, de 56 años, ya había advertido en múltiples ocasiones del riesgo que existía de que su hijo la atacase.

Encarna explicó que, antes de que se produjese el crimen, su madre ya había solicitado ayuda a todos los organismos, e incluso al Defensor del Pueblo. «Ella necesitaba que a mi hermano lo siguiesen medicando porque él no era consciente de su enfermedad y no quería hacerlo», explicó. Los juzgados ordenaron continuos ingresos del joven en centros, pero esa tampoco fue la solución. «Ingresaba, salía, ingresaba, salía... No había una continuidad, un seguimiento», criticó Encarna. En esa lucha estaba sumida Teresa cuando se produjo el crimen.

«Él está estable y tranquilo»

Actualmente, explicó, Ángelo está «estable» en Fontcalent y «es una persona tranquila». Encarna sostuvo que «todo el mundo que conocía a mi hermano sabía que él era muy cariñoso» e incidió en que el problema estaba en la falta de medicación. En este procedimiento judicial también él está personado, como demandante y afectado.

En 2009, Carotenuto reconoció el parricidio ante la Audiencia. Resultó absuelto del delito de asesinato al considerar la Sala que existía una eximente completa por enajenación mental. Al parricida de Santomera se le aplicó una medida de internamiento psiquiátrico por un máximo de veinte años.

«La familia pide que la Administración reconozca que se ha equivocado en el seguimiento de este paciente», remarcaron sus letrados, Gonzalo Bellón de Aguilar y Pablo Quinteiro. «Se produjo un daño previsible y totalmente evitable».

Los abogados hicieron hincapié ayer en que «no hubo un seguimiento adecuado» de las patologías de Ángelo. «Le dan el alta, pero después a las consultas, como está enfermo, no va y no toma medicación y nadie llama», explicó Quinteiro. «No mandan una ambulancia, no pregunta ningún asistente social, ni ningún médico. No hay ningún tipo de control». Remarcaron que «nos consta que la familia intentó que viniera alguien y no hubo ninguna respuesta».

Bellón de Aguilar subrayó que el parricida de Santomera «era una persona que tenía que tener un seguimiento por los antecedentes que tenía y no hubo ese seguimiento», incidió. «Era previsible que podía pasar lo que pasó».

En la vista que se celebró ayer, a la que asistió Encarna acompañada de otros familiares, la Sala de lo Contencioso del TSJ escuchó a cinco testigos y dos peritos. El tribunal, explicaron los letrados, aún tendrá que escuchar a más técnicos antes de dictar una sentencia que no se espera que esté lista antes de un par de meses.

La Consejería de Sanidad, preguntada por 'La Verdad', rehusó ayer hacer declaraciones.

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