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La defensa resta valor legal a esos «documentos promocionales»

Afirma que los programas electorales y la publicidad referida al proyecto de Lejarraga solo reflejan «una voluntad política» de construir el centro cultural

R. F.

Viernes, 17 de marzo 2017, 01:03

La defensa del presidente Pedro Antonio Sánchez, que coordina el abogado Francisco Martínez Escribano, ha presentado un escrito ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para tratar de restar valor a los documentos solicitados o aportados por las acusaciones particulares, en las que se ofrecen referencias al encargo que presuntamente habría realizado el entonces alcalde al arquitecto Martín Lejarraga.

Entre las nuevas pruebas figura diverso material sobre «programas electorales, publicidad electoral y soportes publicitarios», aportados por el abogado de la acusación José Manuel García Miravete.

Pues bien, la defensa de Sánchez asegura que toda esa «documentación promocional» solo sirve para «reafirmar el hecho de que se trata de ideas, imágenes y bocetos, que se basan todas ellas en la voluntad política de conseguir para el municipio de Puerto Lumbreras un complejo-auditorio». Y añade que también demuestran que se estaba «intentando conseguir la colaboración de la Comunidad Autónoma para financiar la construcción» de ese centro cultural».

Pero insiste en que la única conclusión que se puede obtener de todos esos documentos es «que se trata de documentación promocional que carece de valor jurisdiccional», así como que «toda ella es anterior al concurso de proyectos para el Auditorio, que se convocó en diciembre de 2007».

El escrito va orientado en la misma línea que la declaración prestada por Sánchez días atrás ante el magistrado Pérez-Templado, pues insistió en que en un principio solo hubo algunas ideas, sin valor formal alguno, y que el único proyecto que finalmente se ejecutó fue el que salió del citado concurso de ideas. Así, afirma que el proyecto básico redactado por Lejarraga con anterioridad al concurso estaba situado en una parcela junto a la Rambla de Nogalte y constaba de un solo edificio con 10.363 m2, mientras que el posterior se levantó en un solar totalmente distinto y constaba de tres pabellones: uno de 7.488 m2, un edificio de danza-música de 1.184 m2 y otro de exposiciones, con 1.245 m2, además de un sótano-aparcamiento.

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