Acusaciones y defensas no consiguen cerrar un acuerdo por el 'caso Visser'

Ayer tarde, durante unas horas, existió un cierto riesgo de que el juicio por el crimen de los holandeses, también conocido como 'caso Visser', no llegara siquiera a iniciarse. Las defensas de los cuatro encausados, Juan Cuenca, los rumanos Constantín Stan y Valentín Ion, y el presunto encubridor Serafín de Alba, mantuvieron un encuentro con la fiscal Verónica Celdrán y los abogados de la acusación particular, con el fin de intentar cerrar un acuerdo. De haberse logrado el concierto, el magistrado presidente habría tenido que dictar una sentencia de conformidad y la vista oral por el crimen de sangre más brutal de las últimas décadas no se habría celebrado.

Fuentes conocedoras de estas negociaciones confirmaron a 'La Verdad' que el encuentro se celebró ayer tarde en la Ciudad de la Justicia y que en el mismo tomaron parte la representante del Ministerio Público, Verónica Celdrán; los abogados de los familiares de las víctimas, Miriam Van de Velde y Javier Martínez, y los letrados de los acusados: José María Caballero Salinas (por Juan Cuenca), Melecio Castaño (por Constantín Stan), Fermín Guerrero (por Valentín Ion) y Fidel Pérez (por Serafín de Alba).

El propósito de los abogados de la defensa se centraba en tratar de convencer a las dos acusaciones, la pública y la privada, de que sería beneficioso para todas las partes asegurar una condena por dos homicidios contra los tres principales acusados, Cuenca, Stan e Ion, ya que de esa forma se asegurarían la imposición de sendas penas de veinte años de prisión para cada uno. Con ello, argumentaban, se habrían satisfecho en buena parte las exigencias de justicia de las familias de las víctimas, sin necesidad de aguardar al resultado siempre incierto de un juicio con jurado popular.

A su vez, los tres encausados habrían logrado una sustancial rebaja de las condenas que pudieran serles impuestas, ya que tanto la fiscal como la acusación particular reclaman medio siglo de cárcel para cada uno de ellos.

Sin embargo, fuentes contrastadas explicaron que pronto comenzó a vislumbrarse que las posibilidades de llegar a un acuerdo eran bastante remotas, toda vez que las acusaciones no estaban dispuestas a aceptar unas condenas que no fueran por asesinato. Y ambas se cerraban en banda ante la propuesta de pactar una sentencia por un doble homicidio.

Aunque toda la reunión se desarrolló en un clima «cordial y de gran respeto» entre todas las partes, se acabó levantando con la evidencia de que el acuerdo resultaba imposible y de que se abocaban a un juicio que, según las estimaciones de la Audiencia Provincial, puede durar cerca de dos meses.

Juan Cuenca está acusado de haber planeado el asesinato de la pareja de holandeses formada por Lodewijk Severein e Ingrid Visser, para lo cual habría contratado los servicios de dos presuntos sicarios de origen rumano, Valentín Ion y Constantín Stan. Los cadáveres fueron descuartizados y enterrados en un huerto de limoneros, propiedad del también acusado Serafín de Alba.