El cardenal Rouco rechaza las leyes que «desdibujan el matrimonio y la familia»

La Universidad Católica UCAM celebró ayer la investidura como doctor 'honoris causa' del cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid, en un acto solemne en el que también tomó parte el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia. Los dos destacados miembros de la jerarquía eclesiástica, representantes del ala más conservadora de la Iglesia española, evitaron pronunciarse sobre cuestiones de actualidad, y limitaron las preguntas de los periodistas al acto en cuestión.

Aunque en su discurso de investidura Rouco Varela sí incluyó duras críticas al «progreso del relativismo ético» y «la legislación sobre el matrimonio y la familia, que se desdibujan en sus rasgos constituyentes hasta el límite de la desfiguración de su tipificación institucional», lo cierto es que el cardenal no llegó a leer ese fragmento de la lección de forma textual por no alargar el acto, justificó. En el mismo apartado de su lección que no llegó a pronunciar, aunque hizo referencias improvisadas en el mismo sentido, Rouco Varela criticaba «el apoyo intelectual de la 'ideología de género' llevada hasta el extremo de una concepción del ser humano que lo materializa y lo reduce a un conjunto celular manipulable», y denunció el «éxito político» de ese relativismo ético, que, a su juicio, «se puede constatar en las nuevas legislaciones sobre el derecho de la persona a la vida y su inviolabilidad desde sus inicios en el embrión humano, en todas sus formas de desarrollo, incluidas sus situaciones más dolorosas y dramáticas, hasta su final natural». El papel de «la red y los medios tradicionales de comunicación social» en la consolidación del «éxito político-cultural» de esa familia 'desdibujada' también mereció las críticas del arzobispo emérito de Madrid, quien mostró su «honra» por el reconocimiento como doctor 'honoris causa' y su «alegría» por ver que una universidad que tiene solo 20 años de historia «ha crecido tanto en términos cuantitativos y cualitativos».

Evitó también las declaraciones públicas el cardenal Antonio Cañizares, quien no ofició la eucaristía previa al acto como estaba anunciado ni compareció públicamente -no estaba previsto, insistieron ayer fuentes de la UCAM- y se limitó a pronunciar la 'laudatio' del investido.

Si Rouco Varela y Cañizares esquivaron ayer, un día después del atentado contra un club gay de Orlando en el que murieron 50 personas, las preguntas, no lo hizo el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, quien se refirió en primer lugar al cartel que la asociación valenciana 'Endevant' ha difundido para la celebración del Día del Orgullo LGTB en Valencia, en el que se puede ver a la Virgen de los Desamparados besando a la Virgen de Monserrat. Mendoza lo calificó como un acto «totalmente repudiable y vergonzoso» para los cristianos, y reprochó que «se presten a este tipo de gestos que saben perfectamente que van contra el espíritu del evangelio, contra la doctrina de la Iglesia y contra la fe que profesamos los católicos». Acto seguido el presidente de la Universidad Católica condenó el atentado de Orlando e hizo extensiva su condena a «todo tipo de violencia de ese fanatismo religioso extremista. Se trata de un tipo de fanatismo que conduce a «llevar a cabo este tipo de acciones tan malvadas, tan perversas y tan ruines, matando y eliminando vidas humanas».

La investidura del cardenal Rouco como doctor 'honoris causa' de la UCAM estuvo precedida de una eucaristía en honor a San Antonio de Padua, patrón de la universidad.