Guerrero: «Fue un motivo privado imprevisto; no se trata de una estrategia»

«Fue un motivo privado imprevisto». Esa es la única explicación que el letrado murciano Fermín Guerrero Faura ofreció ayer acerca de las razones por las que estuvo desaparecido durante largas horas el pasado miércoles, obligando con ello a suspender la sesión del juicio por el asesinato de la expresidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco.

Guerrero, que defiende a la policía local Raquel Gago, se presentó a primera hora de la mañana de ayer en la Audiencia Nacional para la reanudación de la vista y, al ser abordado por los periodistas, se limitó a comentar que se trataba de «motivos personales» y que se encontraba «perfectamente».

«Estoy bien», aseguró el abogado penalista, quien indicó que ya había aclarado lo sucedido «ante quien lo tenía que hacer», en alusión al presidente del tribunal, Carlos Álvarez, y a su patrocinada.

«Todo está bien», repitió antes de insistir en que el asunto «no responde a ninguna estrategia» porque «no nos hubiera beneficiado para nada».

Después de la convulsa jornada del miércoles, el juicio por el crimen de Isabel Carrasco se reanudó a las 9.20 horas de ayer con la intervención del presidente del tribunal para explicar que Raquel Gago le había transmitido que seguía contando con la confianza de su abogado y que este seguiría ejerciendo su defensa. También señaló que Guerrero le había anticipado sus explicaciones, aunque advirtió de que deberá dar cuenta por escrito del incidente, en una pieza independiente dentro de la causa, para determinar así las responsabilidades en las que puede haber incurrido. Guerrero, por su parte, se disculpó ante la Sala y pidió perdón por las molestias causadas.

El Colegio de Abogados de León también confirmó ayer que estudiará el caso para decidir si abre un expediente informativo y, si se diera el caso, sancionador.