![En un mundo de hombres](https://s1.ppllstatics.com/laverdad/www/pre2017/multimedia/noticias/201512/28/media/cortadas/92872767--490x578.jpg)
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Fernando Perals
Martes, 29 de diciembre 2015, 11:42
Pertenece a la tercera generación de una saga de bodegueros. Su abuelo Francisco fundó Viña Elena en 1948 y empezó a elaborar vino con una modesta prensa en el lagar de la casa. Elena Pacheco cree que sin el optimismo y la ilusión que aprendió de su padre hubiese sido imposible salvar la empresa del cierre hace más de una década. Ella lleva ahora las riendas de una de las firmas vitivinícolas más reconocidas de Jumilla, junto a sus hermanas María del Carmen, María José y Emi. Y su gestión le ha llevado a ser premiada como Empresaria del Año, distinción que concede la Organización de Mujeres Profesionales de la Región.
La empresaria, que se desenvuelve en un sector dominado por los hombres, reivindica el papel de la mujer en la agricultura, sobre todo «a la hora de los traspasos generacionales, que es lo más complicado».
Sabe agradecer la labor de los trabajadores que tiene a su cargo. «Todos lo que componen el equipo humano de Viña Elena son el alma de la compañía», resalta la bodeguera jumillana, que ha visto pasar su niñez, juventud y madurez entre viñedos, almendros y olivos. Máster en Viticultura, Enología y Marketing del Vino por la Universidad Miguel Hernández de Elche, su trabajo está rodeado de constancia y sacrificio, virtudes que a veces la alejan de actos sociales. Quizá por eso está soltera, aunque no echa de menos tener pareja. «No me imagino estar en este trabajo y compartirlo con tu marido y los hijos».
Sus aficiones más queridas son el senderismo y estar con los amigos. Perderse por los campos jumillanos, contemplar la naturaleza y compartir un buen gazpacho. Lejos quedan los partidos de balonmano en el instituto Arzobispo Lozano.
Elena Pacheco trabaja desde hace algunos años en el proyecto Bruma del Estrecho, en el que se esfuerza en destacar las cualidades de la uva Monastrell, «nuestra gran reina. Queremos jugar con la elegancia de esta variedad, del suelo y del clima. Porque el vino demuestra el carácter de la tierra donde nace la vid». Palabra de mujer.
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