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A. N. / EFE
Viernes, 3 de julio 2015, 00:54
La pedanía murciana de Guadalupe se enfrentó ayer al inmenso dolor de tener que despedir a dos de sus vecinos, Carlos de 6 años y Cristina de 14. Ambos murieron el martes en la localidad alicantina de Villajoyosa presuntamente a manos de Carlos Alberto Soler, padre del primero y padrastro de la segunda. Las palabras no alcanzan para describir la tristeza que acompañó este funeral y el entierro de los pequeños en el cementerio de la localidad. El Ayuntamiento de Murcia decretó ayer un día de luto oficial en el que las banderas ondearon a media asta en todas las instalaciones públicas de la pedanía, donde vivían los dos niños con su madre, Toñi, exmujer del presunto homicida.
La tragedia golpeó a Guadalupe durante la celebración de las fiestas patronales, por lo que la comisión de festejos decidió suspender todos los actos programados para ayer en señal de duelo.
La autopsia arrojó ayer algo más de luz sobre esta tragedia y confirmó lo que ya era un secreto a voces, que Carlos Alberto Soler mató a los dos niños y a su madre, M.G.P, de 66 años, propinándoles diversas cuchilladas y hachazos. Fuentes próximas a la investigación señalaron que la madre del homicida tenía un fuerte golpe en la cabeza y varias heridas por arma blanca, algunas en el abdomen. Los dos menores estaban parcialmente carbonizados a causa del incendio cuando fueron hallados, pero los forenses también pudieron apreciar en sus cuerpos lesiones por arma blanca en la espalda. El alicantino, de 38 años, por su parte, presentaba cortes en el cuello y en el brazo, que se infringió a sí mismo.
La investigación también permitió determinar que la vivienda estaba cerrada por dentro en el momento del suceso. En su interior se hallaron un arma blanca y un hacha, además de dos bombonas de gas y varias garrafas de gasolina.
Según pudo saber 'La Verdad', el homicida sufría depresiones y ya trató de quitarse la vida hace unos meses cuando su exmujer le comunicó su intención de separarse. La firma de los papeles de divorcio era inminente -al parecer estaba fechada para esta semana- y los investigadores creen que ése pudo ser el detonante del triple crimen. El subdelegado del Gobierno en Alicante, Alberto Martínez, condenó de forma enérgica este nuevo caso que ya ha sido catalogado como de violencia de género.
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