El fiscal pide la nulidad de algunas pruebas del crimen de los holandeses

El fiscal y el abogado de uno de los dos considerados autores materiales del asesinato de la jugadora holandesa de voleibol Ingrid Visser y su pareja, Severein Lodewijk, han pedido a la Audiencia Provincial de Murcia que declare nulas las actuaciones y devuelva la causa al juzgado instructor del caso.

Tanto la representante de la fiscalía como el letrado del acusado estiman que algunas de las pruebas obtenidas durante la instrucción deben ser declaradas nulas y piden que se proceda a practicarlas al no poder ser subsanadas por ninguna otra vía, indicaron fuentes cercanas al caso.

De ser estimadas estas cuestiones previas, el tribunal tendrá que devolver las diligencias al juzgado de instrucción de Molina de Segura para que proceda a repetir las pruebas consideradas no válidas y que guardan relación con problemas técnicos en las grabaciones de determinadas declaraciones de acusados y testigos que podrían dificultar el acceso a su contenido.

La causa, que fue tramitada en ese juzgado por hallarse en ese municipio la casa rural donde fueron asesinados Visser y Lodewijk el 13 de mayo de 2013, fue elevada a la Audiencia el pasado diciembre para esta organizara los preparativos para el juicio ante un jurado popular.

En su escrito de conclusiones provisionales, la fiscalía acusó de dos delitos de asesinato al que considera autor intelectual de los crímenes, Juan Cuenca, exgerente del club de voleibol de Murcia donde jugó Visser, y a los presuntos autores materiales, Constantin Stan e Ion Valentin, de nacionalidad rumana, para cada uno de los cuales reclama penas que suman 40 años de prisión.

En cuanto al cuarto acusado, Serafín de Alba, propietario del huerto donde fueron enterrados los cadáveres y que se encuentra en libertad bajo fianza, pide una pena menor como encubridor.

Según el dictamen de la autopsia, la pareja de neerlandeses perdió la vida como consecuencia de los fuertes golpes propinados en la cabeza por los presuntos autores materiales del crimen con objetos contundentes que no han podido ser determinados.