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El exconsejero Campos.
El hombre de Bruselas

El hombre de Bruselas

Alain Alexis, el jefe de la Unidad de Competencia de la UE, solicitó tres veces información adicional porque no veía clara la operación de Corvera. Campos defendió que no era una ayuda de Estado sino una continuación del préstamo de 2010. ¿Sabía el Gobierno de Garre que estaba en un callejón sin salida?

Manuel Buitrago

Viernes, 19 de diciembre 2014, 00:53

En Bruselas deben de estar flipando con el barullo aeroportuario español, y en particular con los descalabros del Gobierno central y regional en los aeropuertos de San Javier y Corvera. Uno porque no levanta cabeza, y el otro porque no hay forma de abrirlo. Entre los dos suman 320 millones de euros que de momento pagan los contribuyentes. El problema de Corvera -uno de ellos, y principal- es que el Gobierno regional no se fía de Sacyr: de que abra, y a las dos semanas le pida dinero y amenace con cerrar porque el negocio no se sostiene.

En Aeromur sospechan que existe un plan para quitarle el contrato y buscar a otro gestor, como apuntó en la carta de respuesta al ultimátum, que no ha dejado satisfecho al Gobierno regional. Creen que si presentan un papel diciendo que no tienen garantías de los bancos para devolver los 182 millones del aval, el Gobierno regional le dirá a la opinión pública que Aeromur no cumple y que se ve forzado a sacar el concurso. No ha sido necesario llegar hasta ese punto de detalle porque el Ejecutivo está decidido a sacar el concurso. En el Consejo de hoy o en el próximo se acordarán las primeras medidas para ello. Hablando del Consejo, convendría revisar el acuerdo de febrero sobre la eventualidad, descartada entonces de plano, de acudir a un concurso.

La cuestión de fondo es que esos 182 millones responden a una deuda tributaria que la Comunidad se ve obligada a reclamar. Para Aeromur, la garantía solo puede darla el flujo de negocio en Corvera, generando ingresos para devolver el dinero. La concesionaria intentó sin éxito que el consejero acuda el día 23 a una reunión con el agente del préstamo, Caixabank, para estudiar una salida financiera, pero el Gobierno opina que es un asunto que deben resolver las otras dos partes.

Una llamada a Bruselas

El martes parecía que se acababa el mundo. El consejero convocó a la carrera una rueda de prensa a las 20.30 horas para explicar las decisiones de calado que se habían tomado a la vista de la carta de Alain Alexis, jefe de unidad de la Dirección General de la Competencia de la UE. Parecía asumido que lo que dijera la UE a estas alturas no iba a ser relevante, dando por hecho además que no iba a aprobar la operación, por lo que se optó por el 'Plan B' de negociar directamente con la concesionaria. La carta de Alexis, no obstante, se convirtió en la piedra de toque que llevó al Gobierno a darle otro ultimátum de 24 horas a Sacyr, con el resultado ya conocido.

Dentro del capítulo de las sorpresas, Bernabé llamó por teléfono ese mismo martes a Alain Alexis para que le explicara si Corvera podía recibir ayuda de Estado por las inversiones ya realizadas -un aeropuerto «cuasi construido»-, y el funcionario le dijo que no, sobre la base del cambio del normativa de abril. La carta no se pronunciaba sobre el fondo del asunto, sino que requería más información, pero al Gobierno regional le bastó. ¿Advirtió Alexis a Manuel Campos de que no se podían dar este tipo de ayudas? En la Comunidad indican que el exconsejero fue informado en dos ocasiones por el jefe de unidad de que el plan que llevaba entre manos no podía prosperar. No obstante, Campos siguió adelante presentando un amplio memorándum el 1 de agosto. Llevaba el asunto de una forma tan personal que pocos conocían -señalan- el marco de la operación y lo que estaba pasando. El memorándum que se mandó a Bruselas, con ocho anexos, ha sido conocido ahora en detalle por varios departamentos de la Administración regional, subrayan.

Dudas sobre Campos

El secretario general de Obras Públicas, Diego Pardo, señaló que la petición inicial fue correcta y que, en septiembre, con las nuevas directrices en vigor, el expediente estaba bien planteado. Hay cierto galimatías. El equipo de Bernabé avaló lo que hizo Campos, algo muy cuestionado ahora en la Comunidad, quizás como cortafuegos para que las llamas no se propaguen al resto del Ejecutivo, que era informado verbalmente cada viernes por Campos, quien comentaba que todo iba sobre ruedas.

Por lo visto, el exconsejero no tramitó la operación de una forma que encajara en algunas de las tres posibilidades que ofrece la UE: para la inversión, el funcionamiento o las compañías aéreas. Era una mezcla, argumentando que no era una ayuda de Estado. Alexis le preguntó en septiembre si se destinaba a la inversión o al funcionamiento, y le contestó que para la inversión, porque lo planteó como una derivación del préstamo para la construcción que se otorgó en el año 2010. Pero lo subvencionable por esta vía son las obras pendientes, no las ya ejecutadas.

El argumento de que la UE «no les comunicó nada en ese sentido» -los requisitos de las ayudas- no se tiene en pie. Aunque así fuera, la norma estaba ahí y era obligación de la Administración regional conocerla y ponerse en guardia.

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