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Un grupo de alumnos estudia en la biblioteca Antonio de Nebrija del Campus de La Merced, en una foto de archivo. :: guillermo carrión / AGM
La mayoría de las denuncias de los universitarios son por incumplimientos de los profesores

La mayoría de las denuncias de los universitarios son por incumplimientos de los profesores

En sus demandas ante el Defensor del Universitario, se quejan de los desajustes de la guía docente, del retraso en la publicación de las actas y de los exámenes de materia no explicada

FUENSANTA CARRERES

Lunes, 11 de agosto 2014, 10:29

Los supuestos incumplimientos de los profesores de la Universidad de Murcia son el principal motivo de queja de los estudiantes: discrepancias entre los criterios de evaluación publicados en la guía docente y los aplicados, cambios de última hora en los horarios oficiales, masificación de los grupos de prácticas, pérdida de parte del examen... La memoria del Defensor del Universitario deja claro que los profesores son el primer motivo de queja de los estudiantes, que plantearon 221 conflictos a lo largo de 2013, el 53% de ellos por desacuerdos con sus maestros.

Las guías docentes que elabora el profesor son el documento en el que aparecen descritos los objetivos, el programa, la metodología, la bibliografía y el catálogo de técnicas docentes o los criterios de evaluación. En la práctica, supone un contrato entre el profesor y sus alumnos en el que quedan marcadas las reglas del juego de esa asignatura. Los incumplimientos de ese documento, suponen, con diferencia, la primera causa de queja ante el Defensor del Universitario. «Se trata de casos en que los profesores no se ciñen a esa guía, no la publican en los plazos previstos o ni siquiera llegan a elaborarla», detalla el defensor de la Universidad de Murcia, José Palazón, quien, en cualquier caso, puntualiza que «la inmensa mayoría de los profesores de la UMU la observan a rajatabla. Los casos son excepcionales, si se tiene en cuenta que estamos hablando de 32.000 alumnos», asegura Palazón, quien en su memoria da un pequeño 'tirón de orejas' a los docentes incumplidores: «En ocasiones los criterios están redactados con imprecisión o resultan de difícil comprensión, lo que genera inseguridad en los estudiantes. Resulta recomendable que se eviten esas situaciones». Si bien es cierto que el Defensor ha tramitado solo 221 quejas de alumnos, también lo es que son testimoniales los casos que llegan a la institución, ya que el grueso se resuelven en las propias facultades.

Los desacuerdos con las calificaciones son otro punto de conflicto entre docentes y estudiantes, quienes a lo largo del último curso plantearon ante el Defensor también decenas de denuncias relacionadas con el incumplimiento de la normativa de exámenes, suspensos que los alumnos han considerado injustificados, desacuerdos con la revisión de las pruebas y hasta quejas contra profesores que no se presentaron en el aula el día del examen o no lo habían convocado con suficiente antelación. También se han tramitado protestas porque el examen incluía materia que no había sido explicada en clase por el docente o porque la fecha de la prueba se modificó sin previo aviso. Así, hasta el 23% de los 221 expedientes tramitados en el curso 2012-2013 (el último analizado) por el Defensor del Universitario, quien recuerda al profesorado en su informe la importancia de «respetar de forma escrupulosa lo estipulado en la normativa sobre evaluación y revisión de exámenes».

Los incumplimientos de los docentes concentran el malestar de los estudiantes, pero no menos relevantes son las denuncias relacionadas con las becas de estudios, que se han multiplicado desde que el Ministerio de Educación endureció los requisitos y las comunidades autónomas subieron las tasas de matrícula. Casi a diario, el Defensor del Universitario escucha en su despacho relatos de alumnos a punto de colgar los libros porque no pueden hacer frente a los pagos, les han negado la beca o se encuentran con una deuda a la que no pueden hacer frente porque las condiciones de las ayudas cambiaron con el curso ya empezado. La casuística es variada, pero en todos los casos dramática para los estudiantes cuyas familias se han visto afectadas por la crisis y los recortes: desde alumnos que han perdido la beca por suspender una sola asignatura hasta estudiantes que tienen que devolver el dinero de la ayuda porque su familia cobra algún tipo de subsidio o ayuda oficial y no pueden seguir estudiando. De hecho, en el curso que acaba de terminar han sido más de 5.200 universitarios murcianos los que han visto rechazada por parte del Ministerio su solicitud de beca en la Universidad de Murcia y en la Politécnica de Cartagena. Los estudiantes sin ayuda, uno de cada tres, cumplían en cualquier caso los requisitos de renta. Al margen de los incumplimientos de los profesores y de las becas, los alumnos protestan por las novatadas, los problemas burocráticos de adaptación a los grados, el comportamiento de sus compañeros o las infraestructuras.

Conflictos interpersonales

No solo los estudiantes recurren al Defensor del Universitario para resolver sus conflictos. En menor medida, los profesores y el personal de administración y servicios plantean sus demandas. Los primeros, apenas 47 en todo el curso, cuatro de ellas provocadas por las condiciones de trabajo; seis sobre su carrera profesional y otras tantas por conflictos entre departamentos. El personal de administración y servicios solo planteó seis denuncias, cuatro de ellas provocadas por la conciliación del trabajo con la vida familiar y por conflictos interpersonales, y el resto sobre las condiciones de trabajo y las infraestructuras.

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