Borrar
El yacimiento de Calasparra, acondicionado por el Ayuntamiento. En la imagen se adivina la forma redonda del cráter del volcán.
Fuego bajo los pies
Excursión con toda la 'troupe'

Fuego bajo los pies

De Calasparra al Mar Menor, un recorrido para descubrir el olvidado pasado volcánico de la Región

MIGUEL RUBIO

Miércoles, 12 de octubre 2011, 12:56

¿En qué se parecen El Hierro y Murcia? Salvando las distancias, tienen en común que son tierras de volcanes. La alerta que vive estos días la isla canaria, labrada a golpe de lava, por una posible erupción submarina, coloca el punto de mira sobre el paisaje de la Región salpicado de vestigios que recuerdan ese pasado de fuego. El Sureste, donde se enclava geográficamente Murcia, es una de las tres regiones españolas peninsulares con más actividad volcánica reciente, junto al Campo de Calatrava (Ciudad Real) y la comarca de Olot (Gerona). Así que si este fin de semana decide salir a pasear al campo con la familia, abra bien los ojos por si a sus pies tuviera un volcán.

Desde luego, no correrá riesgo alguno, porque se extinguieron hace la friolera de dos millones de años. Sin embargo, no por ello han perdido importancia. De hecho, de los ocho lugares de interés geológico de relevancia internacional que atesora la Región (la lista de los 'geosites' puede consultarse en Internet) seis están relacionadas con erupciones volcánicas. Los expertos ya han llamado la atención acerca de la riqueza de este patrimonio, para que se proteja y se ponga en valor, aunque con escaso éxito.

Solo uno de estos lugares de interés geológico está acondicionado para las visitas turísticas. Se trata del Cerro Negro de Calasparra, un afloramiento volcánico que hasta no hace mucho era utilizado como escombrera. La chimenea volcánica se ubica justo al inicio de la carretera que conduce al santuario de la Virgen de la Esperanza, nada más abandonar la variante, junto a un bar donde se venden productos típicos. Desde el puente que salva la circunvalación se adivina la forma del cráter. El Ayuntamiento ha limpiado el yacimiento, ha colocado bancos y papeleras, ha plantado algunos pinos y ha habilitado una zona de aparcamiento para coches y bicicletas. Lo que resulta más llamativo de este emplazamiento es una imponente pared negra de lava. Al enfriarse, la roca adquirió forma de prisma, que es lo que le aporta una extraña belleza. Aunque es su composición lo que le ha dado fama mundial por tratarse de una roca ultrapotásica, una rareza en el mundo de la geología. En la zona se han instalado varios paneles informativos donde se explica la formación de este edificio volcánico. Siguiendo el sendero se asciende hasta lo alto del cerro, donde se ha acondicionado un mirador en el que disfrutar de unas espectaculares vistas de la vega de Calasparra, entre las Lomas de la Virgen y la sierra de San Miguel, mientras los más pequeños corretean a la búsqueda de aventuras.

Otros volcanes de la Región no han corrido la misma suerte. Del Cabezo Negro de Zeneta las excavadoras han extraído material de relleno para la nueva autovía de San Javier. También en los alrededores de la capital se localiza el volcán de Barqueros, un lugar bastante frecuentado para rutas en bicicleta de montaña. La iniciativa para convertirlo en un nuevo reclamo turístico aún deberá esperar. Jumilla guarda otra de estas 'joyas'. Se ubica en el caserío de La Celia, donde, además de localizarse el afloramiento de lamproítas más grande la Región, se encontraba una importante mina de hematites.

Las minas que abarcan la franja costera desde Mazarrón a La Unión también están relacionadas con este pasado ígneo. Los procesos volcánicos fueron los responsables de la formación de estos yacimientos minerales que tanta fama dieron a la Región en un tiempo no muy lejano. Si desea conocer las antiguas explotaciones mineras de Mazarrón, lo mejor es que pida ayuda en la oficina de turismo (968594426). Aventurarse por este paisaje que encandila por sus mil colores puede resultar peligroso debido a la presencia de galerías y pozos en mal estado. En La Unión, sin embargo, han sabido sacarle más partido a su pasado minero, y el municipio ya cuenta con una ruta turística (teléfono 902 520 014) acondicionada para descubrir la industria de extracción y fundición del metal de los siglos XIX y XX.

En la costa destaca el cabezo del Carmolí, junto a Los Urrutias, que entró en erupción hace unos siete millones de años. Con sus 111 metros de altura ofrece una panorámica única del Mar Menor. A las explosiones volcánicas, la Región le debe otro de sus principales atractivos: La Manga del Mar Menor. Todas las islas que circundan este cordón arenoso se fraguaron con el magma del interior de la Tierra. Y esa frenética actividad hizo que la arena se fuera acumulando hasta formar la lengua terrestre de 21 kilómetros que hoy aparece colmatada de edificios, en un homenaje al ladrillo y el hormigón.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Fuego bajo los pies