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GOURMET. Newman, ante uno de sus productos, hace 25 años. / AP
Paul Newman, en su salsa
GENTE

Paul Newman, en su salsa

La muerte del actor plantea un futuro incierto sobre los aliños que llevan su nombre, cuyos beneficios se destinan a obras de caridad

PAULA GIL

Jueves, 2 de octubre 2008, 02:47

Entre rodaje y rodaje, Paul Newman se dedicaba a inventar salsas. Lo hacía en el granero de su casa de campo. Lo que empezó como una broma entre el actor y su amigo A. E. Hotchner, que colocaron los primeros frascos en pequeños comercios de Connecticut, desembocó en un boyante y fructífero negocio. Newman Own's, la marca de alimentación que comercializa sus salsas y condimentos, compite en el mercado estadounidense con Campbell y compañía.

Pero lo que hace distinta a la marca del actor es que todos sus beneficios se destinan a obras de caridad. Se estima que la firma ha distribuido cerca de 200 millones de euros en diferentes proyectos benéficos desde su fundación, en 1980. Si algo tenía claro el guapo de los ojos azules es que no iba a utilizar el prestigio de su nombre para ganar dinero con la comida. Por eso decidió que todo el beneficio que dieran sus tarros de salsa para pastas y ensaladas (que se encuentran entre los productos más populares de EE UU) iría destinado a colaborar con los más desfavorecidos. Entre sus destinatarios destacan los campamentos de verano Hole in the Wall (Un agujero en el muro), creados por el propio Newman en 1988 para proporcionar vacaciones gratis a niños con enfermedades terminales.

Ahora, Newman Own's tendrá que luchar por sobrevivir sin la guía de su carismático fundador. «Echaremos de menos a Paul, pero honraremos su visión del bien común mediante la administración de su compañía, que perpetuará su legado filantrópico. Él no lo habría querido de otra forma», dijo un portavoz. Newman pasó los últimos años preparando el futuro de la compañía, mientras luchaba contra un cáncer de pulmón. Robert Forrester, vicepresidente de la fundación Newman's Own, señaló que el actor había dejado indicado que los beneficios del potente grupo alimentario deben seguir dedicándose a causas humanitarias. Sin embargo, algunos expertos temen por el futuro de la compañía tras la muerte de Newman, pues todo en ella estaba fuertemente ligado a la imagen del protagonista de Dos hombres y un destino. Su cara, con los brillantes ojos azules, decora todos los frascos. Él mismo escribía a veces los textos del etiquetado.

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