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TODA UNA VIDA. Juan Carlos Calderón, autor de grandes canciones de amor como Eres tú.
«Paso de todo y de todos; vivo en mi ático solo y me encanta»
JUAN CARLOS CALDERÓN COMPOSITOR

«Paso de todo y de todos; vivo en mi ático solo y me encanta»

«Yo soy terriblemente celoso, es terrible», dice el músico, que mañana participa en la Biblioteca Regional de Murcia en un ciclo dedicado al amor

ANTONIO ARCO

Martes, 8 de abril 2008, 02:51

Es extraño Juan Carlos Calderón, 70 años, compositor, pianista, director de orquesta, arreglista, amante, amado, odiado, admirado y autor de algunas de las canciones en español más populares de todos los tiempos, como es el caso de Eres tú, por la que le felicitó emocionado Max Steiner, autor de la música de Lo que el viento se llevó. Ha logrado decenas de premios -entre ellos 5 Grammys- y una popularidad extraordinaria. Músico de jazz, alma de solitario y perfeccionista obsesivo, mañana participa en Murcia, en la Biblioteca Regional, en el ciclo El Amor, que ha organizado Lola Gracia. El Consorcio acaba de publicar el álbum-homenaje Querido Juan. Calderón no ha dudado en cantar en él, a su manera, Tómame o déjame.

-¿Por qué dice que, a veces, siente un desasosiego absoluto?

-La gente joven, por ejemplo, sólo va a conocer este mundo, y eso me desasosiega. A mí Cine de Barrio no me gusta, porque las películas son muy malas, pero siento nostalgia del país que fuimos.

-¿A qué se refiere?

-España era un país tranquilo, la gente tenía buena voluntad. También te ponían zancadillas, pero no eran tan peligrosas. Ahora somos más malos y el mundo está más amargado.

-Vaya panorama pinta.

-Si esto es fruto de los adelantos, yo prefiero quedarme en el lápiz y el papel. Antes luchabas y conseguías algo; ahora la lucha es mucho más agresiva y desagradable.

-¿Por qué?

-Por todo. Desde el momento en el que ya no podemos tener vida propia desde que existe Internet, es más difícil ser muy buena persona porque te pueden venir los ataques por todos lados. Un niño de 14 años puede bloquear el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy o meterse en la Casa Blanca. Ahora pueden saber en todo momento dónde estás, nos tienen localizados. Y qué decir de las palizas grabadas con los móviles.

-¿Qué dice usted?

-Que somos más malos ahora y que antes era todo más inocente.

-¿Y musicalmente?

-No hemos mejorado nada, al revés; nada, nada. Acabo de hacer un disco para El Consorcio y hasta a la gente muy joven le encanta porque es coherente.

-¿Tiene ordenador?

-Tengo dos, pero sólo los sé abrir. Jamás me he metido en ellos. La inspiración sigue estando en un lápiz y un papel.

-¿Qué es lo que más le molesta?

-La agresividad. Y también la facilidad con la que se dice todo el tiempo en España eso de es un gran profesional. A cualquiera se le llama gran profesional. Y lo mal que se habla y que se escribe también me molesta mucho. Y que se diga a todas horas mediático, mediático, mediático...

-No le veo muy contento.

-No estoy hablando como un señor mayor, estoy hablando como una persona sensible que prefiere hacer las cosas de forma manual, con mucho cuidado. No me interesa nada el ordenador. Yo prefiero darme un paseo y que alguien mande por mí los e-mail. Todo se hace muy rápido y muy mal.

-¿Qué le queda del joven soñador que fue?

-Todo. Siempre he pensado que la vida es nada más que un deseo. Nunca pienso que he llegado a nada, me falta mucho.

-¿Dónde quiere llegar?

-¿Llegar? Me gustaría ser un cantante ideal.

-¿Y qué más?

-Pasármelo bien con la música. Componer sin hacerlo como un trabajo, porque tienes que componer como un sastre hace un traje y eso me da mucha tristeza.

-¿De qué le ha salvado la música?

-Del tedio, del aburrimiento. Yo no podría haber hecho otra cosa. Soy un vago, no trabajo casi nada. La música me ha salvado de la vagancia; puede ser, sí.

-¿Ha convivido con la tristeza?

-Sí, pero no ha podido conmigo. Perdí a mis padres, a un hijo en la carretera hace veinte años y, ahora, a mis hermanos, pero no sé si porque soy egoísta o muy duro, el caso es que lo he superado todo muy bien. Con la muerte de mis hermanos me he quedado sin referencias.

-¿Se siente solo?

-Vivo solo y me encanta. Sufrí soledades muy gordas cuando, por ejemplo, en los años 80 trabajé mucho en Los Ángeles. Había temporadas en las que no tenía amigos ni nada. Aunque yo, cuando digo amigos me refiero más a mis amigas, porque por desgracia yo no he encajado bien con los amigos, que siempre me achacan que no como con ellos, que no me voy con ellos a tomar copas...

-¿Y no es verdad?

-Es que yo prefiero estar en casa. Creo que la soledad es el mejor estado, siempre que llames a la familia y la quieras, y que llames a los amigos y los quieras.

-Pero no pasa nada porque se vaya a comer con sus amigos, digo yo.

-La comida para mí es sólo para alimentarme. A los seis años, era ya tan solitario que en vez de dormir en la habitación con mis dos hermanos, me subía a una buhardilla donde vivía, en Santander, y ¿a dormir y a pasar miedo solo!

-¿Pasaba mucho miedo?

-Nunca he tenido miedo.

-¿El amor es una tortura o una bendición?

-Las dos cosas. Todo es muy intenso en el amor: lo bonito y lo malo. Hay muchas alegrías y muchos sufrimientos. Cuando empiezan los celos es horroroso, porque los celos son una enfermedad terrible. Y el final del amor también es terrible; y siempre termina.

-¿Con usted se ha portado bien el amor?

-Mejor que yo con él.

-¿No le ha hecho sufrir?

-Sí, porque yo soy terriblemente celoso, terrible.

-¿Pensaba que en algún momento iba a perder la cabeza?

-La cabeza y la dignidad. El amor no es ninguna broma. Lo que está muy bien son los amoríos.

-¿Es 'Eres tú' su mejor canción?

-¿No, qué va, qué va, qué va! Es una canción tremendamente sonora, que llega a todo el mundo y que va a ser eterna; pero siempre pienso que mi última canción es siempre la mejor. Eres tú, aunque ahora me aburre porque me persigue a todas horas, nunca se dejará de escuchar.

Carácter

-Dicen sus amigos que es usted un bohemio indómito. ¿Qué quieren decir con eso?

-No lo sé. Yo paso de todo y de todos, vivo en mi ático solo, voy a hacer la compra, no me gustan las reglas, no insulto a nadie ni trato mal a la gente, tengo mal carácter cuando intentan que me interese por algo que no me interesa nada, y no soporto que me hablen de la banca; no entiendo nada de la banca, me aburre la banca.

-¿Qué es lo que más le interesa?

-Soy un cinéfilo redomado, casi más que Terenci Moix, pero jamás voy al cine. Me compro miles y miles de DVD que nunca veo, entre otras cosas porque no sé ponerlos.

-¿Qué más?

-Mi carrera es no hacer nada.

-¿Nada?

-Bueno, si dejara de componer me sentiría muy desgraciado.

-¿Tiene retos?

-Mi gran reto es ser el mejor en todo.

-¿Eso es un reto, sí!

-Es lo que mantiene la máquina del cuerpo en marcha. Es horrible la tensión que eso provoca. Mido mis fuerzas con los mejores, y digo como André Gide: «Mi ética es mi estética». Soy muy perfeccionista, no me quedo tranquilo nunca.

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