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El 2023 va a traer consigo cambios en la circulación que afectará a los vehículos más contaminantes. El plan de Zonas de Bajas Emisiones incluido en la Ley de Cambio Climático llevaba tiempo anunciado, pero tras la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible por el Consejo de Ministros se fija oficialmente su puesta en marcha a partir del próximo año. Y este proyecto incluye una medida para restringir la circulación: cobrar una tasa o peaje para entrar al centro de las ciudades.
El plan de Zonas de Bajas Emisiones nace con el objetivo de mejorar la calidad del aire. Son áreas delimitadas donde se restringe el acceso, la circulación y el estacionamiento de los vehículos más contaminantes. Para esta clasificación se hará uso de los distintivos medioambientales que pueden conseguir solo los vehículos más respetuosos con el medio ambiente (0, ECO, verde y amarillo). Y al resto de vehículos que no cumplan con los requisitos para ser catalogados como limpios se le aplicará estas restricciones de circulación. Así se prevé que alrededor de 24 millones de vehículos se vean afectados por la normativa.
Estas zonas deben implantarse en todos las ciudades españolas de más de 50.000 habitantes a lo largo de 2023. Y serán los ayuntamientos los encargados de delimitar las áreas e instaurar la adecuada señalización y un sistema con cámaras lectoras de matrículas. «El inicio de la medida contempla el inicio del régimen sancionador a los vehículos infractores de la normativa, es decir, los vehículos que, a pesar de tener restringido el acceso al área, circulan por su interior», explican desde la Dirección General de Tráfico (DGT).
También se deja en manos de los ayuntamientos la posibilidad de incluir una tasa o peaje que deberán pagar aquellos que no tengan derecho a tener el distintivo ambiental pero quieran acceder a las zonas más concurridas de las ciudades con más 50.000 habitantes. «Esta habilitación legal permite que los municipios que así lo deseen puedan introducir una tasa por la circulación de vehículos que superen los límites o categorías máximas de libre circulación estipuladas en las zonas de bajas emisiones». Así se recoge esta medida en la Ley de Movilidad Sostenible.
En el documento 'Directrices para la creación de zonas de bajas emisiones' del Gobierno se explica que la cuantía del peaje que tengan que pagar los conductores a partir de 2023 «puede además variar en función de las condiciones del vehículo, en base al principio »quien contamina paga« o de la congestión, en base al principio de «el usuario paga» (pago por uso del espacio público en condiciones de exceso de tráfico)». En el último caso se abre la opción de que se aumente el importe durante las horas punta.
En el texto se indica que «el peaje puede configurarse como una medida efectiva para estimular el cambio modal y reducir el volumen de tráfico, puesto que traduce los impactos negativos del automóvil a términos económicos claramente perceptibles por la ciudadanía».
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