Borrar
Cultivos bajo plástico en la ribera del Mar Menor. J. M. RODRÍGUEZ
La población del Mar Menor también señala a la agricultura

La población del Mar Menor también señala a la agricultura

Una investigación de la Universidad de Florida (EE UU) revela la percepción social sobre las causas de la degradación de la laguna

Viernes, 1 de mayo 2020

La población del entorno del Mar Menor lo tiene claro: la agricultura es la actividad económica con mayor responsabilidad en la crisis ecológica de la laguna, por la elevada aportación de nitratos como consecuencia del regadío intensivo: unas 1.575 toneladas al año, según un informe que hizo público a finales de marzo el Ministerio para la Transición Ecológica. Esta es la principal conclusión del estudio basado en una encuesta realizada en 2017 a casi 500 personas del entorno del humedal o que forman parte de sectores implicados en su gestión. El trabajo, realizado por la investigadora Noelia Guaita García (Universidad de Florida, EE UU) y Julia Martínez Fernández (directora técnica de la Fundación Nueva Cultura del Agua), acaba de ser publicado por la revista 'Environment, development and sustainability'.

Sociedad y comunidad científica, por tanto, coinciden en el diagnóstico, aunque no tanto en las soluciones y las medidas de gestión que es necesario poner en marcha para revertir el mayor desastre ecológico de la Región de Murcia en las últimas décadas. Este resultado, aunque parezca una obviedad, constituye una novedad porque hasta el año 2015 (el año previo a la explosión de la 'sopa verde', la crisis eutrófica de sus aguas), la percepción social sobre el mal estado del Mar Menor apuntaba mayoritariamente a los vertidos urbanos, como revelaban otros estudios (del profesor de la UMU José Miguel Martínez Paz, entre otros) que sondeaban la opinión de los vecinos.

El artículo 'Percepciones locales en un sistema socio-ecológico del litoral mediterráneo: el Mar Menor', realizado en el marco de la tesis doctoral que realiza Noelia Guaita en la Universidad de Alcalá, recoge un cambio de paradigma: la nueva visión de la sociedad después de la degradación extrema de un espacio natural que sigue sin recuperarse. La amplia cobertura mediática, la reacción de la administración, los trabajos de los investigadores y en general un mayor interés por parte de los afectados han sido factores decisivos en esta modificación del enfoque ciudadano.

Qué, cómo y por qué

El Mar Menor se convirtió en protagonista informativo y obligó a interesarse en qué había sucedido, cómo y por qué. Una mirada necesariamente atenta porque no solo estaba muriendo un ecosistema, sino que comenzaba a tambalearse toda la estructura económica que se apoyaba en él: el turismo (alquileres, hoteles, bares, restaurantes, actividades de ocio), la pesca, la agricultura... Y la vida de decenas de miles de personas que viven en sus riberas.

La encuesta se compuso de 23 preguntas integradas en cinco bloques: desarrollo urbano-turístico; actividades agrarias; estado de la laguna del Mar Menor; valores ambientales y servicios ecosistémicos; e información del encuestado.

Las personas que respondieron la encuesta se clasificaron en diez grupos, segun su profesión y principal actividad económica: administracion pública (12%); sector agrícola (8%); sector turístico-servicios (5%); sector turístico-hosteleros y alojamiento turístico (4%); sector pesquero (1%); sector de la construcción y promoción inmobiliaria (2%); sector de la industria (8%); sector académico (profesor o investigador) (17%); estudiantes (21%); y otros (profesiones liberales, jubilados y otras ocupaciones) (22%). El 60% hombres y el 40% mujeres, con un rango de edad de entre 21 y 74 años y con un nivel de educación superior (universitario y postgrado) en el 80% de los casos.

La necesidad de conocer la opinión de los afectados responde, según las investigadoras, a la demostración de que la participación ciudadana es fundamental en procesos de recuperación de espacios naturales tan importantes y que además forman parte de las relaciones sociales, económicas y culturales de una comunidad.

Las 10 conclusiones más relevantes:

1. En cuanto a la valoración de los impactos ambientales causados por la agricultura intensiva, la mayoría de encuestados (97,6%) considera que es la principal responsable del estado eutrófico de la laguna, y más de la mitad (58,7%) opinó que el sector agrario debería asumir su parte de corresponsabilidad, en aplicación del principio 'quien contamina, paga'.

2. Dentro del sector agrario dicha atribución de responsabilidad es la más baja, pero alcanza un significativo 38%, seguido por la construcción (50%) y por el resto de los sectores, con valores superiores al 50%.

3. Casi la mitad de los encuestados (47,1%) consideró la agricultura como un sector económico relativamente importante, aunque no genera la mayor riqueza económica del entorno del Mar Menor, y en torno a una cuarta parte de los encuestados considera que el regadío no contribuye significativamente a la riqueza del entorno.

4. Además del esperable mayor apoyo a la importancia económica de la agricultura dentro del sector agrario (64,3%), los resultados mostraron un comportamiento divergente entre el sector de la construcción y el turístico: mientras el 50% de encuestados del sector de la construcción consideraron la agricultura como imprescindible, en el sector turístico dicho porcentaje no llegó a la cuarta parte.

5. Casi la mitad de los encuestados (44,1%) considera que la actividad agraria está en manos de grandes empresas que crean un empleo escaso y precario, y el 37,2% opina que genera muchos puestos de trabajo, pero el empleo no es de calidad ni garantía de futuro.

6.Apenas un 18,7% considera que la agricultura de regadío es muy importante por la cantidad y calidad de empleo que genera, y que el regadío es garantía de presente y futuro para la población del entorno.

7. Solo el sector agrario apoyó en más de un 50% la opción de que la agricultura de regadío es muy importante por la cantidad y calidad de empleo que genera, y que el regadío es garantía de presente y futuro para la población del entorno, manifestando una opinión contraria y estadísticamente significativa respecto al resto.

8. La mayoría de los encuestados (86,2%) consideró que el desarrollo urbano-turístico en el entorno de la laguna del Mar Menor está demasiado masificado.

9. En cuanto a la atribución de responsabilidades, la mayor parte de los encuestados (83,5%) opina que el principal responsable de la contaminación por nutrientes es la administración autonómica (Consejeria de Agua, Agricultura y Medio Ambiente) y estatal (Confederación Hidrográfica del Segura), por su insuficiente control y vigilancia de la actividad agraria en general y de los usos del agua, si bien parte de los encuestados señalaron también otros responsables, como los agricultores e incluso los técnicos agrarios asesores.

10. Casi todos los encuestados (99%) opinaron que la laguna del Mar Menor tiene valores ambientales y servicios ecosistémicos relevantes; por tanto, no hubo diferencias entre los grupos de participantes.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad La población del Mar Menor también señala a la agricultura