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Fernando López Azorín, fotografiado en Murcia. Javier Carrión / AGM
Fernando López Azorín: «Ricardo Codorníu fue un adelantado a su tiempo»
Historiador de la Ciencia y doctor en Farmacia

Fernando López Azorín: «Ricardo Codorníu fue un adelantado a su tiempo»

El investigador yeclano documenta la vida y la obra del Apóstol del Árbol en un libro editado por la Fundación Séneca

Jueves, 11 de enero 2024, 08:10

Defensor de las ciudades con amplias zonas verdes, infatigable divulgador científico, precursor del voluntariado ambiental y empeñado en la conservación de los espacios naturales. Parece mentira que una persona que murió hace cien años tuviera tan claro que el bienestar humano no podía dar la espalda a la naturaleza. En el centenario de la desaparición del ingeniero de Montes Ricardo Codorníu y Stárico (Cartagena, 1846-Murcia, 1923), el historiador de la Ciencia y doctor en Farmacia Fernando López Azorín (Yecla, 1954) ha escrito la biografía hasta el momento más completa del Apóstol del Árbol, célebre sobre todo por su papel principal en la modélica reforestación de Sierra Espuña pero responsable también de un legado más amplio como pionero de estrategias ambientales que en este momento son indispensables para afrontar la emergencia climática.

«Fue un adelantado a su tiempo», resume el autor de 'Ricardo Codorníu y Stárico (1846-1923). Vida y obra de un apasionado ingeniero de Montes', un libro editado por la Fundación Séneca –dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor– que este miércoles fue presentado en el Aula de Cultura de Cajamar con presencia del presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras.

–¿Qué ha descubierto sobre Codorníu escribiendo este libro?

–Aparte de su gran obra como ingeniero de Montes y reforestador, que son los aspectos más conocidos de su vida, me he encontrado con un hombre de gran honestidad que nunca permitió que se le atribuyeran méritos que no le correspondían. Por ejemplo, siempre insistió en dejar claro que la repoblación de Sierra Espuña, que él desarrolló y culminó, la inició su compañero José Musso.

–También fue un gran divulgador, no solo en actos públicos sino produciendo material informativo de uso interno, algo inédito entonces.

–Así es, tuvo un gran interés en que su trabajo y su experiencia resultasen útiles, que sirvieran a los demás, y por ese motivo elaboró notas informativas que compartía con el resto de los ingenieros, para transferir el conocimiento y que no se perdiera. También, gracias a la posición económica privilegiada de su familia, pudo dedicarse a una actividad social de apoyo a desfavorecidos, lo que entonces se conocía como caridad. Y tampoco es tan conocida su labor cultural, por ejemplo como difusor del esperanto.

Honesto

«Siempre dejó claro que la reforestación de Sierra Espuña la inició su compañero José Musso»

–Se empeñó también en renaturalizar la Murcia del siglo XIX con zonas verdes y jardines públicos. Una necesidad urgente hoy día pero que quizá no se entendiera bien en su época. Como si hubiera anticipado cómo debía ser el urbanismo para afrontar el cambio climático...

–Es que Codorníu fue muy moderno, un adelantado a su tiempo. El desaparecido Parque de Ruiz Hidalgo, en el centro de Murcia y junto al río Segura, que él promovió y diseñó, responde a su interés por traer la naturaleza a la ciudad. Incluso tuvo la iniciativa de que ese gran jardín urbano sirviese de vivero para abastecer a otras zonas verdes públicas y a particulares.

EL LIBRO

EL LIBRO
  • Título 'Ricardo Codorníu y Stárico (1846-1923). Vida y obra de un apasionado ingeniero de Montes'

  • Autor Fernando López Azorín

  • Edita Fundación Séneca

  • Páginas 558

En su libro se recoge un proyecto de voluntariado ambiental que en su época resultó completamente novedoso.

–Creó una asociación para el cuidado de las zonas verdes de Murcia que incluía el nombramiento de un responsable para los jardines de cada barrio. Efectivamente, fue una iniciativa pionera de voluntariado ambiental en la que reclutó a miembros de la Sociedad de Amigos del Árbol que se comprometieron con él por formación, por afinidad y también por amistad.

–Qué moderno suena también que se celebrase, por iniciativa de Ricardo Codorníu, la Fiesta del Árbol.

–Porque la suya fue una mentalidad completamente avanzada. Tenía un gran entusiasmo y un corazón inmenso, y sólo se enfadaba o discutía cuando alguien se atrevía a quitar importancia a la necesidad de los árboles.

Voluntariado ambiental

«Creó una asociación para cuidar los jardines de Murcia, con un responsable en cada barrio»

–¿Qué lugar ocupa Ricardo Codorníu en la nómina de personajes ilustres en la historia de la Región de Murcia?

–Se codeó con figuras importantes, como Enrique Fuster, conde de Roche, el periodista Martínez Tornel y el rector José Loustau, aunque por la importancia de su labor divulgativa, forestal y naturalista, tengo claro que es uno de los grandes personajes históricos de esta tierra, al nivel de Saavedra Fajardo, el escultor Francisco Salzillo, el licenciado Cascales y los inventores Isaac Peral y Juan de la Cierva [este último nieto de Codorníu].

–¿Tiene el reconocimiento social que merece?

–Honestamente creo que sí. Ocupa un lugar muy importante en la historia de la Región de Murcia como una de sus figuras esenciales. Pero también es muy valorado a nivel nacional. Hay que recordar que tiene tres esculturas, una de ellas en Murcia, en la plaza de Santo Domingo;otra en el Parque Regional de Sierra Espuña;y una tercera en el Parque del Retiro, en Madrid. Por cierto, un monumento que se sufragó por cuestación popular.

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