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El director de ANSE, Pedro García, en las Salinas de Marchamalo. ANTONIO GIL
ANSE compra parte de las Salinas de Marchamalo

ANSE compra parte de las Salinas de Marchamalo

La organización ecologista adquiere por casi 70.000 euros una concesión de dominio público y una finca para poner en producción las balsas y conservar la fauna del humedal

Martes, 5 de noviembre 2019, 11:14

Después de numerosas acciones de protesta y denuncias públicas para que la Comunidad Autónoma conserve las Salinas de Marchamalo (Cartagena), la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha dado un significativo paso adelante para frenar la degradación de este importante humedal situado en la entrada de La Manga: la organización ecologista ha comprado parte del espacio protegido para poner en marcha la explotación sostenible de las balsas salineras (la mejor manera de mantener en buenas condiciones el ecosistema) y favorecer la fauna que subsiste en la lámina de agua hipersalina (aves acuáticas y fartet, un pez minúsculo en peligro de extinción).

A través de su Fundación, ANSE ha pagado casi 70.000 euros a la empresa Invertrés Diversos por la concesión de ocho hectáreas en el dominio público marítimo-terrestre en el sector Este de las salinas, y una finca de 7.000 m2 con una nave en ruinas, donde los ecologistas han anunciado el acuerdo este martes. El objetivo es «promover la colaboración de las administraciones y entidades varias en la recuperación de la actividad salinera y mejora de la gestión de la biodiversidad del espacio natural protegido», explica ANSE, que financiará esta operación con recursos propios y mediante donaciones de particulares y entidades diversas. Con este fin, próximamente pondrá en marcha una cuestación a través de su web, similar a la que actualmente desarrolla para sufragar la adquisición de la Zona de Especial Protección de la Cueva de Las Yeseras (Santomera).

Invertrés Diversos había obtenido una concesión administrativa en el año 2010, pero no había podido ejercerla hasta el momento por no haberse aprobado el proyecto de explotación de sal, a pesar de haber obtenido recientemente una resolución judicial favorable.

Expropiación

«Consciente de la necesidad de iniciar con urgencia actuaciones encaminadas a la recuperación del proceso salinero como la mejor manera de conservar la biodiversidad de las salinas, ANSE ha adquirido la propiedad y concesión indicada para demostrar a las administraciones que es posible reemprender la actividad salinera y gestionar el espacio con criterios de sostenibilidad mediante la venta de las cosechas de sal y otras actividades complementarias», explica a 'La Verdad' el director de ANSE, Pedro García.

Zona de dominio público de las Salinas de Marchamalo objeto del proyecto de conservación. ANSE

Además, la asociación ecologista considera «imprescindible» la colaboración de las administraciones regional y estatal en la recuperación de la actividad salinera, al igual que la de la empresa propietaria del resto de las salinas situadas fuera de dominio público, Salinas de La Manga SL, «que ya ha manifestado en diferentes trámites administrativos que considera esta actividad como carente de rentabilidad». ANSE propone que, en el caso de que esta mercantil siga rechazando la puesta en producción de las balsas salineras, tanto Gobierno central como Comunidad Autónoma deberían plantearse la compra o expropiación.

Las Salinas de Marchamalo son un enclave de gran valor ambiental y cultural, como acreditan las numerosas figuras legales que las protegen sobre el papel: Espacio Natural Protegido, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Zona Especialmente Protegida de Interés para el Mediterráneo (ZEPIM) y Humedal de Importancia Internacional Ramsar.

Aves acuáticas y fartet

Junto con las Salinas de San Pedro del Pinatar, las de Marchamalo son las únicas en la Región de Murcia que presentaban una lámina de agua permanente, refugio habitual de un importante contingente de aves acuáticas reproductoras e invernantes, así como de una «interesantísima» población de fartet. El resto de salinas del litoral, se lamenta ANSE, se encuentran abandonadas (como las de Lo Poyo) o están siendo urbanizadas o lo serán en breve (casos de Mazarrón y Los Narejos).

«El abandono de la actividad salinera está conduciendo a la desecación de los estanques y a una acumulación progresiva de sales y sedimentos, ya que éstos no se retiran. Ya entonces se advirtió de que futuras inundaciones de los estanques, sin retirada previa de la sal ni de sedimentos arrastrados por las lluvias, produciría a medio plazo una degradación del humedal cuando la salinidad superase los niveles máximos soportados por muchas especies de fauna», señala Pedro García.

Antigua nave a medio construir y en ruinas, que sería demolida y cuyos terrenos podrían albergar un nuevo almacén de sal y Centro de Interpretación de las Salinas y del Humedal de Marchamalo. ANSE

«Por otro lado, al no llenarse adecuadamente los estanques, se acentúa el proceso de desecación que ha ocasionado la pérdida de muchos de ellos. A su vez, la pérdida del agua por evaporación, y la ausencia de manejo salinero, están ocasionando la progresiva salinización de estos espacios, acabando con buena parte de las formas de vida que antes encontrábamos en muchas de las charcas», continúa el director de ANSE. «Este proceso conlleva la desaparición de aves acuáticas, tanto de los estanques que se han secado como de otros con altísimas concentraciones salinas».

Ayudas públicas que no sirvieron

Para Pedro García es «paradójico» que esta degradación se esté produciendo «precisamente después de que la Dirección General del Medio Natural invirtiese cuantiosos fondos comunitarios dentro de un proyecto LIFE para la conservación del fartet. Aunque la Administración entregó ayudas a los propietarios para el mantenimiento de la actividad salinera, esta no se llegó a recuperar nunca».

La Comisión de Política Territorial, Medio Ambiente, Agricultura y Agua de la Asamblea Regional instó a finales de noviembre de 2016 al Gobierno autonómico a elaborar y ejecutar un Plan Integral de Protección y Recuperación de las Salinas, tras una iniciativa del diputado de Ciudadanos Luis Fernández, que pidió un conjunto de medidas destinadas a «evitar la muerte de esta joya natural, que actualmente está en estado de abandono».

La Comunidad Autónoma no ha cumplido este acuerdo y se ha limitado a pedir por carta a la ministra para la Transición Ecológica que las recupere, a sugerencia del Grupo de Ecología Lagunar del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor.

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