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He acompañado a la ONG murciana Cirugía Solidaria en varias de sus misiones a África, un continente que representa el origen y el futuro de la humanidad, y en el que solo existe un cirujano por cada 400.000 habitantes. He podido ver, con mis ... ojos, el impacto que produce su labor en miles de personas para las que el acceso a la salud, un derecho inalienable, resulta una quimera, un lujo inalcanzable. Me he sentido parte de este grupo de amigos, a los que les unen los mismos valores y el mismo compromiso, haciendo honor a aquel juramento hipocrático en el que se comprometieron a ejercer su profesión con conciencia y dignidad, velando por la vida con el máximo respeto. He sido testigo de las dificultades, logísticas y económicas, a las que se enfrentan en cada viaje, y la superación, con ingenio y sacrificio, de todas ellas. He conocido de primera mano las historias que hay detrás de los beneficiarios de su labor. Son ellos, sin lugar a dudas, quienes dan sentido a estos 23 años de ayuda médico-humanitaria. Yo he visto cosas que vosotros no creeríais, y he querido que todos esos momentos no se perdieran en el tiempo, como lágrimas en la lluvia, por eso los he contado en reportajes publicados en este diario, ilustrados con fotografías que aspiraban a mostrar la belleza que se esconde en el acto de curar.

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