Los países árabes abrazan el plan de Egipto para reconstruir Gaza sin expulsar a los palestinos

El presidente egipcio, Abdel Fatah Al Sisi, tomó buena nota de lo sucedido con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca y en su discurso de bienvenida a los invitados a la cumbre de emergencia de la Liga Árabe aseguró que Donald Trump «es capaz de lograr la paz en Oriente Medio». La figura del magnate y su amenaza de levantar la 'Riviera de Oriente Medio' en Gaza fueron omnipresentes en un encuentro en el que los asistentes, entre ellos el emir de Qatar, el vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos y el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí, apelaron una y otra vez a la solución de los dos Estados.

¿Y quién gobernará Gaza? El plan de Al Sisi propone la formación de un comité de tecnócratas, que no incluirá representantes de ninguna facción política palestina, para gestionar la Franja durante los primeros seis meses y plantea la posterior celebración de elecciones. Este comité sentará las bases para el regreso de la Autoridad Nacional Palestina a Gaza, mientras Egipto y Jordania entrenarán y equiparán a agentes de seguridad palestinos para su despliegue en la Franja. Desde el exterior, el Consejo de Seguridad de la ONU debería aprobar el envío de una «fuerza internacional de mantenimiento de la paz».

Trump señaló a Egipto y Jordania como países de acogida para los dos millones de gazatíes, pero tanto Al Sisi como el rey Abdalá dieron un no rotundo a la propuesta y recibieron el apoyo de todos los asistentes, pero siempre empleando un tono lo más diplomático posible. En palabras del presidente egipcio, su plan garantiza que los habitantes de Gaza «permanezcan en su tierra». El presidente palestino Mahmoud Abbas se desplazó a El Cairo y agradeció esta cumbre de rechazo al plan «irresponsable e inhumano» del jefe de la Casa Blanca.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, intervino para insistir en que «no puede haber recuperación sin el fin de la ocupación, ni justicia sin rendición de cuentas por las violaciones del derecho internacional, ni reconstrucción sostenible sin un horizonte claro y basado en principios».

Jihad Taha, portavoz de Hamás, declaró Al-Araby Al-Jadeed que ellos aceptan «la propuesta de Egipto de formar un comité palestino de tecnócratas porque puede ayudar a aliviar el sufrimiento del pueblo». Taha pidió más esfuerzos para «obligar» a Israel a implementar el acuerdo de alto el fuego firmado el 15 de enero, que ha quedado en limbo tras la decisión de Benjamín Netanyahu de no pasar a la segunda fase. Los israelíes, que han cortado el acceso de ayuda a la Franja, tratan de imponer una nueva propuesta para lograr la liberación de los rehenes, pero sin tener que retirar a sus fuerzas ni aceptar un alto el fuego definitivo.

Desde Israel apoyan el plan de Trump y no se plantean regresar al escenario de los dos Estados. Netanyahu insiste en que tampoco aceptará una Gaza en manos de la Autoridad Nacional Palestina. El ministro de Exteriores, Gideon Saar, exigió además la retirada de Hamás de Gaza y la «total desmilitarización» de la Franja como condiciones para mantener un alto el fuego cada día más débil. Sobre el desarme, Sami Abu Zuhri, dirigente islamista, dijo que «cualquier conversación sobre las armas de la resistencia es una tontería. Las armas de la resistencia son una línea roja«.